La ministra de Economía, Silvina Batakis, tiene previsto acompañar al presidente Alberto Fernández a su viaje a Washington antes de fin de mes para mantener abierto el financiamiento en dólares por parte de los organismos internacionales de crédito.
Fuentes oficiales indicaron a Infobae que la ministra Batakis se sumaría a la gira en la que el presidente argentino se encontrará con su par norteamericano, Joe Biden. De todos modos, se esperará a ver cómo evoluciona la crisis cambiaria en los próximos días para tomar la decisión definitiva, mientras la cotización de las divisas paralelas no se frena.
Aún no hubo precisiones sobre un eventual contacto de la funcionaria con los ejecutivos de Wall Street, que expresaron su desencanto con la Argentina tanto en términos retóricos -JP Morgan afirmó que el país transita un camino hacia la hiperinflación y Morgan Stanley subrayó los riesgos de una mayor emisión monetaria- como en la falta de interés para comprar activos argentinos, tal como se refleja en las cotizaciones de los bonos soberanos.
El encuentro entre ambos mandatarios será el 26 de este mes en la capital norteamericana y se producirá cuando varios expertos dudan de la capacidad política del Gobierno de poder cumplir con la fuerte reducción del gasto comprometida ante el Fondo Monetario Internacional (FMI) para el segundo semestre.
Según el acuerdo, que le asegura al país el roll over de la deuda con el organismo y dólares de los bancos de crédito multilaterales, el gasto público debería pasar de un crecimiento del 12% en la primera mitad del año a una caída del 8% en el segundo semestre.
Esta semana, en medio de las críticas de varios dirigentes kirchneristas a las medidas de ajuste anunciadas por Batakis, el vocero del FMI, Gerry Rice, elogió los anuncios formulados desde el Palacio de Hacienda.
“El staff técnico y nuestro representante en Buenos Aires ya están en contacto con la ministra y su equipo técnico; la ministra recientemente reiteró su compromiso con el acuerdo y con las metas del programa; y las medidas anunciadas por la ministra son consistentes con los objetivos del programa para reforzar la estabilidad macroeconómica y comenzar a combatir los grandes desafíos que tiene la Argentina”, subrayó Rice en su habitual conferencia de prensa.
“En particular, le damos la bienvenida los esfuerzos enunciados por la ministra para fortalecer el control del gasto público, de los impuestos y la deuda pública”, destacó Rice.
A su vez, la ministra afirmó en forma tajante que su intención es cumplir con la meta fiscal anual de reducir el déficit al 2,5%, tal como se acordó en la firma del acuerdo a fines de marzo de este año.
Estos contactos se podrían traducir en un encuentro entre Batakis y Georgieva en Washington, aunque el FMI aún no lo confirmó. “Se está armando al agenda del viaje”, indicaron en Buenos Aires. Además, se prevé que en octubre la ministra viaje a la asamblea anual del organismo y del Banco Mundial, que volverá a su formato presencial luego de los dos años de pandemia.
Además de pasar a controlar el financiamiento dentro del Estado, la intención del Palacio de Hacienda es mejorar la ejecución de los créditos del Banco Mundial, el BID, la CAF y Fonplata, que llegan en forma lenta por el manejo del área que conduce Gustavo Béliz, según fuentes de estos organismos.
En Washington es creciente el escepticismo sobre las chances del Gobierno de cumplir con las metas, en medio de las fuertes disputas dentro del oficialismo y de un panorama económico cada vez más complejo.
Respaldo financiero
Mientras tanto, la ministra también buscó respaldo interno para su estrategia financiera en reuniones con algunos banqueros; entre otros, el lunes recibió al presidente del Banco Macro y de Adeba, Jorge Brito. También, otro importante banquero nacional la vio en forma reservada. Ambos se llevaron una buena impresión de la nueva funcionaria por su énfasis para cumplir con la reducción del déficit fiscal. Los banqueros expresaron su conformidad por las medidas anunciadas tanto por Hacienda como por el BCRA, en particular por el “piso” colocado para la compra de títulos del Tesoro.
Tanto los bancos nacionales como los extranjeros ya venían dialogando con el presidente del Banco Central, Miguel Pesce, para apuntalar la estrategia de financiamiento del Tesoro. Con la salida de Guzmán, los banqueros observan una mejor coordinación entre el BCRA y Economía, aunque siguen preocupados por la falta de respaldo explícito de todo el gobierno a los anuncios de Batakis, focalizados en ajustar la caja del sector público.
También, la ministra se apoyó en el comité de asesoramiento de la deuda que se formó con el apoyo del presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Massa, para conseguir con menos estrés la renovación de los vencimientos en pesos y negociar, en un contexto altamente complejo, alguna línea de crédito en dólares como el Repo que se intentó sin éxito en 2021.
En este contexto, el líder de un banco extranjero que funciona en el país dijo a Infobae en forma anónima que si bien los anuncios de Batakis reflejaron una intención correcta, la duda del sector financiero es si “tiene espalda política para llevar adelante el ajuste”.
Con una inflación del 64% en los últimos 12 meses y la perspectiva conservadora de un incremento del 90-95% para fines de 2022, entre las más altas del mundo, los ejecutivos del sector creen que resultará “imposible” aplicar las decisiones de ajuste fiscal enunciadas por la nueva titular del Palacio de Hacienda.
Al respecto, un informe del banco Itaú expresó, luego de que se conociera el índice de precios al consumidor (IPC) de junio del 5,3%, que ha revisado “al alza nuestra previsión de inflación para 2022 hasta el 85%, desde el 77 por ciento”.
“El reciente endurecimiento del control de las importaciones y la ampliación del diferencial en el mercado paralelo de divisas probablemente impulsen la inflación en julio”, afirmaron los analistas del banco brasileño. En este sentido, la consultora ACM adelantó que julio marcará “la inflación mensual sea la más alta en lo que va del año”, por encima del 6,7% de marzo último.
“El cambio en el ministerio que generó aumentos preventivos en los primeros días de la gestión, a lo que se suman los aumentos ya previstos en colegios, precios cuidados, tarifas de agua, colectivos del AMBA y alquileres que generan las condiciones para esperar un piso cercano 7%”, indicó el informe del equipo de Javier Alvaredo.
De hecho, la medición semanal del estudio LCG indica que 6 de los 10 rubros de alimentación que releva “registraron una suba semanal por encima del 2%; sobresalen Panificados, Lácteos y Bebidas con aumentos superiores al 6 por ciento”.
Además, ACM advirtió que “para los meses próximos se corre el peligro de una espiralización inflacionaria tanto por posibles reaperturas de paritarias, como por la formación de expectativas”, un panorama poco halagüeño para una ministra a la que algunos sectores le reconocen buenas intenciones pero un margen demasiado estrecho para tener éxito.
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