El endurecimiento de las condiciones para importar decidido a fines del mes pasado por el Banco Central genera el riesgo de un “apagón digital” para empresas argentinas de todos los tamaños que dependen de software y servicios digitales para su operación diaria.
La problemática que viven empresas de los más diversos rubros y que afecta a los pagos de servicios de hosting, almacenamiento de datos, programas de gestión y hasta soluciones específicas para procesos productivos comenzó cuando la entidad que conduce Miguel Pesce equiparó las condiciones para el pago de las importaciones de servicios a las que regían para las de bienes, además de forzar a los importadores a conseguir financiamiento a plazo para concretar operaciones con el exterior.
Hoy, la Cámara de la Industria Argentina de Software (CESSI) fue la encargada de dar la alarma a través de un comunicado. La organización que nuclea a más de 1.800 empresas alertó “sobre las dificultades que representa para todos los sectores productivos del país la implementación de la Comunicación “A” 7532 por el Banco Central de la República Argentina (BCRA)”.
“La medida dificulta que las empresas puedan cumplir con las obligaciones contraídas con sus proveedores del exterior, paralizando la cadena productiva nacional” (Candelo)
“La medida dificulta que las empresas puedan cumplir con las obligaciones contraídas con sus proveedores del exterior, paralizando la cadena productiva nacional y la provisión de todo tipo de bienes y servicios”, remarcó el comunicado.
“La industria del software en particular, y sus clientes que pertenecen a todos los sectores de la economía, proveen servicios vitales para que las compañías sumen valor en su conjunto. Actualmente tanto los servicios de software que importan las empresas como los que se desarrollan de manera local, están montados en plataformas de todas partes del mundo, por ende la restricción del pago de servicios al exterior podría paralizar la actividad de todas las empresas que utilizan software en sus procesos productivos”, agregó.
En diálogo con Infobae, el presidente de CESSI Sergio Candelo sostuvo que las nuevas condiciones para el pago de importaciones genera todo tipo de problemas entre las empresas que dependen de software y servicios digitales importados para su operación.
“Está todo muy interconectado hoy. Aún una empresa especializada en software, y que exporta más de lo que importa en el rubro, depende muchas veces de servicios importados para sus desarrollos. Por ejemplo el almacenamiento de datos en la nube, sobre la que corren muchos de los sistemas que se desarrollan y se exportan desde el país, suele ser importado”, dijo.
“Y así hay innumerables casos de empreaas, no sólo empresas de software, que tienen sus procesos contables, de ventas o productivos integrados a soluciones que se pagan todos los meses”, agregó Candelo.
El modelo de negocios del sector del software a nivel global experimentó un cambio en los últimos años que hace más urgente el problema. Las empresas desarrolladoras se han ido moviendo en dirección a un modelo de suscripción, en el que se comercializa sus sistemas mediante un pago mensual o periódico, desde un modelo previo de venta llave en mano. Ya es más común que sistemas tan simples como un Office de Microsoft se paguen mediante suscripción que mediante una compra de una sola vez que otorgue el derecho al uso ilimitado de ese sistema.
“Hemos detectado es dificultades para conseguir equipamiento, hasta las computadoras más básicas” (Galeazzi)
“Se da la situación de que si una empresa quiere sumar trabajadores y pagar más usuarios para esos mismos sistemas, simplemente porque puso más escritorios, supera el tope para importar del Banco Central y que obliga a pagar no más de un 5% más de lo que se pagó como importación durante el año pasado. Superás el tope”, dijo una empresario del sector a Infobae.
Los distribuidores locales de software son los que se encuentran con las trabas, algo que se ve agravado por la diferencia en los niveles de actividad deprimidos durante las medidas de distanciamiento social impuestas en 2020 y 2021 por la pandemia, señaló el mismo empresario.
“CESSI gestiona una modificación ante diversos organismos de Gobierno con el pedido explícito de que se considere la sensible situación de las empresas, en especial de aquellas que tienen contratos y obligaciones contraídas antes de la nueva norma y que hoy no pueden acceder al Mercado de Cambios para pagarlas”, afirmó Candelo en el comunicado de CESSI.
Los problemas para mantener el acceso a servicios digitales clave para la producción y software de uso cotidiano en las empresas se suman a los que ya existían para la importación de hardware.
“Hemos detectado es dificultades para conseguir equipamiento, hasta las computadoras más básicas. Varias empresas se han encontrado con dificultades para traerlas. No tanto con el pago sino con la disponibilidad del equipamiento”, dijo Luis Galeazzi de Argencom a Infobae.
Los problemas para los pagos de importaciones de software y servicios digitales persisten a pesar de que el Banco Central flexibilizó las normas para el sector en la Comunicación A 7542 del 7 de julio. Voceros del Banco Central no hicieron declaraciones.
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