Entre las posibilidades de remodelar una vivienda crece la tendencia de refaccionar sin obra, que tiene el “atractivo” de no generar polvo, escombro ni tanta suciedad.
Especialistas coincidieron que tiene que ver con refaccionar el hogar mediante procedimientos que no involucren romper, tirar paredes, convivir entre ladrillos o cemento que llevan tiempo y costos elevados.
Agustina Fernández, directora de @Decoexpertas, comentó a Infobae que “lo más enriquecedor es que podemos concentrarnos en la estética mucho más que en la parte estructural. Este tipo de trabajos se asemejan con la etapa de fin de obra, siendo lo más entretenido en una remodelación. Los resultados se reflejan de manera inmediata y la propiedad aumenta su valor y categoría considerablemente”.
Lo más enriquecedor es que podemos concentrarnos en la estética mucho más que en la parte estructural (Fernández)
Se calcula que una transformación de una cocina o dormitorio a través de este método hace crecer hasta un 30% la valuación del ambiente que se intervenga.
“Se busca la transformación de un espacio mediante recursos como la pintura en paredes, muebles o hasta en azulejos, el cambio de pisos (colocando sobre los existentes sin romper), reinstalación de luminarias, por ejemplo. Son cambios estéticos que cambian 100% la visual y convierten un lugar que odias en tu lugar en el mundo”, destacó a Infobae María Julia Vasile, diseñadora y publicista que también protagoniza y conduce el programa Remodela sin Obra.
Se busca la transformación de un espacio mediante recursos como la pintura en paredes, muebles o hasta en azulejos, el cambio de pisos (Vasile)
Los ambientes ideales para refaccionar con este sistema son la cocina, living, baño, comedor y dormitorios. Aunque cualquier lugar tiene potencial, solo hay que afilar el ojo y tener fe, inclusive al principio si no se anima solo, el interesado puede asesorarse con expertos.
Aquellos ambientes que no tienen problemas estructurales como humedad, caños rotos, u otras cuestiones que hay que resolver de antemano para hacer las cosas bien son los espacios que posiblemente sean más fáciles de “encarar” para comenzar a reformar y darle una lavada de cara como se dice popularmente.
“La vivienda debe estar estructuralmente en buen estado. No debe tener humedades, rajaduras en paredes, cerámicos rotos o pisos desnivelados. Estas condiciones son necesarias y nos permiten concentrar el presupuesto en detalles mas decorativos que no se verán afectados por problemas preexistentes”, resaltó Fernández.
Buenas bases posibilitan que la reforma a futuro no tenga inconvenientes argumentan las expertas. Las remodelaciones sin tanta obra pueden hacerse en departamentos, casas, PH, oficinas, mansiones, entre otros inmuebles.
Una reforma sin obra es apta para cualquier bolsillo, importan la predisposición y ganas de hacerla (Vasile)
Vasile amplió que no depende tanto del tipo de vivienda sino más bien de quién la habita, y sus ganas e interés por cambiar y querer vivir en un lugar que sea reconfortante. “Obviamente, cuando un hogar es nuevo por ahí tiene menos cosas a reformar que aquellas casas que están habitadas desde hace 50 años. Pero es muy personal, cosas para transformar siempre hay, independientemente de si se cuenta con gran poder adquisitivo y vivís en una mansión así como si alquilas y vivís en un PH, una reforma sin obra es apta para cualquier bolsillo, importa la predisposición y las ganas de quién la quiera ejecutar”.
Por dónde empezar
Como primera instancia los expertos recomiendan definir el espacio a intervenir y armar un presupuesto.
Una vez realizado el listado de tareas, es clave identificar las actividades que el interesado puede ejecutar por su cuenta para luego definir a quien hay que contratar. De ese modo, será posible lograr importantes ahorros de dinero en mano de obra.
El orden general comienza por paredes, luego pisos, zócalos, iluminación y finalmente mobiliario y detalles. En casos como cocina y baño se cambian artefactos si es necesario, se pintan azulejos y luego se colocan piso y equipos nuevos.
Cuáles ambientes son más fáciles
María Julia Vasile dijo que no tiene que ver tanto con el ambiente sino más bien con el recurso que se tenga: “Creo que pintar sería uno de los más prácticos y rápidos de los transformadores sin obra y es aplicable a muchas superficies, sea un piso, una pared o una alacena. La pintura es mágica, es una herramienta inagotable, por la cantidad de colores y tipos que se pueden utilizar, así por como combinarla, aplicarla, permite destacar, disimular, delimitar, entre otras posibilidades”.
Debido a la gran cantidad de información que puede obtenerse de las redes sociales y diferentes plataformas la gente dispone de tutoriales e infografía detallada que pueden acompañar y enseñar a realizar estas reformas sin obra.
La única clave es respetar bien los tiempos de secado. La colocación de pisos lleva un poco más de orden y planificación (Fernández)
“Pintar en cualquier área del hogar es un trabajo simple, si se encuentran en buen estado, la única clave es respetar bien los tiempos de secado. La colocación de pisos lleva un poco más de planificación y orden, teniendo en cuenta que debemos tener más atención en los detalles, pero sin duda puede realizarlo uno mismo”, añadió Agustina Fernández.
Costos y materiales más utilizados
Usualmente este tipo de trabajos tienen un costo que oscila entre USD 200 y USD 300 por metro cuadrado. Hay recursos que van a ser más baratos que otros, no es igual comprar un stencil para pintar el piso, que comprar piso vinílico texturado.
Un stencil de pared de 50x60 cm parte desde $1.600 por unidad y de piso con un azulejo 15x15 cm parte desde $450 por unidad. Mientras que el piso vinílico de 122 cm x 18 cm simil madera oscila en $1.650 por unidad.
A grandes rasgos reformar sin obra es mucho más económico que una remodelación tradicional (hoy entre USD 400 a USD 800 por m2). Actualmente la tecnología desarrolló productos específicos que permiten que los cambios sean más duraderos y resistentes.
Las pinturas para azulejos han solucionado el trabajo de tener que levantar y volver a colocar un azulejo nuevo, evitando obra humedad y simplificando el trabajo en estos espacios.
Una de las tendencias es colocar piso sobre piso, en este caso los vinílicos ganaron popularidad debido a la fácil instalación, funcionalidad y estética
“En lo que respecta a paredes hay una gran variedad de productos que son muy fáciles de colocar y visten el lugar, como por ejemplo empapelados, varillados de madera, placas 3D que simulan diferentes terminaciones como ladrillos o cerámicos, azulejos vinílicos, entre otros”, detalló Fernández.
Una de las tendencias es colocar piso sobre piso, en este caso los vinílicos ganaron popularidad debido a la fácil instalación, funcionalidad y estética. Vasile, puntualizó que “los pisos se pueden pintar. O pegar los autoadhesivos, el sistema clic es uno de mis favoritos. En cuanto a azulejos podemos pintarlos o pegar revestimientos arriba, ya sea otro tipo de azulejos o revestimiento que también es autoadhesivo y sirve para otras superficie como paredes y pisos”.
En materia decorativa una reforma sin obra es transformar sin cambiar lo existente. Lo bueno es que es apta para todo público, cualquier persona y de ambos sexos está capacitado para hacerlo, sin tener conocimientos previos, “solo hay que animarse”, resaltan los especialistas.
“Personalmente creo que hay que poner el foco en lo que a uno le haga bien, ir por ese sector o transformar ese ambiente en el que pasamos más tiempo, tener ganas de disfrutar y dejar de quejarnos por lo que no conseguimos, apostar a la calidad de vida independientemente de si alquilamos o no. Vivimos en una casa, pero cada uno elige como vivir en ella”, concluyó Vasile.
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