El Banco Central se decidió a mejorar el tipo de cambio a los exportadores de soja. La medida sabe a poco. Los productores una vez que hacen la liquidación de divisas y paguen 33% de retenciones, podrán depositar 70% de los pesos a una tasa equivalente a la devaluación diaria. Con el 30% restante podrán comprar dólar solidario que ayer cotizó $226,05.
La medida no entusiasmó porque se estima que el dólar real que recibirá el productor será $110 contra $85 de ahora siempre y cuando el Banco Central no les salga con la sorpresa de que los dólares solidarios no los pueden vender en el mercado de dólares financieros. Si eso llegara a suceder, la mejora del dólar no sería tal. Por eso miran con desconfianza la medida porque los deja muy expuestos. Si los dejan sin “rulo” -como se llama a esta operación de vender dólares solidarios en el MEP- no tiene sentido la medida.
La posibilidad de comprar dólar ahorro con 30% de los pesos que reciben al liquidar sus exportaciones, es lo más atractivo porque ayer cotizó a $226,05 y la brecha con el MEP es de $100. El problema es el 70% que deposita en el banco y se ajusta al ritmo devaluatorio que en lo que va del mes se proyecta a 5,33% que es una tasa que está por debajo de 8% de la inflación que se espera en julio.
La medida termina el 31 de agosto que es donde más fichas apostó en el mercado de futuros el Banco Central. Tiene jugado casi todo el cupo que le permite el FMI (USD 9.000 millones) en los plazos más cortos. Una devaluación en este escenario sería una catástrofe.
Entonces acude a este tipo de parches para no devaluar y mejorar el tipo de cambio para el agro. Pero los productores desconfían y se sentarán sobre los silobolsas esperando la verdadera devaluación o una mejora real del tipo de cambio.
El Banco Central ganaría con una fuerte liquidación del campo porque además de incrementar sus reservas, la venta de los dólares solidarios en el mercado del MEP haría que este dólar baje. La cosecha es el rehén de esta historia y la que hizo que los futuros del dólar crezcan a un promedio de 90% anual efectivo, alrededor de 5,33% mensuales.
Pero el Central hizo ayer otra jugada inesperada; aceleró la devaluación. El dólar mayorista subió 30 centavos a $130,70 para enviarles una señal a los exportadores de que, si hacen esta operación, tendrán una renta mejor en los depósitos. Los productores no saben si esto es una carnada o efectivamente habrá un mayor ritmo de devaluación.
Pero también hay que tener en cuenta que el BCRA tuvo que entregar ayer USD 50 millones para adquirir gasoil y compró apenas USD 5 millones. Las reservas, sin embargo, bajaron USD 296 millones a 39.463 millones porque aparte de pagar el combustible hubo una reducción de encajes de depósitos en dólares por retiro de los ahorristas.
El plazo de 31 de agosto que rige para la medida, no es casualidad. A partir de allí las apuestas de futuro crecieron y el dólar a fin de año marca una cotización récord de $186,75 después de haber subido 0,26% en el día.
Lo cierto es que ayer el dólar MEP aumentó $5,08 (+1,6%) a $324,88. El contado con liquidación que tuvo los negocios más altos desde que le impusieron a las empresas no tener más de USD 100.000 en Cedear -certificados de tenencias de acciones y bonos que cotizan en las Bolsas de Nueva York- subió $2,15 (+0,7%) a $328,14, pero en la plaza de las acciones (Cedear) este dólar cotizó a $333,06. El “blue” aumentó $1 a $323 y quedó en el mismo nivel que el MEP.
“La plaza estuvo muy movida. De hecho, el MEP abrió a la mañana a $320 y después se dio vuelta y llegó a $327 y al cierre comenzó a achicar, porque afuera se dieron vuelta los bonos de la deuda que venían en caída libre. El Global 2035 terminó 4% arriba cuando a la apertura estaba 2% abajo. Repitió la historia del día anterior”, señaló Nicolas Rivas, trader de Buenos Aires Valores SA.
“Lo llamativo del repunte de los bonos argentinos en el exterior fue que se dio en un momento en que los mercados norteamericanos se estaban derrumbando y los bonos de países emergentes estaban en rojo. Pero se ve que hubo manos que salieron a pagar por los bonos argentinos y quedó la sensación de que eran compradores de afuera que aprovecharon los altos retornos que dan los precios de ocasión de estos títulos”, agregó.
Para Rivas el movimiento del mercado se debe a que “no faltan productos atados al dólar. Los bonos corporativos son muy demandados y escasean. Hubo una emisión de la provincia de Mendoza a tasa Badlar (la que se paga por depósitos de más de $1 millón a 30 días) y la licitación fue muy buena. Más allá de todo veo al mercado muy volátil. Hay mucha demanda de dólares MEP y también de cable”.
De hecho, el contado con liquidación negoció USD 115,7 millones y el MEP, USD 94,3 millones, un volumen que está entre los más elevados de los últimos tiempos.
El riesgo país, tras la suba de los bonos, bajó 24 unidades a 2.903 puntos básicos.
La Bolsa tuvo otra rueda excelente. Se operaron $2.029 millones y el S&P Merval subió 0,44% en pesos y bajó 0,2% en dólares. Los ADR’s tuvieron una rueda mixta. Lo mejor pasó por Cresud (+4,4%) sin que haya influido la medida del Banco Central que se conoció cuando estaba cerrando el mercado.
Para hoy se espera otra jornada volátil y el Banco Central deberá dar más precisiones sobre el dólar sojero, como lo bautizó la plaza financiera. Además, se conocerá cuánto subirá la tasa de interés en Estados Unidos, un movimiento que afectará directamente a la Argentina.
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