A pesar de la última suba de tasas, el mercado observa que el Gobierno todavía ofrece un interés inferior a la inflación

El Ministerio de Economía subió casi 7 puntos porcentuales el rendimiento de los bonos del Tesoro en su última colocación de deuda, pero las proyecciones de suba de precios para los próximos meses le quitan atractivo para los inversores

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Pesce y Batakis trabajan en
Pesce y Batakis trabajan en un esquema de coordinación de tasas de interés para evitar que los activos en pesos queden por debajo de la inflación

El Ministerio de Economía realizó un primer reajuste considerable de las tasas de interés que ofrece a los inversores por los bonos del Tesoro, pero aún así podría ser insuficiente para que esos títulos tengan un rendimiento superior a la inflación y que sean, por ende, atractivos para el mercado.

Según distintos informes de consultoras, la Secretaría de Finanzas ajustó casi 7 puntos porcentuales el interés que prometió a los inversores por los bonos a tasa fija. Y si bien el Palacio de Hacienda, conducido desde hace dos semanas por Silvina Batakis, consiguió un buen colchón de financiamiento y prolongar los abultados vencimientos que se concentraban hacia fin de mes, un nuevo proceso de aceleración inflacionaria pondrá en tensión ese primer paso.

Economía llevó adelante el último miércoles su primera licitación de deuda en pesos desde el recambio de autoridades en el ministerio y recolectó del mercado $122.000 millones. En esa cuenta están incluidos los bonos nuevos que emitió el Gobierno, pero también hubo una operación de conversión para despejar las obligaciones de pago de este mes. A fin de mes, antes del canje, vencían $490.000 millones. Con la operación consumada, la Secretaría de Finanzas afrontará entonces unos $300.000 millones.

Según distintos informes de consultoras, la Secretaría de Finanzas ajustó casi 7 puntos porcentuales el interés que prometió a los inversores por los bonos a tasa fija

Del total de financiamiento obtenido por el Tesoro, el 92% estuvo representado por instrumentos a tasa fija y, el 8% restante correspondió al bono dollar linked. Asimismo, el 62% correspondió a instrumentos con vencimiento en 2022, el 8% a instrumentos con vencimiento en 2023 y, el 30% restante, al instrumento con vencimiento en 2027. Hubo un cambio de estrategia financiera con la llegada de Batakis: por primera vez en el año no hubo en el menú a inversores un bono atado a la inflación. El Gobierno busca, así, intentar desindexar los intereses de la deuda pública en moneda local.

Según un informe de Quantum, la consultora que dirige el ex secretario de Finanzas Daniel Marx, “el rendimiento de la deuda soberana en pesos subió significativamente entre el 8 de junio y el 14 de julio pese a la fuerte intervención del BCRA comprando bonos en el mercado secundario”, mencionó. “La intervención significó la adquisiciones de títulos por 1,07 billones de pesos (equivalente al 28% de la base monetaria) entre el 8 de junio y el 8 de julio”, continuó.

El BCRA no subió la
El BCRA no subió la tasa tras el dato de inflación de junio pero anunció un "corredor" de tasas de interés. REUTERS/Agustin Marcarian

“Concurrentemente con los cambios políticos ocurridos recientemente, se registró una recuperación de los precios de estos activos. No obstante ello, los rendimientos siguen siendo más altos que a principios de junio; en promedio subió 1.300 puntos básicos el de la deuda en pesos, 550 puntos el de la deuda ajustable CER y 750 puntos el de la deuda dollar linked -con mayores subas en el tramo corto de las curvas-. La intervención del BCRA llevó al mercado a un nuevo ‘equilibrio’, con menos deuda en manos de los privados, con caída en su preferencia para tener esos títulos, y un precio más bajo que antes de la crisis”, analizó la consultora.

En ese sentido, consideró Quantum que “en el caso de la curva de la deuda en pesos, se observa aumentos en todos los rendiimentos, pero relativamente superiores en el tramo corto. En la deuda ajustable por CER, los rendimientos en el tramo corto (menor a 2 años) son más altos el 14 de julio que el 8 de junio. En los dos momentos, empiezan a ser positivos en los plazos mayores al año. En la deuda dollar linked, los rendimientos son más altos actualmente y a diferencia del 8 de junio son positivos en todos los plazos (2,5% anual en los tramos más cortos)”, analizó.

Por su parte, Equilibra aseguró que “el cambio en el Ministerio de Economía vino acompañado también de un cambio de estrategia: por primera vez en el año no se ofreció ningún instrumento vinculado a la inflación. El lado negativo para el Tesoro fue que, para obtener estos montos, se debieron convalidar tasas significativamente mayores a las de las últimas colocaciones”.

Del total de financiamiento obtenido por el Tesoro la semana pasada, el 92% estuvo representado por instrumentos a tasa fija y, el 8% restante correspondió al bono dollar linked. Los bonos a tasa fija tuvieron un considerable aumento de tasas

En ese sentido, mencionaron que “la letra a tres meses ofreció una tasa efectiva anual de 78,9%, lo que implica una suba de 690 puntos básicos respecto a la colocación previa. Así y todo, esta TEA se traduce en una tasa mensual del 5% y todavía se encuentra por debajo de la inflación esperada para los próximos tres meses, por lo que el Tesoro ‘licuaría’ parcialmente esta deuda”.

Invecq, por su parte, hizo un análisis similar. “En el plano monetario se hizo explícito el nuevo objetivo de posicionar al Tesoro como principal impulsor de las tasas de interés reales positivas, en contraste con la situación previa donde el Banco Central lideraba tal acción. Sin embargo, la licitación de deuda del pasado miércoles, primera bajo la gestión de Batakis, no contribuyó en alcanzar esa meta, ya que no hubo incrementos en términos reales”, explicó en su último informe a clientes.

“En este sentido, el mismo bono que en la última licitación al frente de Martín Guzmán el día 28 de junio rendía una TNA de 59,5%, dos semanas más tarde, con turbulencias políticas en el medio e inflación proyectándose al 7% en julio, tan solo aumentó su rendimiento nominal anual en 4 puntos porcentuales”, concluyó.

Batakis desplegó su primer paso
Batakis desplegó su primer paso de estrategia financiera: busca desindexar los intereses de deuda en pesos y dar tasas más altas

Si bien no hizo un reajuste de la tasa de interés de referencia, el Banco Central, un día después de que se conociera el dato de inflación, anunció que implementará un esquema de “corredor” de tasas para que exista de esa forma una suerte de referencia para conocer si hay o no tasas positivas reales.

Ese corredor estará “conformado por la tasa de interés de las Letras del Tesoro de corto plazo, la tasa de política monetaria representada por la Leliq a 28 días y la tasa de pases a un día”. En el nuevo esquema, la tasa de pases del BCRA funcionará como el límite inferior y la tasa de las Letras del Tesoro sea el límite superior.

Si bien no hizo un reajuste de la tasa de interés de referencia, el Banco Central, un día después de que se conociera el dato de inflación, anunció que implementará un esquema de “corredor” de tasas

La exigencia del mercado de deuda en pesos en los próximos meses es alto. La consultora Libertad y Progreso advirtió que en los segundos seis meses del año, el Tesoro deberá afrontar vencimientos de deuda pública por $3,6 billones, equivalente a prácticamente todo el financiamiento conseguido en el primer semestre que fue de 3,8 billones de pesos.

Del total de vencimientos, el 66% corresponde a vencimientos de deuda ajustable por CER, que ha sido el instrumento predilecto de emisión de títulos en los últimos meses, en medio de la aceleración inflacionaria.

El mercado de deuda en pesos representa la posibilidad que tiene el Poder Ejecutivo para ponerle un tope a la emisión monetaria del Banco Central para asistir al Tesoro: los pesos que no consiga Finanzas en sus colocaciones de deuda quincenales los tendrá que poner la autoridad monetaria. El BCRA actúa en este frente con un corset establecido en el programa con el FMI: solo podría emitir el equivalente al 1% del PBI.

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