Silvina Batakis dejó buena impresión entre los inversores en su paso de dos días por Washington. Quienes participaron de la reunión en la embajada de Estados Unidos ponderaron su lectura “pragmática, cero ideológica” de los problemas que enfrenta la Argentina. La ministra de Economía les dejó en claro que quiere avanzar por el camino de consolidación fiscal que prometió ni bien asumió, aunque entre los analistas de bancos y representantes de fondos de inversión tienen claro que las cuestiones políticas juegan un rol central.
El fuerte rebote de los bonos argentinos, tras haberse sumergido en mínimos de los últimos años, fue una muestra de esta mejor receptividad por parte de los mercados. Por supuesto que los precios de los bonos más cortos continúan en niveles de USD 18 o USD 19, lo que marca una expectativa de default por delante seguido de una dura renegociación. En el encuentro había varios fondos que son tenedores de bonos argentinos y que enfrentaron millonarias pérdidas en los últimos meses.
La “griega”, como ya la mencionan en Wall Street, dejó una frase que llamó la atención cuando se tocó uno de los principales desafíos que enfrenta la Argentina: “No soy talibán, no creo que con los controles de precios se pueda bajar la inflación”. Fue una de las diferencias claras que mostró la ministra en relación a las posturas que su antecesor en el cargo, Martín Guzmán, había expresado en varias oportunidades incluso en reuniones con representantes de fondos y bancos neoyorkinos. Además reiteró su compromiso por el orden fiscal: “Tengo el apoyo para hacer lo que hay que hacer” y enfatizó que fue la provincia de Buenos Aires fue la única que en su momento pudo avanzar con el revalúo inmobiliario, algo que ahora propuso a nivel nacional.
Pese a que la reunión se organizó a último momento y a que muchos ya se encuentran de vacaciones, llamó la atención la calidad y cantidad de asistentes. De alguna manera esa numerosa presencia desmintió el repetido concepto que “Argentina ya no le importa a nadie”, al menos en referencia al mundo de las inversiones.
Uno de los temas que más hacen ruido en Wall Street, y así quedó expuesto en la reunión de ayer, es que la tasa de interés sigue muy negativa en términos reales. Las justificaciones de Batakis no conformaron, porque los mercados consideran que es clave ofrecer un rendimiento en pesos más atractivo
Además de las preguntas sobre la política argentina, algunas estuvieron dirigidas a cuestiones bien concretas del manejo de la economía. Uno de los banqueros, por ejemplo, le recomendó a Batakis recomprar bonos de la deuda, que actualmente cotizan por debajo de los USD 20. De esta forma el Gobierno podría recomprar deuda a precios regalados y de paso recuperar los precios. Hoy la deuda argentina está entre las más deprimidas del mundo, incluso con peor cotización que Ucrania o Sri Lanka.
Por supuesto también hubo preguntas sobre el nivel de reservas. Batakis reiteró que no están pensando en devaluar y no profundizó en posibles medidas para seducir al campo para que venda la cosecha que aún no vendió. Además, explicó que “después de agosto ya no vamos a precisar muchos dólares porque se termina la importación de energía. Es algo que discutimos en la reunión con el FMI, porque era algo que no estaba previsto cuando se firmó el acuerdo”.
Uno de los temas que generó más idas y vueltas estuvo vinculado con las tasas de interés, que siguen en terreno negativo en términos reales, o sea están por debajo de la inflación. La explicación de la funcionaria no fue del todo satisfactoria para los inversores: “Si el Central sube mucho las tasas, entonces deja al Tesoro sin financiamiento y nosotros precisamos seguir tomando deuda en el mercado”, aseguró. Pero enseguida le contestaron que es un error que la política monetaria la maneje el Tesoro y no el BCRA.
Un dato de color del encuentro fue la presencia de Alejandro Werner en los pasillos de la embajada argentina, previo a la reunión. Se trató en realidad de un encuentro de Batakis con el ex director del departamento occidental del FMI, reemplazado por el brasileño Ilan Golfajn. En una charla informal que mantuvo con algunos de los representantes de Wall Street, consideró que el Fondo no le soltará la mano a la Argentina, algo en lo que coinciden casi todos los que siguen de cerca el cumplimiento del programa.
SEGUIR LEYENDO: