Uno de los cascos de estancia más emblemáticos, 13 kilómetros de la ciudad de La Plata y 44 de Buenos Aires salió recientemente a la venta. La edificación fue diseñada en un terreno de 7,3 hectáreas que forma parte de la histórica Estancia El Rincón, en Villa Elisa. Está valuada en USD 3.200.000 y el inmueble principal dispone de 490 metros cuadrados cubiertos.
Es una propiedad de estilo neoclásico que data de 1887, emplazada en un área parquizada con diseño inglés, rodeada de una arboleda añosa.
Un poco de historia
En 1872 el gobernador de la provincia, Mariano Acosta, vendió a Jorge Bell, “El sobrante de terreno que ha resultado en el terreno denominado “Estancia Grande”, compuesto de seiscientas treinta y nueve hectáreas, ochenta y seis áreas, y veinticuatro centiáreas”, dicen los papeles del inmueble. Dentro de esta parcela se encontraba la estancia El Rincón (tal la denominación de un puesto que existía en el lugar), relacionada seguramente a su posición, un vértice al este de la Estancia Grande.
En 1879 Bell adjudicó a sus hijos, Jorge (h.) la “Estancia Grande”, a Archivaldo, la “Estancia Chica” en Abasto y a Tomás, la “Estancia El Rincón”, en Villa Elisa. El apellido Bell está emparentado con esta zona de La Plata conocida como City Bell, una de las más prosperas en materia de construcciones y nuevas viviendas.
En la época en la que la Estancia El Rincón perteneció a Tomás Bell se realizaron la mayoría de las construcciones existentes, como la casa principal y la casa secundaria del casco. Originariamente se hicieron de estilo francés. La casa principal tenía dos niveles, y galerías que la rodeaban en su totalidad, culminando en un altísimo techo de tejuela negra.
En 1928, integrando la sucesión de Tomás Bell, la estancia, que contaba de cerca de 600 hectáreas, se remató y fue comprada por Pablo Edmundo Saint, quien se dedicó a la cría de vacas holando-argentinas y construyó allí varios tambos. El empresario, fabricante de los famosos chocolates “Águila” hizo colocar vías de autorriel para transportar la leche que, ya pasteurizada, enviaba a la fábrica de Buenos Aires.
En la década del ‘40 la casa principal se incendio casi en su totalidad, excepto las paredes de la planta baja. En 1946 Pablo Saint falleció y lo sucedió su hijo Edmundo. En 1951 la casa principal fue remodelada y reconstruida, conservando las paredes de la antigua vivienda. Los arquitectos Carlos E. Bullrich y Alberto Méndez, directores de la obra, utilizaron un estilo neoclásico, de poca ornamentación, y ubicaron los ambientes principales de la casa en planta baja, dejando solo un atelier en la planta alta.
“Así es como la vemos actualmente. El parque frente a la casa, también fue remodelado en esta época, acorde al nuevo estilo, éste fue realizado por E. Coombs y Kathleen Coombs. Se trajeron especies que no existían en el país, de diferentes lugares del mundo, que actualmente son un atractivo especial para los estudiantes especializados en paisajismo”, relató Mariano García Malbrán, presidente de la Cámara de Empresas de Servicios Inmobiliarios (CAMESI) y experto en inmuebles históricos.
Luego el parque continuó enriqueciéndose en especies, dado que la esposa de Edmundo Saint, María Julia Ignacia Bullrich fue presidenta de la Sociedad de Floricultura en esa época.
En 1958, a la muerte de Edmundo Saint, lo heredaron su viuda, que se quedpo con el casco de la estancia, y María Clara Saint y Romero, hija extramatrimonial, a la que le correspondieron las 211 hectáreas de la entrada, origen al barrio El Rincón.
María Julia Ignacia Bullrich vendió una parte en 1961 a la Sociedad de Fomento Equino, que la revendió posteriormente. Allí funciona actualmente funciona un Haras. Y en 1969 vendió el resto a Bel Retiro SA de Inversiones Mobiliarias e Inmobiliarias, cuyo presidente era Roberto Eduardo Roberts, del Banco Roberts, que la utilizaba como casa de descanso.
Asi es que a lo largo de un siglo y medio la propiedad perteneció a cuatro familias que dejaron su impronta, conservando y renovando su valor y belleza.
García Malbrán comentó a Infobae que recién en 1993 la propiedad fue comprada por sus actuales dueños. Estos, dijo “enfatizaron su esplendor original y la adecuaron a espacios para festejos: ambientes cálidos, amplias galerías y un salón decorado al estilo campestre”.
Cómo es
El parque tiene castaños, robles, casuarinas, magnolias, vitex, araucarias, eucaliptos, azareros, lagestroemias, alcanfor, pinos y árboles frutales (higueras, ciruelos, naranjos, nísperos, caquis, frambuesas, moras), entre otros.
La construcción principal es de paredes de 60 centímetros de espesor, que determinan una gran inercia térmica, conservando en el interior el clima fresco en verano, y aislándola del frio en el invierno, con techo de losa, y carpinterías de madera de roble y rejas de hierro.
En planta baja, se encuentran el hall de acceso, comedor con estufa hogar de hierro y pisos de madera de roble de Eslavonia. El estar principal tiene un estufa-hogar revestida en mármol, y pisos en damero de mármol blanco y negro. Este ambiente da a un patio donde hay una fuente con plantas acuáticas y peces.
“Posee 3 dormitorios principales con amplios placares realizados en madera, uno de ellos cuenta con vestidor separado. Dos escritorios y además otros 3 dormitorios secundarios” (García Malbrán)
La cocina está planteada en dos ambientes, con campana a leña en hierro antiguo y una cocina moderna a gas, con mesadas en granito negro y muebles bajo y sobre mesada de madera.
Posee 3 dormitorios principales con amplios placares realizados en madera, uno de ellos cuenta con vestidor separado. Dos escritorios y además otros 3 dormitorios secundarios.
Cuenta con 3 baños principales completos y un ambiente utilizado como despensa, además de una galería amplia que da al parque principal. En la planta alta tiene atelier con pisos graníticos y ventanales que completan una vista de 180 grados y que expande hacia la terraza circundante.
La construcción secundaria, o quincho estilo campo fue recientemente renovada por completo. Tiene pisos de porcelanato y madera de pinotea, y conserva el techo original, con la estructura de cabreadas de madera a la vista, con estufa-hogar y ventanas de madera antigua de roble, y postigos plegables. Esta construcción posee una galería en dos de sus laterales, y da al parque.
Un galpón de 372 m2, con tres ambientes que se utilizaban como oficinas, sirven para el guardado de maquinarias y como sala de máquinas, donde se encuentra el grupo electrógeno. En el sector de cocheras se pueden estacionar 6 vehículos, dispone de fosas, área de herrería y depósito.
La piscina es semiolímpica con 25 metros de largo por 8 de ancho. También en el exterior está el tanque de agua originario de la estancia, con una capacidad de 85.000 litros y 25 metros de altura.
Por su distribución es ideal para un público ABC 1 que pueda residir en un lugar de lujo. “Quien lo compre puede transformarlo en un lugar para eventos empresariales, cumpleaños, casamientos, o como hotel de campo”, concluyó García Malbrán.
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