Tras su reunión con el FMI y el Tesoro, Batakis buscará explicar su plan a inversores de Wall Street y ejecutivos

La ministra de Economía completó su primer día de misión en Washington luego de encuentros con Kristalina Georgieva y con David Lipton. Este martes tendrá un desayuno con inversores y luego con cuatro gigantes del sector privado norteamericano

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La ministra de Economía completó su primer día de misión en Washington luego de encuentros con Kristalina Georgieva y con David Lipton
La ministra de Economía completó su primer día de misión en Washington luego de encuentros con Kristalina Georgieva y con David Lipton

La segunda parte de la gira que encabeza la ministra de Economía Silvina Batakis en Washington estará dominada por encuentros cara a cara con ejecutivos, inversores y analistas de Wall Street, a quienes intentará la funcionaria explicar sus primeros pasos al mando de la política económica del gobierno de Alberto Fernández, en medio de la crisis cambiaria, la aceleración de la inflación y las dudas sobre la posibilidad de cumplimiento de las metas acordadas con el FMI.

El primer día en la capital norteamericana tuvo como protagonistas a tres entidades clave para la coyuntura argentina: por un lado, el Tesoro norteamericano, el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial. La jefa del Palacio de Hacienda pasó por los tres organismos para que “la conozcan y la escuchen”, tal como definió ante Infobae el embajador argentino en los Estados Unidos Jorge Argüello, que ofició de armador de la agenda urgente para la ministra y quien actúa como sherpa de la funcionaria en Washington.

En primer lugar, el Tesoro de los Estados Unidos. En esa mesa estuvieron David Lipton, ex director gerente adjunto del FMI en los años de negociación del Stand By firmado en 2018, y otros como Michael Kaplan y Andy Baukol, dos funcionarios que siguen de cerca la agenda internacional del Tesoro norteamericano y con vínculos con el directorio del Fondo Monetario. La reunión comenzó cerca del mediodía en el 1500 de la avenida Pensilvania, a metros de la Casa Blanca, con la presencia de Batakis y la viceministra Karina Angeletti.

La segunda parte de la gira que encabeza la ministra de Economía Silvina Batakis en Washington estará dominada por encuentros cara a cara con ejecutivos, inversores y analistas de Wall Street

Tanto Lipton como Kaplan y Baukol son los asesores de Yellen encargados de cuestiones internacionales. Un histórico de los organismos internacionales de crédito, Lipton tuvo un perfil alto durante los años de negociación e implementación del préstamo Stand By que firmaron el gobierno de Mauricio Macri con el FMI. Considerado un “halcón” en términos de ortodoxia fiscal, fue el segundo funcionario en importancia del Fondo Monetario por debajo de Christine Lagarde.

Tras esta primera parada, Batakis se dirigió a la sede del FMI para la reunión con Kristalina Georgieva y con el director del Departamento del Hemisferio Occidental Ilan Goldfajn. Más tarde, tuvo lugar un almuerzo de trabajo hasta cerca de las 18 hora argentina en la sede de esa institución, en la calle 19 de la capital estadounidense, en la que estuvieron Goldfajn, Luis Cubeddu y Julie Kozack.

Georgieva, quien aseguró que en la relación entre la Casa Rosada y el organismo será decisivo “la implementación” del programa acordado en marzo y que ya tuvo una primera recalibración en junio, durante la primera revisión. En un breve comunicado publicado en su cuenta de Twitter, Georgieva saludó a la funcionaria argentina y le dedicó: “Otra reunión productiva con la ministra Batakis. Damos la bienvenida a sus esfuerzos iniciales para fortalecer la sostenibilidad fiscal y acordamos la importancia de la implementación decisiva del programa para abordar los desafíos económicos y sociales de Argentina”, mencionó.

Georgieva y Batakis tuvieron su primer cara a cara en Washington
Georgieva y Batakis tuvieron su primer cara a cara en Washington

Pocos días después de su llegada al Palacio de Hacienda, Batakis había tenido un primer contacto con la directora del Fondo Monetario, en que le había asegurado que el Poder Ejecutivo seguía comprometido con las metas anuales previstas en el programa económico acordado por Martín Guzmán. Participaron además de Georgieva y Batakis, Argüello y Goldfajn, uno de los supervisores del acuerdo con la Argentina.

El Ministerio de Economía mencionó tras el encuentro que que “las autoridades del organismo multilateral mostraron su interés por conocer de primera mano la situación macroeconómica argentina, en medio del actual contexto global derivado del conflicto bélico en Ucrania e intercambiaron visiones sobre los desafíos económicos y sociales de la Argentina”.

Una parte relevante de la agenda entre el Gobierno y el FMI estará marcado por la segunda revisión de cumplimiento de metas. Martín Guzmán renunció al ministerio habiendo afirmado horas antes de su salida que los objetivos trimestrales hasta fines de junio habían sido alcanzados. En números: el Banco Central aceleró sobre el final de ese mes y aseguró haber logrado con compras agresivas en el mercado conseguir los USD 3.450 millones netos que requería esta instancia del programa.

