Tras la renuncia al ministerio de Economía presentada por Martín Guzmán en la tarde de hoy, dos lugares claves de la gestión económica están bajo la mirada de los analistas: el Banco Central y la secretaría de Energía. Una eventual modificación en alguno de esos despachos agregaría un impacto aún más profundo al de la salida de Guzmán.
Según pudo saber Infobae, el presidente del Banco Central, Miguel Pesce, habló ayer por la tarde con Guzmán sin recoger indicios de ninguna renuncia, por lo que la decisión dada a conocer hoy en su cuenta de Twitter del ahora ex ministro lo sorprendió por completo. Los temas abordados en esa conversación fueron de rutina, lo que acrecentó su sorpresa.
De larga trayectoria en la autoridad monetaria, ya que antes de ser su titular fue vicepresidente entre 2004 y 2015, Pesce tiene cercanía personal con el Presidente Alberto Fernández y fue uno de los funcionarios apuntados por las críticas de la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner, en particular por el “festival de importaciones” que, en su visión, dejó a la Argentina sin reservas.
El titular del BCRA viene de una etapa de tensión constante con Guzmán. El último entredicho fue por el manejo de la deuda en pesos, que sufrió una fuerte corrida en las últimas semanas. La “competencia” entre el Central y la secretaría de Finanzas por los fondos de los inversores para comprar sus respectivos títulos de deuda, terminó de minar la relación entre ambos funcionarios.
Tampoco se prevén cambios, hasta el momento, en otro sillón clave: la secretaría de Energía que ocupa Darío Martínez, un funcionario que depende en términos administrativos del ministro de Economía aunque responde políticamente al kirchnerismo.
La gestión de la energía fue uno de los escenarios de las disputas del ministro saliente con el kirchnerismo por la renegociación de las tarifas de gas y electricidad. En abril del año pasado, Guzmán no consiguió relevar de su cargo al subsecretario, Federico Basualdo, y desde entonces perdió el control de las decisiones sobre la actualización tarifaria, clave desde el punto de vista fiscal para reducir los subsidios.
El equipo de Guzmán
Pocos minutos después de conocerse la dimisión de Guzmán al Palacio de Hacienda, también llegó la renuncia de su equipo de colaboradores. Raúl Rigo, secretario de Hacienda, y Roberto Arias, secretario de Política Tributaria, ya hicieron saber que no seguirán en sus cargos. Tampoco continuará el secretario de Política Económica, el viceministro Fernando Morra. También renunció el subsecretario de Relaciones Institucionales del ministerio, Rodrigo Ruete. El secretario de Comercio Interior, Guillermo Hang, no confirmó su salida pero todos dan por descontado que se irá.
Un punto clave que aún no se conoce es qué sucederá con Sergio Chodos, quien ocupa la representación de la Argentina ante el Fondo Monetario Internacional (FMI). Aún no fue confirmada oficialmente su continuidad ni su renuncia. Con el acuerdo celebrado en marzo en marcha, la posición de Chodos tiene un rol relevante en las revisiones trimestrales del programa. Una semana atrás se conoció recién la primera de esas diez revisiones, ya que el acuerdo tiene una duración de 30 meses.
De buena sintonía con Guzmán (ambos estudiaron en la Universidad de Columbia), Chodos tiene también vínculos aceitados con el kirchnerismo. Ocupó una plaza en el Directorio del Banco Central y el manejo del Fondo de Garantía de Sustentabilidad (FGS) durante el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner.
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