En el Banco Central se muestran en estas horas cautos sobre la posibilidad de tener que reajustar tasas de interés de referencia, entre ellas las de los plazos fijos, a horas del próximo dato mensual de inflación que dará a conocer el Indec, y que estiman las consultoras, estuvo en junio por encima del 5 por ciento. La entidad que preside Miguel Ángel Pesce espera un movimiento de piezas previo: que el Tesoro aumente sus propias tasas por medio de la licitación de deuda que tendrá lugar este miércoles, para luego ajustar su propio esquema de interés, principalmente a las Leliq que actúan como referencia, y como consecuencia, a los plazos fijos.
El objetivo que se planteó el equipo económico renovado tras la llegada de Silvina Batakis es mantener a los activos en pesos en un terreno positivo frente a la inflación. Era, en rigor, un objetivo que también perseguía Martín Guzmán, aunque la premisa de mantener la sustentabilidad de la deuda en pesos contenía en muchos casos la posibilidad de ofrecer una tasa de interés mayor a los inversores y asegurarse el financiamiento para el Tesoro.
Ese era uno de los reclamos que, en los últimos meses, venía repitiendo el Banco Central hacia el Palacio de Hacienda, ya que la falta de cobertura de vencimientos implicaba una presión adicional a la entidad monetaria para asistir vía emisión monetaria, a pesar del tope que incluye el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional.
El objetivo que se planteó el equipo económico renovado tras la llegada de Silvina Batakis es mantener a los activos en pesos en un terreno positivo frente a la inflación, entre ellos los plazos fijos
Según explican en la autoridad monetaria, esperarán dos datos antes de tomar su propia decisión de tasas de referencia. El primero llegará esta tarde cuando se conozca el resultado de la primera licitación de bonos de Silvina Batakis al frente de Hacienda. La suba del interés que habilite esa compulsa con el mercado marcará la cancha en la que podrá moverse el BCRA. El segundo dato será el Índice de Precios al Consumidor (IPC) de junio, este jueves.
La lógica, explican, es que el Banco Central no puede recalibrar su tasa de interés por encima de lo que lo haga el Tesoro, porque la intención del equipo económico es reforzar el financiamiento del Tesoro. Y en ese sentido, un aumento de tasa del BCRA por encima de lo ideal podría atentar contra las chances de recolección de pesos por parte del Tesoro.
Más, todavía, en un contexto en que los activos en pesos sufrieron una fuerte ola de ventas en las últimas semanas, y que requirió distinas medidas del Central para rescatarlos. Entre ellos, la compra de un billón de pesos en bonos CER y, este martes, la creación de una opción financiera para que el Banco recompre títulos del Tesoro a fondos tenedores en caso de un desplome de precios.
Suba de tasa del BCRA
Una vez que el BCRA tome esa decisión, el jueves en su reunión semanal de directorio, podría tener una nueva actualización la tasa de interés que pagarán los bancos por los depósitos a plazo fijo. Actualmente tienen un piso de interés de 53% anual, lo que en términos de tasa efectiva -si se reinvirtiera ese depósito cada mes- terminaría por implicar un 66% de interés, por encima de la inflación interanual de mayo, que fue de 60,7 por ciento.
Ahora bien, el análisis sobre en qué medida debería aumentar la tasa de interés una vez que se conozca el índice de inflación de junio -que las consultoras también proyectan bien por encima del 5%- no está explicitada en una “fórmula automática”, sino que se tomarán en cuenta distintos factores adicionales. Sin ir más lejos, es un criterio similar, al que utiliza el directorio del Central para “muñequear” el ritmo de incremento del dólar mayorista. En este caso, no es solo la inflación, sino también otros factores como el tipo de cambio real multilateral o incluso el timming: liberar en el momento incorrecto al tipo de cambio mayorista podría implicar una presión adicional al ritmo de precios.
La conformación de plazos fijos viene creciendo en los últimos meses. Entre el 8 de junio pasado y el 8 de julio -último dato disponible- el stock total del sector privado pasó de 4,8 billones a más de 5,1 billones, lo que implica en términos nominales un incremento de 7,8%, por encima de la inflación de ese mes. Desde enero, la cantidad total de plazos fijos tradicionales en los bancos acumulan nominalmente casi un 50% de aumento.
El stock total de plazos fijos tradicionales en los bancos creció casi 50% desde principio de año y los depósitos UVA casi se duplicaron en ese mismo lapso, según datos del BCRA
Otro segmento que creció con fuerza fueron los plazos fijos UVA, atados a la inflación y que garantizan una tasa por encima de la suba de precios. En el último mes la variación fue de 9 por ciento y superó los $200.000 millones. Y en una foto más amplia se ve una escalada de 91% desde el stock de cerca de $104.000 millones cuando comenzó el 2022.
En algunos despachos oficiales comiezan a resignarse con que el dato de inflación mensual de junio terminaría siendo levemente más alto que el que registró mayo, que fue de 5,1 por ciento. De esta manera, se interrumpiría ese tendencia de tres meses de desaceleración tras el pico de 6,7% que marcó marzo con el primer impacto directo de la guerra en Ucrania.
El compromiso del Poder Ejecutivo en el acuerdo con el FMI respecto a la tasa de interés -y también sobre el tipo de cambio- no tienen carácter condicional sino que forma parte del “espíritu” consensuado con el organismo respecto a cómo debería ser la política de la autoridad monetaria, explican en los despachos oficiales. Más allá de que no representa una meta exigible por parte del Fondo, sí forma parte de las evaluaciones trimestrales que hará el staff técnico sobre el desempeño de la política económica.
SEGUIR LEYENDO: