El nivel del riesgo país de Argentina llegó a trepar este miércoles al récord intradiario de 2.728 puntos básicos a las 15:20 horas, debido a la creciente desconfianza sobre la golpeada economía doméstica y las consecuencias de las peleas en la coalición de Gobierno. Es el riesgo país más elevado desde el 26 de mayo de 2020 (2.778 unidades), previo al canje de deuda pública con acreedores privados.
A las 17:10 horas, el indicador de JP Morgan marcaba 2.689 puntos básicos para Argentina.
Este indicador del banco JP Morgan venía de un máximo de 2.652 unidades el martes, cuando los bonos soberanos en dólares con ley extranjera, los Globales, se desplomaron en Wall Street entre 11% y 13%, por los cambios en la conducción económica.
Silvina Batakis reemplazó a Martín Guzmán el domingo tras la intempestiva renuncia del funcionario a cargo del Ministerio de Economía, lo que profundizó el malhumor en un mercado financiero jaqueado por la debilidad del peso y una brecha entre los distintos tipos de cambio cercana al 100 por ciento.
El índice elaborado por el banco JP Morgan trepó un 140% desde el canje de la deuda con acreedores privados, cerrado por el ex ministro Guzmán en septiembre de 2020, cuando se ubicó en los 1.101 puntos. De esta manera el índice local se posiciona como el más alto de la región, a excepción de Venezuela.
El salto del riesgo país obedece al desplome de las cotizaciones de los bonos Globales -en dólares con ley extranjera- emitidos con el canje y que son los que se operan en el exterior. En la renta fija, la tasa interna de retorno del bono evoluciona en sentido inverso a los precios, por eso, a cotizaciones más bajas, es más alta la tasa y, por ende, el riesgo país.
Cabe recordar que este índice es una de las variables que más alertas despierta tanto en el sector privado como en el público. En concreto, el índice impacta en las capacidades de financiamiento de un país y también, por supuesto, de sus empresas.
El riesgo país que arma el banco JP Morgan funciona como un punto de referencia a la hora de medir el rendimiento total de los bonos gubernamentales internacionales emitidos por países emergentes.
Usando el EMBI+ o Emerging Bonds Market Index, tal el nombre oficial del indicador, los operadores e inversores globales tienen una referencia a partir de la cual exigir cierto nivel de retorno a los bonos soberanos que se emiten en moneda extranjera, normalmente en dólares o euros.
El actual riesgo país argentino refleja la ponderación de un eventual default de la deuda soberana
El primer impacto de las subas y bajas del índice vienen del lado del financiamiento: con un riesgo país más alto, más difícil es conseguir fondos para un país. Si bien los expertos afirman que en términos absolutos el mercado de crédito nunca se cierra del todo, el costo de hacerlo puede ser tal que un gobierno prefiera no asumir una obligación tan costosa como pagar elevadas tasas de dos dígitos en dólares.
En este marco, los bonos en dólares llegan a pagarse en precios apenas superiores a USD 20 por lámina de USD 100, caída que borró por completo el efecto de la reestructuración de deuda de 2020. Y el rendimiento de esos bonos supera en algunos casos el 40% en dólares, asimilable a situaciones de default. No obstante ese rendimiento tan elevado, el mercado los rechaza justamente por el riesgo de incumplimiento.
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