Este miércoles, la Oficina de Estadísticas Laborales de los EEUU difundió el Índice de Precios al Consumidor (IPC) de junio, con un aumento del 1,3% respecto de mayo, un dato que sorprendió por lo negativo dado que las previsiones la situaban en 1,1%. Así, de manera interanual, la inflación norteamericana se situó en 9,1%, para encadenar el cuarto mes consecutivo por encima del 8 por ciento.
Los datos del gobierno publicados el miércoles mostraron un fuerte aumento más rápido de lo esperado en el índice de precios al consumidor en comparación con mayo, impulsado por aumentos significativos en los precios de los combustibles.
El escenario más negativo de la suba de tasas es que la inflación tarde en retroceder y que la economía se contraiga rápido (Ariel Squeo)
El aumento del 9,1% del IPC durante los últimos 12 meses hasta junio fue el aumento más rápido desde noviembre de 1981, informó el Departamento de Trabajo. La energía contribuyó con la mitad del aumento mensual, ya que la gasolina aumentó un 11,2% el mes pasado y un asombroso 59,9% durante el año pasado. Los precios generales de la energía registraron su mayor aumento anual desde abril de 1980.
“Nuevamente lo que más incidió sobre el índice fueron los precios de la energía. Con un aumento mensual del 7,5%, los problemas de oferta y logística sobre el sector siguen repercutiendo, con la gasolina habiendo aumentado un 60% de manera interanual. Igualmente, en lo que va de julio los precios del crudo vienen mostrando una caída sostenida, por lo que se podría esperar que en los próximos meses empiece a sacar presión sobre los precios”, señaló Lucas Buscaglia, analista de Macroeconomía y Renta Fija de InvertirOnline.
¿Cómo impactará a la Argentina?
Las posibles repercusiones que tendrá para la Argentina una inflación que no cede en los EEUU tienen cuatro indicadores que hay que seguir de cerca.
1) Suba de tasas de la Fed
La inflación tan alta en los EEUU ratifica el sendero de alza de tasas que la Reserva Federal de los EEUU anticipó para este año. Este movimiento tendrá consecuencias para la economía argentina. Por una parte, el consecuente fortalecimiento del dólar empujará a una devaluación más rápida del peso, no solo por las débiles condiciones de la economía doméstica, sino porque empujará a devaluaciones de las monedas de los principales socios comerciales, como China y Brasil.
“Hay que darse cuenta que muchos activos del mercado están muy correlacionados. Se están dando movimientos en donde Índice Dólar (Dollar Index) sube y todo lo demás baja. Bajan, por supuesto, los principales cruces de monedas, el euro, el yen, la libra, los dólares australiano y neocelandés. Baja el mercado accionario y aunque, parece algo ajeno, bajan las criptomonedas”, subrayó Ariel Squeo, director de ICB Argentina.
Mayores tasas por delante en busca de luchar contra la inflación potencian los riesgos de una recesión (Gustavo Ber)
Se puede esperar que la Fed continúe con su proceso de suba de tasa de interés de referencia, inclusive ya pensando en un aumento de 0,75% para la próxima reunión a fines de julio.
“Dado esta aceleración respecto a mayo, la Reserva Federal continúa con un desafío a futuro a medida que la inflación núcleo -todos los precios menos alimentos y energía- persiste en valores elevados. Con un aumento mensual del 0,7% e interanual del 5,9%, este indicador está principalmente afectado por la política monetaria y las expectativas a futuro, pero igualmente los precios de la energía también los afecta, pero con cierto rezago. Por ende, con un aumento acumulado en el año del 24% en precios de la energía, esto se comienza a afectar a su vez a estos precios. Adicionalmente, lo que se está comenzando a observar es una transmisión de la inflación a precios más ‘pegajosos’ del índice, es decir, precios que una vez que aumentan no logran estabilizarse con la misma facilidad que otros. Estos están principalmente vinculados al sector de servicios y de alquiler”, precisó Lucas Buscaglia.
2) Declive de las materias primas
En segundo lugar, un dólar más fuerte incidirá en una caída de los precios internacionales de las commodities cotizadas en dólares. Los principales productos de exportación de la Argentina, como granos y derivados industriales, acusaron importantes bajas en las últimas semanas, tras haber alcanzado cotizaciones máximas en diez años.
3) Desaceleración global
Un tercer punto a considerar es que el endurecimiento monetario en los EEUU impactará en los niveles de actividad económica. Y esto trascenderá las fronteras norteamericanas. Argentina no podrá evitar los efectos recesivos de una caída en la demanda internacional de bienes y servicios.
“La preocupante lectura que dejó el CPI de inmediato reactiva apuestas hacia un tono más hawkish por parte de la Fed, esto es mayores tasas por delante en busca de luchar contra la inflación, aún potenciando con dicha estrategia los riesgos de una recesión, y de ahí la reacción cautelosa que exhibe Wall Street además arrancando la temporada de balances”, aportó el economista Gustavo Ber.
El crudo viene mostrando una caída sostenida, por lo que se podría esperar que en próximos meses empiece a sacar presión sobre los precios (Lucas Buscaglia)
Ariel Squeo dijo a Infobae que “hay que ver cómo hacia adelante evoluciona la inflación, dados estos ajustes actuales de tasas de interés más los que vengan, y cómo reacciona la economía. El escenario más negativo sería que las tasas de interés de la Fed y también del resto de los bancos centrales sigan subiendo que la inflación no retroceda o tarde mucho en retroceder, y que la economía se contraiga rápido, es decir que caiga en recesión y cambien mucho las expectativas de los consumidores y de las empresas y se dé ese ‘combo’”.
“A este índice elevado de inflación, se le suman datos de empleo que muestran un mercado laboral recalentado, lo que sería poco alentador desde un punto de vista de que la Fed disminuya las presiones para una política monetaria menos dura”, agregó Buscaglia. “Por ende, a medida que la oferta laboral se encuentre por debajo de la demanda esto puede ocasionar a futuro que siga habiendo presión sobre los salarios, que afectan de manera negativa a la inflación”, añadió el analista de InvertirOnline.
4) Golpe para los activos financieros
Por último, la suba de tasas de la Fed es “enemiga” de las cotizaciones de acciones y bonos. Una tendencia bajista para las bolsas globales tiende a ser más agresiva para los activos de países emergentes como Argentina.
En respuesta a esto, lo mercados financieros reaccionaron de manera negativa, tanto afectados por la inflación en sí como las previsiones de suba de tasas. Tal lo esperado, los sectores asociados a crecimiento e innovación fueron los más golpeados, dando señales de que el mercado espera una recesión en el corto a mediano plazo.
“Un IPC que no parece tener techo y un índice de empleo totalmente fortalecido, aumentan las probabilidades de que los integrantes de la Fed avancen dentro de dos semanas con una fuerte suba de la tasa de referencia, lo que sería un punto importante a tener en cuenta, ya que de darse podríamos ver un descontento tanto en las empresas cotizantes como en el mercado en sí, además de acercarse al entorno de una recesión económica”, señaló Javier Rava, director de Rava Bursátil.
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