Las paridades bursátiles exhiben bajas marginales este miércoles, aunque todavía se mantienen cerca de sus valores máximos. El contado con liquidación operado a través del bono Global 30 (GD30C) se pacta a $290, próximo a su récord de 300 pesos, mientras que el dólar MEP se ubica en los $278 a través del Bonar 30 (AL30D).
Los dólares que se negocian a través de la compraventa de acciones y bonos son los más caros del segmentado mercado de cambios. La disparada del “liqui” y el MEP, que también empujó al récord del dólar libre, se inició el pasado 8 de junio, cuando la salida de fondos invertidos en bonos del Tesoro en pesos obligó al Banco Central a incursionar en el mercado secundario y “rescatar” títulos púbicos por 1,1 billón de pesos en las últimas cinco semanas.
En ese lapso, el “contado con liquidación” subió casi 80 pesos o 38%, mientras que el MEP avanzó 70 pesos o 33 por ciento. Sin embargo, en lo que va de 2022, estos dólares que se negocian entre privados por fuera del “cepo” cambiario subieron poco más que la inflación acumulada, en torno al 36%: el “liqui” gana 41% y el MEP, un 40,5 por ciento.
La cotización de las paridades bursátiles en los próximos meses dependerá de dos factores principales: la inyección de pesos efectuada por el Banco Central para recomprar bonos del Tesoro y, en simultáneo, la reabsorción de esos pesos liberados a través de la colocación de Leliq (Letras de Liquidez) a los bancos.
Tras haber colocado el jueves un billón de pesos en Leliq (Letras de Liquidez), con una contracción monetaria de unos $500.000 millones, el BCRA licitó este martes $775.274 millones, para contraer otros $342.882 millones. Esta iniciativa revirtió el efecto nocivo del prorrateo de vencimientos de las dos primeras licitaciones de deuda del Central de julio, que disparó a los dólares bursátiles a precios récord, y gracias a la fuerte esterilización de más de $800.000 millones se le quitó presión al MEP y el “conato con liquidación”.
Los dólares negociados con acciones y bonos se dispararon a partir del 8 de junio, aunque en lo que va de 2022 apenas superan a la inflación, en torno al 36%
Carlos de Nevares, vicepresidente Senior de Moody’s Argentina, afirmó que “la Comunicación “A” 7546 del Banco Central implicaría un cambio en la exposición a riesgos de activos por parte de las entidades financieras. Los bancos podrían disminuir parcialmente el riesgo de crédito hasta diciembre de 2023 a costa de un mayor riesgo a exposición inflacionaria, en caso de continuar el deterioro en el frente fiscal y ejecutarse la opción sobre los títulos del Gobierno en un contexto de baja demanda de moneda local”.
Por eso, en la jornada es clave en materia de financiamiento del Gobierno a través de la primera licitación de deuda de julio, en medio de dudas sobre el fondeo que se obtendría para cubrir los próximos vencimientos.
En el equipo económico se plantean estrategias para intentar superar las limitaciones que impone la acumulación de compromisos de corto plazo. “Es que inversores temen al denominado ‘efecto pared’ que prevén para los próximos meses, dado que hay muchos pesos que nadie demanda y se van a precios de bienes y al dólar”, indicaron desde Research for Traders.
Con lo cual, “el mercado estará con la mirada puesta en esta licitación y verá si el Tesoro podrá ampliar los plazos. En la subasta de hoy se buscarán al menos $30.000 millones, y llegar al vencimiento más importante del mes, cuando vencen el 29 de julio unos $500.000 millones”, añadieron desde Research for Traders.
SEGUIR LEYENDO: