Ayer fue la productora de camiones y chasis para colectivos Agrale. Hoy le tocó el turno a la autopartista japonés Yazaki Argentina SRL. La semana pasada, la Cámara de Equipamiento Hospitalario de Fabricación Argentina aseguró que “las limitaciones impuestas por el gobierno” podrían llevar a un desabastecimiento del sistema de salud nacional y advirtió sobre posibles faltas de productos médicos descartables, insumos y equipamiento.
Son sólo algunos pocos casos casos que se hicieron públicos en los últimos días, pero son cientos de pymes y empresas grandes que sufren a diario el “apretón” importador del Gobierno y, de esa manera, recientes sus producciones locales.
Yazaki Argentina es parte de un grupo global que nació en 1941 y tiene 300.000 empleados y presencia en 46 países. Se define como “uno de los proveedores automotrices privados más grandes del mundo” que produce “cables, productos de distribución y control de energía, conectores, sistemas de información para el conductor, sensores y productos para vehículos híbridos y eléctricos”.
“Caro Fornecedor”, o querido proveedor, en portugués. Así comenzó la carta del grupo japonés que firma un ejecutivo brasileño. Luego de describir las últimas restricciones que impuso el Banco Central, la empresa explicó que “como resultado de las restricciones, YAS está parcialmente impedido de llevar a cabo la pago a sus proveedores en los plazos contractualmente establecidos y podrá incurrir en retrasos”.
“La interrupción o retraso de los pagos por parte de YAS como consecuencia de las restricciones impuestas por el BCRA, están completamente fuera de nuestro control y no pueden ser considerados como un incumplimiento de los contratos vigentes entre las partes y, por tal motivo, constituyen un evento de fuerza mayor. YAS está buscando de manera proactiva todos los medios posibles para superar las restricciones impuestas por el BCRA, está trabajando para minimizar el impacto a sus proveedores e informarle del resultado de los hechos relacionados con este evento de fuerza mayor. Agradecemos su comprensión y cooperación, y quedamos a su disposición para cualquier aclaración que sea necesaria”, cierra la empresa.
La carta está firmada por Flávio Carvalho da Silva Araújo. Vicepresidente del Departamento de Compras de Yazaki Brasil.
El 27 de junio pasado, el Banco Central endureció aun más las medidas que restringen las importaciones. Las medidas, según explicaron desde la entidad conducida por Miguel Pesce en un comunicado, se tomaron “para responder a las necesidades extraordinarias de divisas para atender la importación de energía, con el objeto de sostener el crecimiento económico y el desarrollo de las pymes evitando maniobras especulativas sobre las importaciones”
Agrale
Agrale, la compañía fabricante y comercializadora de camiones, buses y minibuses, utilitarios y tractores, avisó ayer a sus proveedores que no está en condiciones de programar su producción para los próximos meses, por lo cual paralizó la compra de piezas para sus vehículos.
La empresa dijo que “se ha visto fuertemente impactada, incluso para realizar pagos correspondientes a importaciones que ya han sido recibidas en la planta productiva, y con fecha de pago vencida”.
“Nuestra área financiera se encuentra en contacto con varios organismos, públicos y privados (Banco Santander, Banco Central y funcionarios de Gobierno) intentando destrabar operaciones de pagos al exterior, ya que durante los últimos 10 días todas las presentaciones fueron rechazadas por el Banco Central, impidiendo que podamos girar los dólares necesarios a nuestra red de proveedores para cumplir con nuestras obligaciones. Estamos al aguardo de una respuesta formal sobre cuándo se normalizará esta situación, pero no queríamos dejar de informarles sobre las restricciones que estamos atravesando”, dice la carta.
Este mediodía la compañía se iba reunir con el Banco Central, desde donde aseguraron que ”la empresa no hizo ninguna presentación ante el BCRA sobre su situación”.
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