El desconcierto empresario hoy es total. A la falta de divisas y las restricciones del BCRA, que fueron agravando el acceso al mercado oficial de cambios, se sumaron esta semana las consecuencias que tuvo en los mercados la salida de Martín Guzmán del Palacio de Hacienda y la llegada de Silvina Batakis, elegida por el kirchnerismo. Los dólares paralelos se dispararon, los bonos y las acciones se hundieron y el riesgo país trepó nuevamente a niveles récord. El lunes, en la mayoría de los sectores no tenían precio; algunos suspendieron las ventas y otros siguieron operando “con remito abierto”, según dijeron varios empresarios.
Las dudas sobre lo que pasará con el tipo de cambio oficial, con una brecha que volvió a crecer, y un BCRA sin reservas hoy son enormes en el mundo corporativo, y la mayoría busca cubrirse. Por otro lado, la incertidumbre se extiende al abastecimiento de los insumos, que se presenta como un gran interrogante por los cupos establecidos por el organismo monetario; lo que supere esos montos, requerirá que la empresa consiga el financiamiento para poder importar.
Si bien las complicaciones llegaron a comienzos de año, la última norma del BCRA (A7532) las generalizó e impulsó a muchos sectores que hasta ahora se mantenían callados a salir a advertirle al Gobierno sobre las inminentes consecuencias que esta medida generará en la producción y a pedirle que la flexibilice. Pero las autoridades se resisten a hacer trajes a medida de cada empresa o sector, aunque a todas las pymes les otorgó, en la última resolución, un cupo mayor. En los casos de firmas que hayan importado en 2021 hasta USD 1 millón, pueden crecer 15% este año, versus el 5%+ del resto de las empresas.
Las dudas sobre lo que pasará con el tipo de cambio oficial, con una brecha que volvió a crecer, y un BCRA sin reservas hoy son enormes en el mundo corporativo
Sin embargo, en algunos casos tampoco alcanza. La fuerte suba de los precios en dólares que tuvieron muchos insumos en el exterior hace que ese cupo se agote rápido, y las pymes no tienen acceso a la financiación internacional. Y si bien hay bancos locales que están ofreciendo crédito en dólares, las tasas rondan el 8% a 10%, y tampoco abundan. Así se lo hicieron saber los empresarios de la alimentación nucleados en la Copal al titular del BCRA, Miguel Pesce, en un almuerzo que mantuvieron este miércoles. Además, las entidades financieras buscan cubrirse.
Según relató un empresario de la UIA, para otorgarle el financiamiento un banco le pidió incluir en la carta de crédito una “cláusula Bonex”, que garantiza que si el BCRA, en seis meses, no tienen los dólares para girarle, la empresa deberá pagarle los bonos. Y esos títulos se liquidan al dólar CCL, por lo que ese riesgo está implícito y los empresarios que pueden lo trasladarán a sus costos.
Sectores críticos por falta de insumos
Son cada vez más los sectores que comenzaron a enviarle cartas a Pesce advirtiéndole sobre sus respectivas problemáticas. La industria alimenticia, liderada por quien también lidera la UIA, Daniel Funes de Rioja, le transmitió cada una de las preocupaciones, sector por sector, sobre la normativa y se resolvió conformar una mesa de trabajo para trabajar sobre casos puntuales que estén al límite. “La industria de alimentos y bebidas es la principal generadora de divisas, lo que la convierte en el mayor sector industrial exportador. Por ello, la importancia de generar un intercambio técnico que permita pensar en propuestas que garanticen la continuidad del proceso productivo, evite complicaciones en las cadenas de valor, asegure el abastecimiento del mercado interno, y todo esto sin afectar a los sectores que robustecen la matriz de divisas”, remarcó la entidad mediante un comunicado.
Dentro de este sector, hay muchos complicados. Tal vez los más afectados son los que tuvieron un incremento de precio de la materia prima importante, como es el caso del café o el cacao, pero también hay sectores conformados exclusivamente por empresas pymes que advierten que no podrán acceder al financiamiento y que podrían perder mercado frente a una gran empresa que sí podrá tener crédito.
En el BCRA son optimistas en cuanto a que en septiembre la situación será de mayor alivio -porque habrá pasado el invierno- e insisten en que las empresas tienen bastante stock, que lograron acumular durante el primer semestre del año, y que “hasta ahora no ha parado ninguna planta por falta de insumos”. Ni siquiera el sector automotriz, aseguran, que envió reiteradas cartas al organismo, hasta con el listado de las 30 autopartistas que estaban, en mayo, al borde del colapso. El sector sigue muy complicado, aseguran en el sector, y revisan permanentemente el estado de sus proveedores con el objetivo de atacar el problema con tiempo. Pero es una industria que trabaja con el just in time, por lo que muchas autopartistas debieron recurrir a los bancos para financiar las importaciones que exceden el cupo, reconocieron fuentes de la Asociación de Fábricas Argentinas de Componentes (AFAC). Pero advierten que este mecanismo no puede sostenerse en el tiempo por los sobrecostos que implica.
En el BCRA son optimistas en cuanto a que en septiembre la situación será de mayor alivio e insisten en que las empresas tienen bastante stock, que lograron acumular durante el primer semestre del año, y que “hasta ahora no ha parado ninguna planta por falta de insumos”
Pero lo que parecía, meses atrás, que era un problema crítico solamente para este sector, ahora comenzó a extenderse a otros rubros. Un relevamiento que comenzó a realizar la UIA entre sus socios determinó que hay rubros como el químico y el petroquímico que también están con severas dificultades porque hay muchos insumos que subieron mucho en dólares. Lo mismo con los sectores de la industria plástica, la pintura o el papel, ya que la pasta de celulosa es importada. También hubo quejas de los productores de alimentos balanceado para animales.
También trascendió esta semana una carta que le envió al BCRA la empresa CIMET -uno de los principales productores de cables y conductores para energía y telecomunicaciones- en la que se advirtió sobre el “riesgo relativo de interrupción de los servicios de distribución eléctrica y telecomunicaciones por suspensión de las actividades productivas de la industria nacional esencial, proveedora de esos sectores”.
A su vez, los asociados de la Asociación Argentina de Fabricantes de Máquina-Herramienta y Tecnologías de Manufactura (AAFMHA) pusieron de manifiesto la “dura situación que está sufriendo todo el sector debido a las últimas medidas tomadas por el BCRA, que impide que las empresas puedan pagar las importaciones de insumos y partes no producidas en el país y necesarias para el normal funcionamiento de las mismas”. “Las restricciones y dificultades para la importación de insumos que nuestras plantas utilizan para producir bienes de capital se enfrenta con las excepciones que benefician el pago de bienes de capital importados. Esto conduce inexorablemente a una sustitución inversa a la buscada, y es que los bienes de capital totalmente importados tomen el mercado de los bienes que hoy se producen localmente”, se quejó la entidad.
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