El responsable de administrar la tarea de recaudación tributaria de la provincia de Buenos Aires, y funcionario de extrema confianza del gobernador Axel Kicillof y de amplia trayectoria en la función pública desde la segunda presidencia de Cristina Fernández de Kirchner, se inquietó en una entrevista exclusiva con Infobae por “el discurso peligroso” de Juntos por el Cambio, y en especial del ex presidente Mauricio Macri porque consideró que deslegitiman la intervención del Estado y el pago de impuestos “para no financiar a un Estado que es ineficiente y gasta mal”.
También cuestionó la tarea de la ex gobernadora María Eugenia Vidal, por haber reducido la carga tributaria sobre los “sectores concentrados y de alta capacidad económica” y aumentarla a la mayoría de los contribuyentes que no fueron alcanzados con la reducción de las alícuotas de Ingresos Brutos y, por el contrario, fueron castigados con el régimen preexistente de adelantos, a través de retenciones de los bancos de las emisoras de tarjeta de crédito. Defendió el rol del Estado y destacó su preocupación por la crisis global que “aún se está gestando”.
— A dos años y medio al frente de ARBA ¿Qué balance puede hacer de la gestión, con qué se encontró y en qué pudo avanzar?
— El balance es sumamente positivo, viendo los objetivos que nos trazamos cuando asumimos, e incluso antes, cuando el gobernador Axel Kicillof tomó la decisión de confiar en mi y en este equipo para hacernos cargo de este gran desafío como es gestionar la agencia de recaudación provincial más grande de la Argentina, en la provincia más grande, mayor peso económico, mayor población y de cantidad de contribuyentes. Además, es una agencia pionera en el país, ARBA se creó en 2008, y de alguna manera le fue marcando el ritmo y el pulso a la administración tributaria subnacional. Y me animaría también a decir a nivel nacional, muchas veces AFIP y ARBA dialogan en su línea de gestión, para revertir la emergencia productiva y emergencia pyme que había en la provincia de Buenos Aires. En 2019 veníamos con un balance de 8.900 pyme menos, de 86.000 puestos de trabajo que se habían perdido y un incremento muy fuerte de la presión impositiva sobre las micro, pequeñas y medianas empresas, que fue la manera que encontró la administración tributaria de la exgobernadora María Eugenia Vidal de compensar, al menos parcialmente, la caída de ingresos, en contexto de crisis que representaba para la provincia el Consenso Fiscal que se firmó en 2017.
— ¿Usted dice que en la gestión anterior hubo un aumento de la presión tributaria sobre los pequeños contribuyentes?
— Sin duda. Si bien en términos formales el Consenso Fiscal de 2017 aparece como una reducción de impuestos, en la provincia de Buenos Aires lo cierto es que impacta sobre un universo reducido de contribuyentes, porque la mayor parte está en servicios, comercios y en profesionales independientes en donde no se redujo la alícuota de Ingresos Brutos, y se incrementó la presión de los regímenes de recaudación, como las famosas retenciones bancarias, régimen general de retenciones y percepciones, que son mecanismos a través de los cuales la Agencia adelanta el cobro de Ingresos Brutos.
“Si bien en términos formales el Consenso Fiscal de 2017 aparece como una reducción de impuestos, en la provincia de Buenos Aires lo cierto es que impacta sobre un universo reducido de contribuyentes”
Y si eso está graduado en forma muy agresiva, es decir si las alícuotas son muy altas, y si hay mucha cantidad de gente que aplica sobre la actividad económica, lo que ocurre es que se recauda más por los adelantos que por lo que efectivamente tiene que pagar el contribuyente. Eso da lugar a lo que se llama “saldos a favor del contribuyente”, y compensó la pérdida de recaudación por la reducción de alícuotas al resto de los sectores, más vinculados a la industria y al sector primario, donde hay mucha concentración económica -más que en el promedio de la economía- y donde, además, los regímenes de recaudación están gravados de forma menos agresiva, porque intervienen menos operaciones.
