Los cinco efectos nocivos sobre la actividad económica causados por el cierre de importaciones

Especialistas afirmaron que la medida del Banco Central que endurece las condiciones necesarias para acceder al mercado de cambios generará problemas para la producción y más inflación en el segundo semestre del año

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Vista general de contenedores en
Vista general de contenedores en el Puerto Comercial de la ciudad de Buenos Aires (Argentina), en una fotografía de archivo. EFE/Demian Alday Estévez

Tras la medida del Banco Central que endurece las condiciones necesarias para acceder al mercado de cambios con el fin de pagar importaciones, achicando cupos mensuales y poniendo el foco sobre las compras de empresas, podría comenzar a haber desabastecimiento en distintas industrias por la falta de insumos y cortes en la cadena de producción entre otros efectos nocivos, según alertó el economista Gustavo Lazzari.

En su opinión, los cinco efectos que la medida del BCRA tiene sobre la actividad económica son: el impacto en los precios de los bienes ante la incertidumbre respecto al valor del dólar; quiebres de producción de las fábricas; la posibilidad concreta de que en los próximos días algunos sectores comiencen a desabastecer algunos productos debido al “agotamiento de stocks de insumos críticos y materias primas relevantes”; pérdida de cupos de compra; y el cierre del crédito a las empresas, que afecta la reputación de las mismas.

“No hay producto que en alguna fase de producción no dependa de algún insumo crítico importado. Ni acá ni en ningún país del mundo”, planteó Lazzari en un posteo en su cuenta de Twitter.

En ese sentido, dijo que en breve faltarán productos debido al agotamiento de stocks de insumos críticos y materias primas relevantes. “El cierre de las importaciones es lisa y llanamente criminal. Si este cepo a las importaciones sigue, veremos quiebres de producción inéditos”, aseguró.

Cabe recordar que el Directorio del Banco Central (BCRA) dio a conocer a fines de junio modificaciones sobre las normas que rigen en el mercado de cambios que tienen por objetivo morigerar el flujo de importaciones que impide al Banco Central sumar reservas. La medida endurece las condiciones necesarias para acceder al mercado de cambios con el fin de pagar importaciones, achicando cupos mensuales y poniendo el foco sobre las compras de empresas.

“No hay producto que en alguna fase de producción no dependa de algún insumo crítico importado. Ni acá ni en ningún país del mundo” (Lazzari)

Entre las consecuencias que trae aparejadas el cepo a las importaciones, Lazzari remarcó que genera otros efectos perversos poco explicados. “Empresas argentinas que entran involuntariamente en los ´veraz´ internacionales”, destacó. En ese sentido, aclaró que para las compañías es muy difícil limpiar la imagen y el crédito tras incumplir con sus compromisos.

Cada día que se pierde, el crédito se debilita. Las empresas importadoras no pueden explicar a sus proveedores este delirio”, señaló el economista. Asimismo, dijo que el cepo a las importaciones genera “pérdida de cupos de compra” para las empresas.

En otro orden, Lazzari destacó que cuando se reestablezca el flujo normal de importaciones, habrá que esperar al menos 90 días para que los barcos provenientes de China vengan con insumos básicos. “Recuperar un flujo no es una canilla instantánea. Podemos perder un semestre adicional”, aseguró.

Detalló que ante esta situación, las compañías de seguro no toman facturas argentinas ni las pymes acceden a créditos de bancos ni a triangulaciones para financiar importaciones. “Hay tristes experiencias de casas matrices que sacrifican la filial argentina desabasteciendo su propia operación”, agregó.

A su turno, Camilo Tiscornia, director de la consultora C&T Asociados, dijo a este medio que tras las últimas trabas a las importaciones, hay insumos y productos que no van a entrar fácilmente porque las empresas no pueden conseguir financiamiento para 180 días. “Van a empezar a faltar bienes terminados e insumos, y eso puede trabar la producción. Para el que pueda importar, lo están obligando a usar el Contado con Liquidación, que estaba cerca de $200 y ahora ya supera los $300″, analizó.

“Restringir importaciones indiscriminadamente termina siendo contraproducente. Por ejemplo, sectores como el automotriz, agroindustria o minería requieren un flujo sostenido de importaciones para después retribuir con divisas” (Manoukian)

Y añadió: “Si un importador tiene que traer un insumo o un producto a $330, eso va a tener un impacto inflacionario. Va a haber escasez, complicaciones para la producción y tendencia a mayor inflación, lamentablemente. La brecha se está metiendo en los precios internos”.

En tanto, Santiago Manoukian, economista de Ecolatina, dijo a Infobae que el escenario con estas restricciones es “de mayor inflación y menor actividad” para el segundo semestre del año. “La actividad se restringe porque limitan la expansión del mercado interno vía una menor disponibilidad de insumos y bienes tanto en cantidad como en variedad. Por otro lado, se genera una presión sobre los precios porque hay una menor oferta frene a una demanda que sigue muy pujante”, opinó.

Para Manoukian, las trabas a las importaciones afecta también a las exportaciones porque hay sectores que tienen un mayor componente importado en sus exportaciones. “Si vos restringís importaciones indiscriminadamente termina siendo contraproducente. Por ejemplo, sectores como el automotriz, agroindustria o minería requieren un flujo sostenido de importaciones para después retribuir con divisas”, destacó.

El sector automotriz es uno
El sector automotriz es uno de los afectados por lastrabas a las importaciones EFE

En línea con sus colegas, la economista Natalia Motyl dijo a Infobae que la falta de divisas para poder importar está paralizando la producción de sectores claves como la manufacturera y construcción “que son los dos sectores que más empleo generan en nuestro país”.

“Es más, muchos de los insumos locales que se utilizan para la producción tienen algún que otro componente importado. Así que estos cuellos de botella autogestados por las mismas políticas nocivas aplicadas por el gobierno están generando un estancamiento económico”, analizó.

Para Motyl, lo que está gestando el Gobierno con este tipo de políticas no es sólo un desabastecimiento de varios productos sino también un alza de precios. “La paralización económica va a perjudicar el empleo y el empleo de calidad. Muchas empresas, ante la imposibilidad de llevar adelante sus actividades económicas de forma normal, se verán forzadas a cerrar”, advirtió.

No hay que perder de vista que muchas empresas se están quedando sin stocks, no pueden realizar más pagos al exterior y tampoco tienen posibilidad de conseguir financiamiento. En ese sentido, la Unión Industrial Argentina (UIA) ya le informó a las autoridades del Banco Central y del Ministerio de Desarrollo Productivo que hay algunos casos críticos que ya decidieron adelantar vacaciones ante la falta de insumos para continuar produciendo. Son parte de un extenso informe que la central fabril realizó a partir de un relevamiento realizado entre sus asociados y que contestaron unas 500 empresas.

“Estos cuellos de botella autogestados por las mismas políticas nocivas aplicadas por el gobierno están generando un estancamiento económico” (Motyl)

De este número de empresas, tres casos son críticos, mientras que más de cien tendrán complicaciones en un plazo de dos a tres semanas. El resto respondió que tiene algunos meses más de margen por los niveles de stocks con los que cuentan. Entre las empresas más complicadas, figura Coama Sud América, una maderera de Misiones que produce tableros de madera contrachapada. Para la fabricación, la compañía necesita adquirir fenol para elaborar resina fenólica, cuya producción sólo alcanza para abastecer el 40% del mercado.

Asimismo, una empresa autopartista, PWA Poliuretanos Woodbridge de Argentina S.A., advirtió esta semana a sus clientes que por la falta de divisas no puede cumplir con sus compromisos de importación y, por lo tanto, deberá parar la producción de su planta industrial a mediados de septiembre.

Menos importaciones implica menos exportaciones. No mejora la balanza comercial, la empeora. Vamos a exportar menos y a producir menos. Compramos años de pobreza con este delirio

Agrale, la compañía fabricante y comercializadora de camiones, buses y minibuses, utilitarios y tractores, que notificó a sus proveedores que no está en condiciones de programar su producción para los próximos meses, por lo cual paralizó la compra de piezas para sus vehículos.

A través de una misiva, la compañía hizo referencia al ajuste del cepo cambiario para importadores y afirmó que por la nueva normativa la posibilidad de realizar pagos al exterior “se ha visto fuertemente impactada, incluso para hacer pagos correspondientes a importaciones que ya han sido recibidas en la planta productiva, y con fecha de pago vencida”.

Otro caso es el de la autopartista japonesa Yazaki, la cual informó que no le puede pagar a sus proveedores. “La interrupción o retraso de los pagos como consecuencia de la restricciones impuestas por el BCRA, están completamente fuera de nuestro control”, aseguró la empresa que es parte de un grupo global con 300.000 empleados y presencia en 46 países.

Todo indica que este cepo vino para quedarse”, consideró Lazzari. En tanto, cuestionó algunas voces que señalan que en agosto, cuando el frío pase, se tranquiliza todo. “Argentina es un país que supo atraer millones de inmigrantes, fue abierto al mundo, es la octava superficie del planeta y resulta que su política comercial depende del clima”, criticó.

“Si un importador tiene que traer un insumo o un producto a $330, eso va a tener un impacto inflacionario. Va a haber escasez, complicaciones para la producción y tendencia a mayor inflación lamentablemente” (Tiscornia)

Asimismo, dijo que Argentina está “comprando años de pobreza con este cierre incomprensible de importaciones”. Y agregó: “Menos importaciones implica menos exportaciones. No mejora la balanza comercial, la empeora. Vamos a exportar menos y a producir menos. Compramos años de pobreza con este delirio”.

En otro orden, se refirió a la dificultad que tienen las empresas importadoras para fijar precios. “Un producto importado que cuesta USD 1, hoy habría que venderlo a $135 a la cotización oficial. Pero se paga -o se repone- dentro de 180 días. Y algunos 360 días”, remarcó. En ese sentido, cuestionó: “¿A cuánto estará el oficial en seis meses? ¿te lo darán?”.

Según expresó Lazzari, sin precios no hay operaciones. “La inexistencia de producto no sólo eleva el precio sino que impide la compra. Por lo tanto la producción”, analizó.

Por último, el economista dijo que son varios los importadores que le afirmaron que tienen miedo de transferir dólares Contado con Liquidación (CCL) para pagar una importación y así cumplir, aunque sea a pérdida, pues tienen entendido que si pagan con ese tipo de cambio no accedes más al dólar oficial. “De ser así, pierden competitividad para siempre”, cerró.

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