En la historia del hombre moderno ha habido cientos y hasta miles de productos que han triunfado y que se han vendido a lo largo y ancho de todo el mundo.
El IPhone, la Coca-Cola y la emblemática Big Mac, son sólo algunos ejemplos de productos que han tenido éxito mundial y que desde hace varios años están entre las compras usuales de las personas. Sin embargo, algunas de las empresas que han sabido tener éxito con sus productos, también han probado el sabor de la derrota y han desperdiciado enormes cantidades de dinero en el desarrollo de nuevos objetos, alimentos, y hasta servicios que han fracasado rotundamente y que fueron discontinuados en poco tiempo.
El “Museo del Fracaso” es una colección de productos y servicios de todo el mundo y de toda la historia que no atrajeron al público y que sólo duraron un corto periodo de tiempo a la venta. “Cada elemento proporciona una visión única del arriesgado negocio de la innovación”, reza la descripción del curador.
En este artículo, Infobae recopiló los 10 productos más impensados, extraños y hasta predecesores de posteriores éxitos que fueron un fracaso y nadie, o muy poca gente, compró:
Nintendo Power Glove (1989-1990)
La esperanza del fabricante japonés de consolas de videojuegos era que el Power Glove fuera el primer puntapié para los juegos de realidad virtual. Los usuarios, confiados en el éxito que había tenido la primera versión del Game Boy, corrieron a las tiendas para hacerse de los novedosos guantes.
Sin embargo, quienes lo compraron rápidamente perdieron interés por el Power Glove, ya que era complicado de instalar y los controles eran imprecisos. Todavía no se contaba con el conocimiento para hacer que la realidad virtual fuera fluida. No obstante, varios de los avances del guante de Nintendo posibilitaron su posterior éxito, la consola Wii.
Colgate Frozen Beef Lasagna (1960)
Sí, la marca de pastas y productos dentales Colgate, lanzó décadas atrás una lasagna congelada lista para comer. La empresa quiso ingresar al lucrativo mercado de comidas preparadas aprovechando su fuerte lealtad a la marca y lanzó una una línea de alimentos congelados en la década de 1960. Tal vez esperaba atraer a las personas a sus comidas congeladas para que luego se lavaran los dientes con la pasta dental de la compañía. Cualesquiera fueran las razones, la extensión de marca fue un fracaso vergonzoso.
Trump: The Game (1989-1990; 2004)
Este juego de mesa estaba inspirado en el negocio inmobiliario del magnate Donald Trump, antes de que se vuelque de lleno a la política. Trataba básicamente de la compra y venta de inmuebles. Era muy parecido a uno de los juegos de mesa más famosos del mundo: la principal crítica es que era como el Monopoly, pero más complicado y aburrido, dijeron los usuarios.
La mayoría de quienes compraron el juego probablemente no se molestaron en leer las diez páginas de instrucciones. Hubo un relanzamiento en 2004, tras el éxito de Trump con la serie de televisión The Apprentice, pero volvió a fracasar a pesar de las reglas de juego simplificadas e incluso más fotos de Trump. Una reseña lo puso en estos términos: “No es un juego que quieras volver a jugar”.
Atari – E.T. The Game (1982-1983)
El videojuego, basado en una de las películas más exitosas e icónicas de los 80, parecía que no podía fallar. Pero la decisión de hacer un juego de E.T. para Atari 2600 se tomó a fines de julio y les dio a los desarrolladores solo cinco semanas y media para construirlo a tiempo para la temporada navideña de 1982.
Los compradores soñaron con el juego de una de sus películas favoritas, pero se encontraron con un juego difícil, torpe y redundante. E.T. vendió 1,5 millones de unidades, pero fue mucho menos de lo esperado y Atari reportó una pérdida de USD 536 millones en 1983. Hoy es citado como uno de los peores videojuegos de todos los tiempos.
New Coke/Coke II (1985)
La rivalidad entre Coca-Cola y Pepsi escaló en 1975 con “El Pepsi Challenge”: los consumidores en pruebas de sabor a ciegas prefirieron Pepsi sobre Coca-Cola, que respondió realizando una extensa investigación de mercado que confirmó que los consumidores preferían una versión más dulce de la receta original.
