Las acciones argentinas cayeron este miércoles ante un marcado desinterés inversor por las dudas sobre el futuro de la economía global, tras el dato inflacionario de Estados Unidos y temores sobre la fortaleza de la economía, sumado a tensiones políticas y económicas locales. No obstante, se advierte una leve recuperación en los precios de los bonos en dólares de la Argentina, desde sus valores mínimos alcanzados el martes.
Los principales indicadores de las bolsas de Nueva York bajaron entre 0,2% y 0,7% e impusieron la tendencia al resto de los mercados. Los ADR y acciones argentinos operan mixtos en dólares, con ganancia de 4,2% para Edenor, y bajas de hasta 2,8% para Grupo Galicia y Corporación América.
El índice accionario S&P Merval de la Bolsa de Comercio de Buenos Aires perdió 0,9%, a 102.270 puntos, tras caer un 2,5% en las dos sesiones previas y dispararse un 17,5% la semana pasada.
En cuanto a la renta fija, los bonos en dólares rebotaron un leve 0,3% en promedio, según la referencia de los Globales con ley extranjera, con una demanda más firme para los títulos de menor duration. Hay que recordar que estas emisiones soberanas alcanzan un piso de precios el martes, con un GD35 que se negoció debajo de los USD 19, mientras que en los títulos con ley argentina estuvieron operados en la zona de USD 17 con el AL29 y el AL30.
El riesgo país de JP Morgan llegó a tocar al mediodía un récord post-canje para la Argentina, a 2.772 puntos básicos. Pero la posterior mejora de los precios de los bonos Globales lo llevó a 2.734 puntos básicos a las 17:40 horas.
“Los temores a una recesión global y la falta de medidas concretas de (la nueva ministra de Economía de Argentina Silvina) Batakis sobre como se alcanzará un equilibrio fiscal y como se combatirá la inflación pesan en el ánimo inversor”, dijo un operador bursátil a Reuters.
Batakis, ratificó el lunes que el país mantendrá las metas acordadas con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y anunció medidas que apuntan a bajar el abultado déficit fiscal.
La inflación de Estados Unidos batió en junio un nuevo récord en los últimos cuarenta años al situar su tasa interanual en el 9,1 %, según los datos publicados este miércoles por la Oficina de Estadísticas Laborales (BLS) norteamericana.
Los datos del gobierno publicados el miércoles mostraron un fuerte aumento más rápido de lo esperado en el índice de precios al consumidor en comparación con mayo, impulsado por aumentos significativos en los precios de los combustibles.
El aumento del 9,1% del IPC durante los últimos 12 meses hasta junio fue el aumento más rápido desde noviembre de 1981, informó el Departamento de Trabajo.
La energía contribuyó con la mitad del aumento mensual, ya que la gasolina aumentó un 11,2 por ciento el mes pasado y un asombroso 59,9 por ciento durante el año pasado. Los precios generales de la energía registraron su mayor aumento anual desde abril de 1980.
La cotización del euro cayó este miércoles por debajo de la del dólar por primera vez desde diciembre de 2002, rompiendo un umbral simbólico, lastrado por las perspectivas sombrías para la economía europea ante los temores de que se suspenda el aprovisionamiento de gas ruso.
En un momento de aceleración inflacionaria en Estados Unidos, que abre la puerta a una política monetaria contractiva de la Reserva Federal, el euro cotizó a 0,9998 dólares, un nivel nunca visto desde el año en que comenzó a circular. En este contexto, los principales mercados bursátiles de Europa retrocedieron bruscamente.
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