La ministra de Economía Silvina Batakis tuvo este lunes su primera foto “política” tras comenzar su mandato en el Palacio de Hacienda. Se reunió con cinco gobernadores aliados y estuvieron en la mesa dos temas espinosos en la relación entre la Nación y las provincias, en especial en un contexto de estrechez fiscal: las transferencias a las arcas provinciales y la ejecución de fondos para proyectos de obra pública.
El encuentro fue una continuación, en temario y agenda, de la presentación que hizo más temprano el presidente Alberto Fernández del plan de concreción de 120 grandes proyectos de obra pública en distintas provincias, aún en el marco de una situación, como reconoció el propio jefe de Estado, en que el Gobierno debe “ajustar algunos números”.
Esa poda de gastos, que se preanuncia por un lado por las primeras declaraciones de la ministra Batakis al llegar al Palacio de Hacienda, y además por el nivel de expansión que tuvieron las erogaciones en la primera mitad del año -con la meta fiscal acordad con el FMI en la mira-, es lo que en definitiva preocupa a los gobernadores.
Estuvieron los mandatarios de Buenos Aires, Axel Kicillof; de Catamarca, Raúl Jalil; de Neuquén, Omar Gutiérrez; de Santiago del Estero, Gerardo Zamora; y de Tucumán, Osvaldo Jaldo
Históricamente, según explican fuentes del sector empresario constructor y ex funcionarios, los fondos de la obra pública suelen ser una de las primeras víctimas para la ejecución presupuestaria en momentos en que el Estado se ve forzado a un período de austeridad fiscal. Ese fue uno de los temas que los cinco gobernadores que se reunieron con Batakis pudieron llevar a la mesa de discusión.
Pasaron por el Ministerio de Economía los mandatarios de Buenos Aires, Axel Kicillof; de Catamarca, Raúl Jalil; de Neuquén, Omar Gutiérrez; de Santiago del Estero, Gerardo Zamora; y de Tucumán, Osvaldo Jaldo quienes “le expresaron a la funcionaria su apoyo para llevar adelante los lineamientos de la gestión al frente del Palacio de Hacienda”, mencionó un comunicado oficial.
Se tratará, anticiparon desde el Ministerio de Economía, de la primera de una serie de encuentros con gobernadores. Tras este primer paso, este martes tendrá lugar la segunda ronda, con una foto que incluirá a los gobernadores de San Juan, Sergio Uñac; de Entre Ríos, Gustavo Bordet y de La Rioja, Ricardo Quintela.
“Todos pudieron explicar la situación económica que atraviesan sus distritos y la ministra se puso a disposición para acompañar las distintas realidades en el contexto de una visión federal en la que viene trabajando desde hace varios años”, afirmaron desde el Palacio de Hacienda.
Desde una de las provincias que participaron este lunes de la reunión remarcaron que la obra pública forma parte de las preocupaciones del gobierno local porque configura un elemento decisivo para el nivel de actividad económica en sus territorios.
“Nosotros venimos creando mucho empleo privado registrado (que es clave en una provincia con un alto porcentaje de dependencia de la administración pública) y la obra pública te dinamiza mucho ese margen”, mencionaron cerca de uno de los gobernadores presentes este lunes en el Palacio de Hacienda ante una consulta de Infobae.
“La construcción fue uno de los fuertes para el crecimiento del empleo privado, junto con la industria mediana. Entonces mantener la obra pública es prioritario”, fue la postura que llevó ese mandatario provincial, y que compartió con los otros cuatro.
Batakis cuenta, en ese sentido, con una ventaja en relación a Martín Guzmán: ya arrastraba en los últimos años una relación fluida con los gobernadores por haber sido secretaria de Provincias del Ministerio del Interior, una dependencia con un carácter más político que económico pero en el que cuestiones clave como la coparticipación formaban parte de la gestión diaria.
Ahora con la botonera completa de decisiones para la economía, Batakis afronta una situación distinta con el panorama amplio de restricciones que tiene el Tesoro para lo que resta del año. Según datos de la Oficina de Presupuesto del Congreso (OPC), el gasto corriente creció en los primeros meses del año 10% en términos reales, por encima de la inflación.
Y el Fondo Monetario Internacional, por su parte, ya hizo una fuerte advertencia en su informe tras la aprobación de la primera revisión trimestral: que pretende un recorte de 7,8% para que el Gobierno pueda ajustarse a la meta de déficit primario acordada, equivalente a 2,5% del PBI.
Según datos de la OPC, el gasto corriente creció en los primeros meses del año 10% en términos reales, por encima de la inflación, mientras que el gasto de capital lo hizo 0,6 por ciento
De acuerdo a la OPC, las transferencias de la Nación a las provincias durante el primer semestre del año tuvo un incremento real de 13% y redondeó $257.000 millones. Tomando en cuenta solo junio, ya se veía un freno a ese rubro, que registró una caída de 14,5% en comparación con ese mismo mes del año pasado. En esta cuenta se incluyen gastos como educación, seguridad social y salud, entre otros.
La obra pública, por su parte, comenzó a mostrar en junio los primeros síntomas de desaceleración, siempre según la base de datos de la Oficina de Presupuesto del Congreso (OPC). En ese sentido, en junio los gastos de capital se redujeron 27,7%, principalmente las transferencias de capital (38,7%) y la inversión financiera (36,2 por ciento).
Y la foto más amplia muestra que mientras los gastos corrientes aceleraron 10,4% en términos reales, los fondos para obra pública lo hicieron solo 0,6 por ciento. Un subrubro que sí se destaca es el de la inversión real directa, que creció 9,4% en los primeros seis meses del 2022.
La ministra Batakis evitó hacer referencia por el momento a la necesidad de un recorte de fondeo para cumplir la meta fiscal, aunque sí consideró que necesitará mejorar los mecanismos de administración pública para aprovechar el superávit de organismos descentralizados y otros entes para consolidarlos en la cuenta general, lo que daría algo de aire a las cuentas públicas.
Alguna pista sobre por dónde debería provenir ese recorte la dio Guzmán en una de sus últimas acciones antes de dejar el Ministerio de Economía, como fue la recalibración de metas intermedias trimestrales con el FMI.
En ese documento, planteó: “Estamos repriorizando el gasto a través de modificaciones en bienes y servicios, transferencias corrientes, subsidios y priorización de gastos de capital. Finalmente, manejaremos cuidadosamente la masa salarial del sector público, para asegurar que crezca consistentemente con la tasa de crecimiento de la economía, mientras que el gasto en pensiones continuará siguiendo la fórmula de las pensiones”. Batakis deberá decidir si continúa por ese camino.
Un ejercicio de la OPC en base al decreto presupuestario que Guzmán presentó a mediados de junio para reajustar las partidas de cada área arrojó como resultado que los gastos de capital pasarían de implicar el 2,6% del PBI el año pasado al 2,1%, con un fondeo total de $1,5 billones. En ese sentido, habrá un ajuste de las transferencias de capital, que eran de 1,8% del PBI en 2021 y con sus actuales $995.000 millones serán el 1,3% del PBI.
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