La escalada del dólar libre, que ayer llegó a 318 pesos, ya evidencia algunas consecuencias que exceden a los mercados financieros. Distintos sectores de la economía comienzan a paralizar su actividad ante la incertidumbre que genera la falta de precios de referencia como consecuencia de la escalada de la divisa.
A la paralización las operaciones en el negocio de la venta de automóviles en medio de la crisis de oferta que atraviesa el sector, se suma la construcción, donde los corralones de materiales ya remarcan hasta un 40% el precio de algunos productos y los mayoristas suspenden las ventas.
“Hay algunos productos que se están vendiendo con aumentos importantes de precios. Si vas a los corralones de materiales, muchos están vendiendo con subas de hasta 40%, a cualquier precio dependiendo del producto. Hay gente que compra y gente que no lo hace”, dijo a Infobae Gustavo Weiss, presidente de la Cámara Argentina de la Construcción (Camarco).
En ese sentido, remarcó que por otro lado, “las empresas constructoras que compran en los fabricantes o en los grandes distribuidores no están pasando precios o directamente no quieren entregar”.
“Sucede porque no tienen el material y a su vez no se lo entregaron sus proveedores o porque prefieren quedarse con el material en estos momentos de incertidumbre al no saber cuál es el precio de reposición”, detalló.
Según el empresario, los corralones tienen aumentos desproporcionados por incertidumbre, mientras que las grandes fábricas o los grandes mayoristas lo que hacen es retacear las cotizaciones y las entregas.
“Bien por falta de productos o porque como no saben el valor de reposición prefieren quedarse con el material antes que entregarlo. Esto es lo que está pasando en el sector de la construcción”, insistió Weiss.
“Por ahora, los clientes están esperando que se estabilice el dólar para tomar la decisión de vender sus tenencias en dólares, a ver cuándo alcanza un techo. Mientras se han demorado las cancelaciones de las operaciones en curso, a la espera de una aún mejor cotización para pagar los pesos en que se venden los autos”, confirmó una fuente del sector.
Ayer se conoció que una empresa autopartista, PWA Poliuretanos Woodbridge de Argentina S.A., advirtió a sus clientes que por la falta de dólares no puede cumplir con sus compromisos de importación y, como consecuencia, tendrá que detener la producción de su planta industrial a mediados de septiembre.
La compañía, que fabrica apoyacabezas, apoyabrazos y espumas de poliuretano utilizadas en el interior de los automóviles, es proveedora de la mayoría de las terminales automotrices que producen en la Argentina desde su planta ubicada en el Parque Industrial Pilar. En la carta que envió a sus clientes, indicó que la comunicación “A” 7532 del Banco Central, que a fines del mes pasado estableció más restricciones para el pago de importaciones, limitó al máximo su posibilidad de cumplir con sus compromisos con el exterior, “incluso para realizar pagos correspondientes a importaciones que ya hemos recibido en nuestra planta y con fecha de pago vencida.”
“Está todo muy difícil. El panorama lo da el mercado del dólar. Mientras estemos en esta situación de paranoia, los comerciantes no tienen valores de reposición ni saben si van a poder reponer. Estamos en una tremenda confusión y esperamos que el Gobierno envíe señales claras sino esta va a estar cada día mas complicado”, dijo a este medio titular de la Cámara Argentina de Comercio (CAC), Mario Grinman.
Fuentes del sector de retail destacaron que productos electrónicos como las computadoras y teléfonos de la marca Apple dejarán de entrar al país en medio de las restricciones a las importaciones porque son un producto fabricado íntegramente en el exterior y considerados suntuarios. Asimismo, agregaron que los productos fabricados en la Argentina con insumos importados ya registran fuertes alzas en los precios.
Cabe recordar que el cimbronazo político que generó la renuncia del ahora ex ministro de Economía, Martín Guzmán, llegó en los primeros días de julio a la economía real de la mano de la suba del dólar y la disparada de las expectativas de inflación. Esa situación trajo aparejadas conductas defensivas de consumidores, industriales y comerciantes. En los primeros días hábiles de julio hubo subas de precios o proveedores que frenaron las ventas a la espera de recuperar referencias antes de vender la mercadería con la que cuentan. Esta situación se agravó esta semana con la disparada del dólar libre, que siguió hoy con una escalada que parece no tener freno y cerró en la punta vendedora a $317, tras alcanzar previamente los $318.
En tanto, los tipos de cambio financieros también alcanzaron nuevos máximos históricos, en una jornada de alta tensión cambiaria. El blue operó así con una suba de $16 en el mercado paralelo, para alcanzar un nuevo récord y acumular un avance de más del 30% en lo que va de julio.
En ese contexto, la brecha entre el dólar paralelo y el tipo de cambio oficial mayorista se ubica por encima del 145%, mientras la escalada impacta también en el interior del país, donde en algunas provincias llegó a venderse a $323, según un relevamiento en el mercado marginal.
En ese marco, economistas consultados por Infobae afirmaron que el fuerte incremento de la divisa en el mercado informal tendrá impacto en el corto plazo y con un aumento de la inflación que ya alcanzó el 64% en los últimos 12 meses. Asimismo, advirtieron que se pueden paralizar las ventas de bienes y servicios por la falta de referencia de precios y la imposibilidad de reponer stocks.
Juan Pablo Albornoz, analista de la consultora Ecolatina dijo que la peor noticia para el mercado es la incertidumbre que existe en la política económica. “La consecuencia es clara: más pesos refugiándose en los dólares”, remarcó.
“Si miramos la brecha, el dólar libre y los financieros están en niveles de crisis. Sin embargo, ajustados por inflación todavía están casi $100 por detrás del pico de octubre 2020. Claramente las consecuencias más inmediatas de semejante incertidumbre son el impacto en precios, algo que ya se vio dos semanas atrás con la renuncia del ex ministro de Economía Martín Guzmán, y la imposibilidad de saber a qué precio se repondrá mercadería, lo cual acorta la duración de los presupuestos o directamente puede llegar a paralizar ventas en algunas ocasiones”, agregó.
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