En consecuencia, Coca-Cola cambió su receta clásica en 1985 y lanzó lo que se llamó New Coke. Los consumidores estaban furiosos porque se había cambiado la receta. La fórmula original se reintrodujo rápidamente y se renombró Coca-Cola Classic. Hay muchas teorías de conspiración al respecto. Una es que Coca-Cola no pudo haber sido tan estúpida y en realidad todo el calvario fue un intento de la compañía de reemplazar el azúcar de caña con edulcorantes más baratos. O que se trató de una estratagema de marketing muy avanzada. Lo cierto es que el nuevo producto fue rechazado por los consumidores frecuentes de la emblemática gaseosa.
Apple Pippin (1995-1997)
Aunque todo lo que alguna vez ideó Steve Jobs parece haber triunfado, Apple tiene una historia oscura en el rubro de las consolas de videojuegos. En 1995 lanzó la Apple Pippin que estuvo en el mercado por sólo dos años.
La empresa japonesa de juguetes Bandai fabricó y comercializó la consola en Japón y EEUU. Tenía la esperanza de vender medio millón de consolas al año. Una versión simplificada del sistema operativo Macintosh hizo que Pippin fuera más rápida y potente que la mayoría de las consolas de juegos del mercado. La principal razón del fracaso de Pippin fue el alto precio: costaba alrededor de USD 600, mientras el de la la consola Nintendo 64 era de USD 200. Además, tenía poca variedad de juegos y fue un fracaso rotundo.
McDonald’s – Arch Deluxe (1996-1997)
En un intento por cambiar su imagen como restaurante para familias con niños pequeños, McDonald’s introdujo una nueva hamburguesa de “sabor más adulto”, para lo cual invirtió USD 300 millones en investigación de mercado y desarrollo. La fastuosa campaña publicitaria mostraba a los niños con el ceño fruncido y asqueados por la hamburguesa para adultos. Pero McDonald’s es más conocido por sus precios bajos que por su comida sofisticada; no logró convencer a los clientes de que pagaran más por una hamburguesa más lujosa. El Arch Deluxe sigue siendo uno de los fracasos más costosos de la industria de la comida rápida.
Celular ESPN (2006)
Este producto combinada un celular con ESPN, el canal de noticias prometió a los fanáticos de los deportes tener todos los deportes todo el tiempo en la palma de su mano.
El teléfono brindaba acceso exclusivo a actualizaciones de puntajes, contenido de video, resúmenes y noticias deportivas continuas, pero aparentemente subestimó el buen gusto de los fanáticos de los deportes. El teléfono era feo, tosco y plegable, y los clientes no estaban dispuestos a pagar los costosos planes que oscilaban entre 65 y 225 dólares por mes. Mobile ESPN fracasó 9 meses después de su lanzamiento y le costó a la empresa millones de dólares. ESPN debería haber escuchado a Steve Jobs cuando le dijo al presidente de la compañía: “Tu teléfono es la idea más tonta que he escuchado”.
TwitterPeek (2009-2010)
Se suponía que TwitterPeek iba a ser un dispositivo de un solo uso: para ver y escribir en Twitter, por el precio de USD200. Pero ¿por qué existió este producto? ¿Acaso los usuarios de Twitter no tienen ya tienen un teléfono inteligente? Otro problema fue que el dispositivo ni siquiera tuiteó muy bien. La pantalla solo mostraba los primeros 20 caracteres de cada mensaje, y leer un tweet completo implicó un desplazamiento lento y molesto. Los sitios web vinculados eran inaccesibles, los nuevos tweets se retrasaban y varios problemas funcionales más. Un crítico de tecnología escribió: “TwitterPeek es tan tonto que me duele el cerebro”.
Caramelo dietético AYDS (1937-1980)
El último caso de la lista es un poco diferente al resto, pues sí tuvo varias décadas de éxito, con un pico de popularidad en los años ‘70 gracias al auspicio de numerosas estrellas de Hollywood. El derrumbe se produjo en la década del 80: la epidemia de Sida (AIDS, por sus siglas en inglés) provocó el colapso de la popularidad de estos caramelos dietéticos, cuyo nombre se volvió espantante. Pese al intento de cambiar a Diet Ayds, el producto dejó de existir: nadie más quería comprarlos.
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