Ese primer día de misión oficial terminó luego en un encuentro con dos funcionarios del Banco Mundial: Axel van Trotsenburg, director gerente de operaciones, y con Jordan Schwartz, director del organismo para Argentina, Paraguay y Uruguay. La entidad anunció la aprobación de un financiamiento de USD 200 millones para “promover un crecimiento sostenible en Argentina, impulsado por la innovación y con foco en la creación de empresas productivas de base tecnológica, el apoyo a los emprendedores y el acceso al capital privado”.

“Damos la bienvenida a sus esfuerzos iniciales para fortalecer la sostenibilidad fiscal y acordamos la importancia de la implementación decisiva del programa para abordar los desafíos económicos y sociales de Argentina” (Georgieva)

Tanto con el Banco Mundial como con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Batakis tendrá en agenda la cuestión de los desembolsos de organismos internacionales. Se trata de un elemento decisivo incluido en el acuerdo con el FMI como parte de las posibilidades del Banco Central de acumular reservas a lo largo del año. Según explican en el Gobierno argentino, parte de esos envíos de las entidades bilaterales está demorado.

El Poder Ejecutivo esperaba para la primera mitad del año unos USD 700 millones, pero esos envíos por cuestiones que atribuyen a demoras burocráticos se aplazaron para los próximos meses, principalmente desde el BID. El primer contacto de Batakis será con Guillermo Francos, quien ocupa la silla en representación argentina en ese organismo. A quien no está previsto que vea es al director del BID, Mauricio Claver-Carone, que en una explosiva carta afirmó que descarta liberar financiamiento a la Argentina por la situación financiera.

Claver-Carone, funcionario norteamericano nombrado por Donald Trump -lo que rompió la tradición de los organismos internacionales de que el BID fuera siempre presidido por un latinoamericano- fue uno de los impulsores del préstamo Stand By que el FMI le otorgó al gobierno de Mauricio Macri en 2018 por USD 57.100 millones.

“El BID está deseando que Argentina cumpla los compromisos con el FMI para mejorar las condiciones macroeconómicas. Los compromisos, mucho más modestos que los exigidos a otros países, son clave para promover el crecimiento sostenible y garantizar que el BID pueda ofrecer a Argentina nueva financiación”, advirtió.

El presidente del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Mauricio Claver-Carone, descartó nuevo financiamiento a la Argentina y cuestionó al Gobierno de Alberto Fernández
El presidente del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Mauricio Claver-Carone, descartó nuevo financiamiento a la Argentina y cuestionó al Gobierno de Alberto Fernández

El éxito de Argentina es el éxito del BID, pero el tumultuoso historial financiero de Argentina afecta singularmente a los costos del banco. El BID debe proteger su capacidad de ayudar de forma fiable a todos sus 26 prestatarios, incluidos los países pequeños con pocos recursos”, agregó. “Por mucho que el BID quiera aprobar nuevos fondos para Argentina, no puede dar el visto bueno a las solicitudes para hacerlo sin asegurarse prudentemente de que tiene un impacto en el desarrollo”, concluyó Claver-Carone.

El martes en la residencia del embajador Argüello habrá un desayuno con inversores y analistas de Wall Street. Será a las 10 de Washington y estarán invitados, entre otros, Santander Investments, Stone Harbor, Goldentree, Bracebridge, Barclay’s Capital y Banza, entre otros. Luego de un almuerzo en la embajada, también aparece en la agenda un encuentro con funcionarios de la Cámara de Comercio estadounidense-argentina.

Y por último una reunión con ejecutivos de cuatro empresas norteamericanas con presencia en la Argentina. En esa lista figuran Clay Neff, presidente de la nueva Compañía de Exploración y Producción de Chevron en Medio Oriente, África y Sudamérica; Omar Vargas, vicepresidente y jefe de Política Pública Global de General Motors; Brian Huseman, vicepresidente de Política Pública de Amazon Amazon; y Karan Bhatia, vicepresidente de Política Pública Global y Relaciones gubernamentales de Google. Después de esta última actividad Batakis regresará a Buenos Aires.

El viaje de la ministra tiene algunos elementos de contexto especialmente difíciles: a la distancia, no puede dejar de monitorear la actividad en el mercado financiero y la respuesta de los tipos de cambio paralelos y la cotización de los activos argentinos, que marcan mínimos desde la reestructuración de la deuda con los tenedores privados y con picos de riesgo país. El miércoles, además, tendrá lugar la licitación de deuda en pesos en la que la Secretaría de Finanzas buscará cubrir vencimientos por $310.000 millones.

Las reservas del Banco Central siguen siendo tema de preocupación en el Poder Ejecutivo. En lo que va de julio el BCRA perdió gran parte del camino de acumulación de reservas netas que había concretado hasta fines de junio para cumplir con la segunda meta trimestral con el FMI. Por un lado, cedió casi USD 1.000 millones por intervenciones en el mercado de cambios y tuvo que pagar en las primeras tres semanas de julio otros USD 1.500 millones para importar energía. Entre el viernes y el lunes próximo, además, deberá destinar unos USD 950 millones que el organismo había girado hace algunas semanas para pagar intereses del préstamo Stand By de 2018.

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