La ofensiva dialéctica de Alberto Fernández contra los “especuladores que hacen subir al dólar” provocó todo tipo de especulaciones en relación a posibles trabas al funcionamiento del mercado conocido como “contado con liquidación”. La batalla, sin embargo, está perdida de antemano. Sin reservas líquidas más la prohibición impuesta por el FMI para aplicar las pocas que quedan para intervenir en el mercado de bonos, las chances que tiene el Gobierno de intervenir exitosamente en este mercado son prácticamente nulas.
La crítica específica y en público del Presidente al “contado con liquidación” se sumó a artículos periodísticos que el fin de semana expresaban el malestar de la Casa Rosada por estas operaciones supuestamente especulativas. Incluso se mencionó a los Cedear (certificados de empresas extranjeras que cotizan en la Bolsa local) como un vehículo para sacar dólares.
La cotización implícita en los bonos que arrojan el precio del “contado con liquidación” venía en baja en el arranque de la jornada, en paralelo con una jornada aparentemente más tranquila en Wall Street. Pero luego de las expresiones de Alberto Fernández pegó la vuelta y cerró en nuevos récord, rozando los $ 304. Éste es el tipo de cambio que tendrían que pagar las empresas que busquen salir de pesos y llevar dólares al exterior.
Posibles restricciones adicionales para operar en el mercado de “contado con liquidación” serían de poca utilidad para reducir la brecha. Y podría ser peligroso porque dejaría más pesos sin destino claro en el mercado, presionando aún más sobre los precios
Una de las medidas típicas para entorpecer esta operatoria es la conocida como “parking”. Se trata de la obligación que se impone a los inversores para que obligatoriamente conserven bonos en moneda local antes de pasarse a bonos o activos en dólares y girarlos luego al exterior. En esos días de espera se asume un riesgo cambiario, por lo que el objetivo sería desalentar la fuga de divisas al exterior. En el pasado también se impusieron cupos diarios para reducir el volumen del “goteo”.
Sin embargo, una pata fundamental para evitar una escalada de los dólares financieros es la intervención del Central en el mercado de bonos. Y para eso hace falta contar con dólares, que hoy no están. Además, el compromiso con el Fondo es que las escasas reservas no pueden utilizarse con ese fin.
A los artículos periodísticos y las propias expresiones del Presidente se sumó el cambio en la Comisión Nacional de Valores. Ayer se presentó ante autoridades bursátiles el flamante presidente del organismo, Sebastián Negri, que reemplazó a Adrián Cosentino. Ese cambio fue interpretado por algunos jugadores del mercado como un intento por endurecer las regulaciones sobre las operaciones bursátiles que impactan sobre el tipo de cambio.
La brecha cambiaria se mantiene así en niveles de 130% y por ahora no se vislumbre la posibilidad de una disminución como ocurrió a partir de octubre de 2020
Ayer Negri y Cosentino se presentaron juntos como parte de la transición y hablaron de “continuidad”. No hubo mención alguna en el encuentro sobre posibles medidas que impacten en el funcionamiento del “contado con liquidación”. Claro que tampoco era el ámbito ni el momento para anunciarlo.
“El problema que tiene el Gobierno no es el contado con liquidación. Lo que genera la presión cambiaria es la desconfianza y en especial el déficit fiscal. Mientras el Gobierno siga sin enfrentar estos temas no habrá tranquilidad en el frente cambiario”, le dijo a Infobae uno de los participantes en la reunión de ayer en representación del sector privado.
La brecha cambiaria se mantiene así en niveles de 130% y por ahora no se vislumbre la posibilidad de una disminución como ocurrió a partir de octubre de 2020. Ahora el deterioro es mayor que en aquel momento, la situación de reservas del BCRA también es más delicada y la inflación es mucho más alta.
Los inversores apuestan en forma creciente a que sucederá un salto discreto del dólar oficial como forma de reducir la brecha cambiaria. La lógica indicaría que este ajuste debería suceder lo más lejos posible de las elecciones presidenciales. Sin embargo, por ahora tanto el titular del Central, Miguel Pesce, como la ministra de Economía, Silvina Batakis, niegan en forma terminante a esta posibilidad.
SEGUIR LEYENDO: