Semana complicada: el dólar “contado con liqui” se disparó 19% y llegó a los 300 pesos

La gestión de Silvina Batakis en Economía comenzó sin anuncios y se acentuaron los nervios del mercado. Las dudas por la monumental emisión monetaria llevaron a récord a los dólares alternativos. También se hundieron los bonos y el riesgo país llegó a superar los 2.700 puntos

FILE PHOTO: Four thousand U.S. dollars are counted out by a banker counting currency at a bank in Westminster, Colorado November 3, 2009. REUTERS/Rick Wilking/File Photo

La enorme masa de pesos liberada por el Banco Central para recomprar bonos del Tesoro alteró el endeble equilibrio del circuito financiero e impulsó a los precios de los dólares alternativos al “cepo”, en zona de máximos nominales. El jueves, los dólares negociados en la Bolsa escalaron fuerte después que el BCRA restringiera la posibilidad de pagar en cuotas con tarjetas los consumos en los “free shop”, lo que sumó mayor presión y el viernes, el “contado con liquidación” superó los 300 pesos.

El dólar libre terminó negociado a $273, con una ganancia semanal de 14,2% o 34 pesos. La divisa informal llegó a anotar un récord intradiario de $280, en un nuevo récord histórico.

En contraste, el dólar oficial, según la referencia mayorista, avanzó solo 1,36 pesos o 1,1% en cinco ruedas, con la insistencia del Banco Central para sostener la devaluación gradual. Naturalmente, esta divergencia catapultó a la brecha cambiaria por encima del 100 por ciento, ahora en el 115,3%, el nivel más alto desde octubre de 2020.

El protagonismo, de todos modos, lo tuvieron los dólares bursátiles, aquellas cotizaciones que se obtienen a través de la compraventa de acciones y bonos y que es el utilizado por empresas e inversores más sofisticados cuando no pueden acceder al dólar oficial. El “contado con liquidación”, terminó en $300,89, con una ganancia semanal de 19,3 por ciento.

Un mes de sobresalto cambiario

Desde el 8 de junio, cuando empezó el desarme de fondos privados que estaban posicionados en bonos del Tesoro en pesos, el “contado con liqui” trepó un 41%, desde los 210,31 pesos. Además, la jugada del BCRA, que el 16 de junio subió las tasas de interés de los plazos fijos en cinco puntos porcentuales, para dejarlas por encima de la tasa de Política Monetaria, complicó los balances de los bancos, que se vieron presionados para demandar más bonos del Tesoro y menos Letras de Liquidez (Leliq), otra señal que fue ponderada en forma negativa por los agentes del mercado.

En el último mes, el BCRA inyectó $1,5 billón y los dólares negociados en la Bolsa escalaron un 40%

El “tsunami” de pesos utilizados por el BCRA para rescatar los bonos en pesos más la asistencia directa al Tesoro se complementaron con la mala señal política de la renuncia inesperada de Martín Guzmán, en un combo que fue letal para el peso. Hoy todas las expectativas están puestas en una inminente devaluación y aceleración de la inflación al umbral del 100 por ciento anual. Por eso la reacción dolarizadora resultó lógica aunque sorprendió por su magnitud.

Según Portfolio Personal Inversiones, “la autoridad monetaria emitió la friolera suma de 2% del PBI para financiar al fisco en apenas un poco más de un mes”, al contar unos $432.000 millones por Adelantos Transitorios girados al Tesoro, más $1,1 billón emitidos por el BCRA para recomprar bonos del Tesoro.

Además, la suba en los tipos de cambio financieros se dio en parte en medio de rumores sobre un alejamiento del Frente Renovador de la coalición oficialista, después de una versión que Sergio Massa anhelaba reemplazar a Juan Manzur en la jefatura de Gabinete y tener injerencia directa y decisiva sobre las distintas carteras económicas.

En la última semana a estos eventos se le sumó el prorrateo de Leliq, del orden de 44% y 65% en las primeras dos licitaciones de julio, lo cual inundó a la plaza local de pesos y provocó que bajen abruptamente las tasas de mercado, en especial las de caución, que llegó a niveles inferiores al 20% anual -el viernes se reacomodaron en el 34%-.

En la semana el riesgo país llegó a escalar 300 puntos básicos, por encima de los 2.700 puntos básicos, un máximo desde la reestructuración de la deuda

“En consecuencia, se incentiva a que los inversores se apalanquen en pesos y compren dólares financieros, motorizando su cotización. Adicionalmente, en el espectro político, la inacción del Gobierno y la falta de señales a cuatro días de haber asumido Batakis, sumado a algunas declaraciones controversiales con relación a la disponibilidad de dólares, son combustible para un contado con liquidación que está sensiblemente recalentado”, explicaron desde Portfolio Personal.

El mercado “espera de la designación de las secretarías de Finanzas y sobre todo la dependencia que deberá lidiar con los crecientes vencimientos de deuda en pesos”, indicó un reporte de StoneX. Señaló que para el BCRA “el riesgo radica en la expansión de los agregados monetarios teniendo en cuenta los adelantos transitorios recurrentes y la mega impresión de billetes para sostener la curva de pesos”.

Suba de acciones y desplome de los bonos

La plaza de acciones local manifestó una fuerte suba en pesos impulsado en gran parte por el alza de los dólares financieros en momentos de cobertura contra el riesgo del tipo de cambio, y logró testear nuevos máximos histórico por encima de los 100.000 puntos.

El panel líder S&P Merval de la Bolsa de Comercio de Buenos Aires llegó a superar los 106.000 puntos y terminó este viernes en 105.850 unidades, con una ganancia semanal de 17,5%, consistente con el alza del dólar implícito. Pero en dólares cotiza en la zona de los 350 puntos en un nivel mínimo en 14 meses, con una caída en la semana cercana de 2 por ciento.

Los bonos en dólares tocaron en la semana nuevos valores mínimos, debido a que los inversores mantienen la gran incertidumbre política y económica. La baja se profundizó un 14% extra para los bonos Globales (con ley extranjera) y de 10% para los Bonares (con ley argentina). Algunos de estos títulos se pagan por debajo de los USD 20 por lámina de USD 100, que implica una tasa de retorno por encima del 40% anual en dólares. Lejos de ser una buena noticia para los inversores, una tasa tan alta es difícil de aceptar, dado el elevado riesgo de incumplimiento de pago.

“Los soberanos cotizan con paridades muy bajas y siguen sin encontrar un piso, con retornos que superan el 40% -en el caso de los títulos de corta duration- y que descuentan la posibilidad de un incumplimiento en los compromisos de deuda. La incertidumbre sobre el rumbo político que adopte este Gobierno y el que vendrá el año que viene, continúa estando presente en los inversores”, subrayaron desde Research for Traders.

El mercado sigue atento a las decisiones que tome la nueva ministra Silvina Batakis en materia económica, pero más que nada mirarán la designación de los funcionarios a cargo de la Secretaría de Finanzas que es la que principalmente deberá lidiar con los crecientes vencimientos de deuda en pesos.

SEGUIR LEYENDO: