El dólar libre tomó ganancias este lunes y cerró a $322 para la venta, con un recorte de 16 pesos o 4,7% en el día. La divisa interrumpió una serie de cuatro alzas consecutivas, período en el que alcanzó nuevos precios máximos. Ahora, la cotización volvió a alinearse en un rango intermedio entre el dólar MEP y del “contado con liquidación”, las otras variantes ajenas al control de cambios que son la referencia para empresas.
De todos modos, la tendencia bajista del “blue” se revirtió en parte después del mediodía el dólar libre estuvo operado en un piso de 317 pesos. La divisa tocó el viernes un máximo histórico intradiario de $350 para la venta, y un récord de cierre de 338 pesos.
En lo que va de julio, el billete en el circuito paralelo sostiene una ganancia de 84 pesos o 35,3 por ciento. Por otra parte, el dólar en el segmento mayorista subió 66 centavos, a 130,40 pesos. La brecha cambiaria con el “blue” llega a 146,9 por ciento.
El analista financiero Christian Buteler comentó a Infobae que “la verdad es que el blue subió más por la incertidumbre que por lo que subieron realmente el contado con liquidación y el MEP, y que por la demanda. En estos días que se lo veía subir siete, ocho o nueve pesos, lo que trascendía de algunas mesas de dinero era que no había una sobre demanda que convalidara esos precios. Decían que no, que había muchas consultas, que sí había operaciones, pero que no había una demanda tan grande como para poder sostener esos precios en el tiempo. La semana pasada terminaron más abajo el contado con liquidación y el MEP. Es lógico que sin existir esa demanda se ajuste también el dólar blue”.
“Quedarte con una brecha superior al 100 por ciento después de esta corrida me parece que no es para festejar ni mucho menos. El dólar debería bajar muchísimo todavía, y no solamente el blue, sino sobre todo el MEP y el contado con liquidación, como para que el Banco Central pueda decir que de esto salió más o menos bien parado. Que tampoco va a ser así, porque se disparó la inflación y esos precios tampoco vuelven atrás. Me parece que acá no hay ninguna victoria ni nada que se pueda destacar”, agregó Buteler.
En tanto, el Banco Central consiguió sumar reservas líquidas por segunda sesión operativa con su participación cambiaria, aún con la presencia de una alta demanda por parte de importadores de energía, en una rueda con negocios en el segmento de contado (spot) por importantes USD 407,3 millones, unos USD 100 millones más que el viernes.
“El BCRA empezó con una compra de USD 55 millones la última semana del mes, en la segunda rueda consecutiva, todavía con una presencia muy fuerte de demanda de divisas para energía, que superó lo cien millones ‘largos’”, confió una fuente del mercado.
En cuanto a las paridades bursátiles, el “contado con liquidación” y el MEP terminaron con ganancias, a $332,47 y $319,24, según informó la agencia Reuters. En ByMA (Bolsas y Mercados Argentinos), el “contado con liqui” a través del bono Global 30 (GD30C) finalizó negociado a $325,99, mientras que el dólar MEP con el Bonar 30 (AL30D) cerró a 319,63 pesos.
“Aún así, tras las últimas regulaciones sobre los Cedear, los dólares financieros continúan en modo respiro más allá de que búsqueda de cobertura entre los agentes económicos sigue intacta, en medio de desafíos por las tensiones inflacionarias y financieras así como un cada vez más delicado escenario político, económico y social”, evaluó el economista Gustavo Ber.
La Bolsa subió 5% y los ADR treparon hasta 14%
Los bonos soberanos operaron con mucha volatilidad y negociaron con bajas que superaron el 2% por la mañana, tendencia que consiguieron revertir sobre el cierre. En el mismo sentido, el riesgo país medido por JP Morgan se acercó a los 3.000 puntos por primera vez desde el 14 de mayo de 2020.
Los bonos Globales, en dólares con ley extranjera, finalizaron con alza de 0,6% en promedio en Wall Street, aunque operaron en rojo la mayor parte de la rueda.
A partir de junio se disparó el riesgo país, que pasó del umbral de los 2.000 puntos a comienzos del mes pasado a un máximo intradiario de 2.976 unidades este lunes, con caídas sustanciales en bonos dolarizados, a valores pre reestructuración soberana. Sobre el final de la rueda el índice se ubicó en los 2.927 puntos básicos.
El índice accionario S&P Merval de la Bolsa de Comercio de Buenos Aires ganó un 5% en pesos, a un nuevo máximo histórico nominal de 119.508 puntos al cierre, tras acumular una mejora del 9,2% la semana pasada por tomas de coberturas.
“Las acciones del panel líder desarrollaron alzas, influenciadas en gran medida por la elevada suba del tipo de cambio contado con liquidación a lo largo de las jornadas. Asimismo, potenciada por expectativas de devaluación”, dijo Gissela Avenia, analista de Rava Bursátil.
“El dinero no duerme. Hoy todos están notificados que el dólar esta disparado, que comprarlo y pagar tan caro ya no es negocio, que muchísimo más negocio es salvar al peso, y la Bolsa para eso es la más efectiva al comprar activos totalmente desvalorizados a que sumen valor. Cuando el dólar blue realmente perturba al país y a la economía en su conjunto, como lo es en el mes de julio, es cuando también dispara el ‘peso Bolsa’ y sorprende a todos, es decir los pesos colocados en activos de empresas”, afirmó Jorge Fedio, analista técnico de Clave Bursátil.
En Wall Street las acciones y los ADR argentinos negociados en dólares tuvieron ganancias generalizadas y destacó el salto de Edenor (+14,6%), impulsado por la segmentación tarifaria. También subieron fuerte títulos más representativos, como YPF (+7,7%, a USD 3,13), Banco Francés (+6,4%) y Grupo Galicia (+5,1%).
La ministra de Economía Silvina Batakis inició este lunes su agenda de actividades en Washington con la directora gerente del Fondo Monetario Internacional Kristalina Georgieva y otra con algunos de los funcionarios más importantes del Tesoro.
En su primera escala, por la mañana, la funcionaria tuvo un primer encuentro en el Tesoro norteamericano. En esa mesa estuvieron David Lipton, ex director gerente adjunto del FMI en los años de negociación del Stand By firmado en 2018, y otros como Michael Kaplan y Andy Baukol, dos funcionarios que siguen de cerca la agenda internacional del Tesoro norteamericano y con vínculos con el directorio del Fondo Monetario.
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