La sorpresiva renuncia de Martín Guzmán al Ministerio de Economía y la accidentada negociación para su sucesión durante el fin de semana reavivaron la incertidumbre financiera que se traslada a todas las variables, incluidos los dólares alternativos al “cepo”.
Silvina Batakis se puso al frente del Palacio de Hacienda y se esmeró en explicitar la continuidad de algunos lineamientos de política, como el cuidado por las reservas y la relación fluida con el Fondo Monetario Internacional. Pero los temores no se disiparon y empinaron al precio del dólar libre a un récord de $280 al promediar la rueda del lunes 4 de julio.
Sin embargo, este máximo nominal no representó un récord histórico cuando se “deflacta” su valor, aunque hay que reconocer que se encuentra en un umbral de precios alto en una comparación histórica. Basta recordar que en 2022, el dólar libre sigue perdiendo frente a la inflación, que superó el 30%. El libre, ahora a $260, sostiene una ganancia inferior a esa tasa, de 25% o $52en lo que va del año.
La suba de las cotizaciones del dólar que son negociadas por fuera del control oficial fue amplia y obedeció a las crecientes dudas de los agentes financieros por la magnitud de la crisis que puede dispararse si el Gobierno no reorganiza rápido su política económica. El dólar libre llegó a negociarse el lunes a $280 para la venta.
Nery Persichini, Head of Strategy en GMA Capital, sostuvo que “la cotización de $280 implica un valor, en términos del Tipo de Cambio Real Multilateral muy parecido a aquel del overshooting de (la presidencia de Eduardo) Duhalde, cuando no había cepo. El dato ajustado marca $3,90 en términos de junio de 2002, pero todavía está por debajo de los picos recientes de octubre de 2020 ($4,60) y noviembre de 2021 ($4,10 por unidad). Dicho de otro modo, está a un 15% del máximo anotado 20 meses antes, cuando fue equivalente a $330 de hoy.
A una conclusión similar se puede arribar al tener en cuenta la “brecha” cambiaria entre el dólar libre o el bursátil “contado con liqui” y el dólar oficial. El dólar libre alcanzó los $195 para la venta el 22 de octubre del 2020, con una brecha cambiaria de casi 150% frente al mayorista. El último lunes, la brecha cambiaria llegó al 120%, y ahora se asienta en el 112%, también niveles riesgosos para la economía, pero lejos de los máximos.
“Nos encontramos en una crisis de expectativas, claramente la incertidumbre no cede y el mercado busca cobertura en meses donde se espera una volatilidad creciente. En este marco la demanda de dinero continúa la tendencia bajista y la presión en la inflación y tipos de cambio no cede”, resumió Lucas Yatche, Head of Strategy and Investments de Liebre Capital.
La demanda de dinero continúa la tendencia bajista y la presión en la inflación y tipos de cambio no cede (Yatche)
“Hoy en día el mercado no cree que la flamante ministra de un ‘volantazo’ en el rumbo económico y se descuenta un mayor riesgo de incumplimiento en las metas con el FMI. Está claro que si bien a esta altura las metas funcionan como un ancla y parecerían tener cierta flexibilidad, alejarse más del cumplimiento de las mismas debilita a los activos financieros”, afirmó Yatche a Infobae.
El mayor salto desde las PASO de 2019
Este lunes 4, el dólar libre llegó a escalar por la mañana un máximo de $41 o 17%, para moderar la ganancia al cierre a 21 pesos respecto del cierre anterior, que implicó una ganancia de 8,8% en el día, mientras que el bursátil MEP ganó 9,1% a $270,52 con el Bonar 30 (AL30D). El “contado con liquidación” según los precios del Global 30 (GD30C) y falto de operaciones de referencia por el feriado en EEUU, llegó a 281,18 pesos, con un aumento del 11,5 por ciento.
Para darle dimensión a la “corrida” del peso, dicha suba inicial de 17% para el libre fue la más pronunciada desde el colapso de las acciones y los bonos argentinos del 12 de agosto de 2019, después de las PASO que consagraron la candidatura de Alberto Fernández del Frente de Todos. Hay que recordar que entonces no había “cepo” cambiario.
La “brecha” cambiaria testea el rango del 100 por ciento, un umbral peligroso porque afecta al funcionamiento de la economía
El lunes posterior a las primarias de 2019, el dólar “contado con liqui” subió un 22,7%, mientras que el libre ganó 14,3%, de 47,70 a 54,50 pesos. El dólar mayorista también trepó el 12 de agosto de 2019 un 17,1% ($45,25 a $53).
En este sentido, destaca el indicador de la “brecha” cambiaria, es decir el margen de precios entre el tipo de cambio oficial -con la referencia del dólar mayorista o comercial- y los dólares libres del “cepo”, como el libre o el contado con liqui”, en cuya operatoria no hay intervención oficial.
La “brecha” cambiaria se asentó esta semana otra vez en torno al 100 por ciento, un umbral que afecta al funcionamiento de la economía por las expectativas de devaluación que alimenta.
Esta brecha, que parecía ser “techo” meses atrás, ahora se presenta como un nuevo “piso”. Para darle contexto hay que tener en cuenta que durante el control de capitales del 31 de octubre de 2011 al 16 de diciembre de 2015, en contadas ocasiones llegó a traspasar el 50 por ciento.
Inevitablemente, una devaluación del dólar oficial a un ritmo mucho más lento que la inflación tiende a ampliar las brechas. En este punto, resalta el incipiente “atraso” del dólar mayorista, que en el transcurso de 2022, que avanza cerca del 24%, frente a una inflación que superó el 30 por ciento.
Una devaluación del dólar oficial a un ritmo mucho más lento que la inflación tiende a ampliar las brechas
El Índice de Tipo de Cambio Real Multilateral (ITCRM) que mide el BCRA se ubica en 93 puntos, ligeramente debajo de su nivel de equilibrio teórico de 100 puntos -referencia de la devaluación de diciembre de 2015- para garantizar la competitividad, y en su nivel más bajo desde mayo de 2018, cuando se desató la corrida cambiaria que llevó al dólar mayorista desde la zona de 21 pesos a los 60 pesos en agosto de 2019.
SEGUIR LEYENDO: