Las complicaciones en el mercado de deuda en pesos y las dificultades para obtener financiamiento están al tope de la lista de urgencias de la ministra de Economía, Silvina Batakis, y también del presidente del Banco Central, Miguel Pesce. Ambos delinean por estas horas una nueva estrategia para que los bancos acepten aumentar su participación en las licitaciones de bonos del Tesoro y garantizarse los fondos necesarios para cubrir los vencimientos y las necesidades fiscales sin nuevos shocks de emisión monetaria.
Tras un intento fallido la semana pasada de reorientar la liquidez bancaria de los títulos del BCRA, las Leliq, a los títulos del Tesoro en pesos cuyos precios se derrumbaron tras rescates masivos de fondos comunes de inversión, la nueva idea del equipo económico es ofrecer a los bancos un “seguro anti derrumbe” del precio de los títulos públicos. Técnicamente se trata de un contrato, denominado put en la jerga, por el cual el Central pacta con las entidades financieras un determinado precio a partir del cual queda obligado a comprarles los bonos en cartera, si los bancos deciden deshacerse de esas tenencias. La medida que se discute con los ejecutivos de las entidades apunta a mitigar el deterioro de sus carteras que implica aumentar la participación en bonos con riesgo del Tesoro versus el riesgo títulos del propio Banco Central. El contrato tendría un costo de 2% anual pero todavía no están definidos los precios “mínimos” a partir de los cuales el Banco Central debería salir al rescate.
El objetivo del Central es que esos pesos se dirijan a comprar bonos y recuperar el mercado de deuda pero eso no fue lo que ocurrió. Por el contrario, la brecha alcanzó niveles máximos
“En definitiva, se instrumenta una salida legal, es un reaseguro legal para los bancos de que van a tener manera de salir de esos títulos”, explicó el analista de mercado de Inviu, Mateo Reschini. Para su colega, el economista Gabriel Caamaño, de la consultora Ledesma, “todo termina en emisión, concreta o potencial”, opinó, en línea con la lectura de muchos expertos del mercado que, en estricto anonimato, consideran que “la idea del put convierte la bicicleta financiera en una moto”.
La semana pasada el Banco Central no absorbió todas las ofertas recibidas en las licitaciones de Leliqs, por lo que dejó muchos pesos “sueltos”, que el viernes se canalizaron hacia el dólar financiero, que llevaron el contado por liquidación por encima de $300 y la brecha a más del 135%. Los precios se reacomodaron ayer levemente por debajo de ese valor. El objetivo del Central es que esos pesos se dirijan a comprar bonos y recuperar el mercado de deuda pero eso no fue lo que ocurrió. Por el contrario, la brecha alcanzó niveles máximos, lo que aumenta la presión de la demanda de dólares en el mercado oficial. Dada esa reacción, las autoridades exploran ahora una variante y nuevos estímulos para orientar esos pesos a los bonos y no al dólar.
La lectura de muchos expertos del mercado, en estricto anonimato, es que “la idea del put convierte la bicicleta financiera en una moto”
En cualquier caso, mientras se define la negociación con los bancos por esta alternativa, Batakis enfrentará mañana su primera licitación de deuda, en la que el mercado esperaba ver las primeras señales concretas del rumbo anunciado por la ministra de tasas reales positivas. “Argentina tiene que transitar un sendero de tasa de interés en sentido real positivo”, dijo ayer la funcionaria, en su primera conferencia de prensa en la que buscó enviar un mensaje de calma. Sin embargo, en la primera convocatoria, que nuevamente incluye un canje de bonos a medida del Banco Central, esos indicios no se vieron confirmados. De todos modos, el monto involucrado en esa operación es bajo, de apenas $9.000 millones, contará esencialmente con la participación de los organismos públicos. “Seguramente no veamos una necesidad real de salir a captar fondos con tasa porque esta operación ya está charlada con los organismos. Eso sí va a pasar más a fin de mes”, aportó Reschini. A diferencia de mañana, a fines de julio opera un mega vencimiento que asciende a $1 billón, que mantiene en alerta tanto a los inversores como a Batakis.
La ministra insistió ayer en descartar incumplimientos de la deuda en pesos. “Descarto de cuajo esa posibilidad”, repitió, al tiempo que anunció la creación del Comité Asesor de Análisis de la Deuda Soberana en Pesos, cuyos integrantes estudian por estas horas los detalles del put que aseguraría a su jefa captar los fondos que los bancos privados están, dadas las condiciones, reticentes a prestarle.
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