— En ese contexto, ¿Cómo se comportó la evasión, porque la vicepresidente de la Nación dijo que es una de las causas del aumento de la inflación?
— Lo que le puedo decir es que la idea que había de aumentar la presión sobre los regímenes de recaudación tenía que ver con buscar una supuesta mayor eficiencia recaudatoria. Pero cuando asumimos nos encontramos con la necesidad de revertir la mayor presión sobre las micro, pequeñas y medianas empresas que estaban acumulando saldos a favor, y que se había hecho poco y nada para mejorar la recaudación blanqueando base imponible de los impuestos patrimoniales. Sin ir más lejos, con herramientas que ya tenía el organismo, como las imágenes satelitales, decidimos encarar un proceso muy fuerte de contrafiscalización en construcciones y desarrollos inmobiliarios y desde que asumimos llevamos detectados más de 3 millones de metros cuadrados que estaban construidos sin declarar, los cuales tienen un impacto en las valuaciones y en los montos a recaudar de aproximadamente 600 a 700 millones de pesos por año. Con esto quiero significar el cambio de la lógica de gestión con el gobierno anterior, que no ponía el foco en controlar la evasión en los sectores concentrados, con mayor patrimonio y mayor capacidad impositiva; y empezamos a devolver los saldos a favor de los contribuyentes, desplegamos políticas de reversión de los regímenes de adelanto, excluimos a contribuyentes de las retenciones bancarias: trabajamos mucho en la simplificación, como el régimen de Ingresos Brutos Simplificado que permite que buena parte de ese universo quede excluido de esos regímenes de recaudación (adelantos).
“Desde que asumimos llevamos detectados más de 3 millones de metros cuadrados que estaban construidos sin declarar”
— ¿Cuántos impuestos y tasas existen a cargo de la provincia, y cuántos se podrían simplificar y eliminar?
— Hoy existen Ingresos Brutos; Sellos; Inmobiliario urbano y rural -tienen subrubros como baldíos y complementario; y luego Automotores y Transferencia Gratuita de Bienes. Después están los municipales que cada jurisdicción tiene su autonomía para regular las tasas. Entiendo que la pregunta se remite a la idea de la alta evasión que se discute en la Argentina, y a un informe privado que listó 165 impuestos que rigen en la Argentina. Al respecto, dos cuestiones: 1) no todos son impuestos, hay tasas que no son equiparables a los impuestos -lo dice el mismo informe-; también que no hay ningún contribuyente que pague todos esos 165 tributos; y 2) tomar el punto de reconocer que hay un problema porque existe una complejidad del sistema tributario, que es un síntoma que viene operando en la economía desde hace 20 o 30 años, que tiene que ver con la descentralización del gasto público, de las funciones del Estado Nacional, que fueron provincializadas, y luego las provincias las municipalizan, sin la contrapartida presupuestaria. Y es ahí donde surge la competencia entre las jurisdicciones para agudizar el ingenio en crear forma de financiamiento, y por eso crece la relevancia de Ingresos Brutos y proliferan muchísimo las tasas provinciales.
— ¿Comparte el concepto que Ingresos Brutos, al aplicarse en cascada sobre todas las actividades, es un impuesto distorsivo en la economía, y por tanto debiera trabajarse en la búsqueda del consenso fiscal para tratar un nuevo Régimen de Coparticipación que lleve a una simplificación del sistema tributario federal?
— Sin duda. Yo creo que esa es la clave Daniel, es lo que tenemos que discutir, no la cantidad de los tributos como si fuera un deporte nacional, sino las causas de que haya 165 tributos. Y las causas son que se haya descentralizado el gasto sin los recursos y con un sistema de coparticipación que no atiende la realidad de las necesidades efectivas de cada provincia. Es un sistema que viene de la década del 70, que fue emparchada en los 80 y que está pendiente de resolución. El gobernador Axel Kicillof lo viene planteando y se formalizó en una carta de la Liga de Gobernadores, que entre otras cuestiones plantea la necesidad de repensar el sistema de Coparticipación. Además, está en discusión el tema de los recursos que Macri le giró por decreto a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, más allá de las necesidades que surgen, incluso, del traspaso de la Policía.
“Lo que tenemos que discutir, no la cantidad de los tributos como si fuera un deporte nacional, sino las causas de que haya 165 tributos. Y las causas son que se haya descentralizado el gasto sin los recursos”
Independiente de ese tema, creo efectivamente que si al mismo tiempo no discutimos el sistema de coparticipación y esta tendencia que surge producto de la descentralización de los gastos y no de los recursos, nos vamos a estar enfocando en los síntomas y no en las causas del problema. Creo que hay que simplificar el sistema impositivo, y, sin duda, repensar la lógica del financiamiento del Estado. Pero también que la administración tributaria tiene que hacer un trabajo previo que es reducir la brecha de incumplimiento, blanqueando buena parte de la evasión que existe y que está legitimada en el discurso público de que existe una altísima presión tributaria y muchos impuestos.
— A nivel nacional se estima que hay un 40% de evasión ¿Cuánto estima que alcanza en la provincia, y cuál es su objetivo de reducción?
— La brecha de incumplimiento en Ingreso Brutos, obviamente, va a estar en niveles similares al de IVA, que es de 45% -aproximadamente. En la provincia, obviamente que eso se refleja. Pero sí lo que vemos es que en los impuestos patrimoniales estamos llevando una tarea muy ardua y muy exitosa de reducir el incumplimiento impositivo, detectando base imponible que estaba siendo ocultada al fisco, tanto en barrios privados (3 millones de metros cuadrados), como en el resto de los emprendimientos inmobiliarios que son otros 2 millones de metros cuadrados.
— ¿Esos 2 millones de metros cuadrados en el “resto de emprendimientos inmobiliarios”, también corresponde a individuos, o incluye a empresas que ampliaron sus instalaciones y no lo declararon?
— Se ve también a nivel de empresas. El año pasado detectamos un caso de una empresa en Balcarce-Mar del Plata, en un predio muy grande de una fábrica de papas muy importante que tenía declarado como baldío un galpón, casi toda la fábrica. De esos casos, encontramos con frecuencia. Por eso estamos focalizados en la fiscalización, pero también en la simplificación de trámites para registración de esos metros cuadrados construidos. Hicimos grandes avances normativos, como permitir la subdivisión parcelaria con deuda -antes no se podía hacer- en particular en el caso de los fideicomisos inmobiliarios que acumulan deuda del impuesto inmobiliario, que era la estrategia de los desarrolladores para luego transferirla a los compradores, pero no se podía hacer la subdivisión, y por tanto no se podía escriturar la propiedad, y la provincia se quedaba sin cobrar. Con eso estamos viendo disminución de la evasión en el Impuesto Inmobiliario.
Pero también estamos bajando la evasión en Ingresos Brutos, a través de un trabajo muy potente de fiscalización con inteligencia fiscal a través de herramientas remotas que es algo que venía haciendo el organismo, pero que nosotros le dimos mucho impulso interno, y también de la decisión de crear Ingresos Brutos Simplificado para monotributistas, donde ya 575.000 adhirieron voluntariamente -son 65% del total- que tienen el beneficio de no estar alcanzados por retenciones bancarias y de las emisoras de tarjetas de crédito, y que en su mayoría no estuvieron alcanzados por la baja de alícuotas del Consenso Fiscal, y ahora pagan menos que el régimen general porque dejaron de ingresar adelantos; y mejoramos el control de los grandes contribuyentes.
— O sea que, respondiéndole a la vicepresidente Cristina Fernández de Kirchner, en la provincia no aumentó la evasión, sino que bajó...
— Claro, en estos años hubo baja de la evasión y mejora del cumplimiento, con el apoyo del gobernador y de todo el equipo ministerial, para poder reducirle la presión impositiva a los grandes perjudicados de la gestión anterior. Naturalmente, tiene un efecto en la caja, pero lo pudimos compensar porque fuimos a buscar evasión en los sectores concentrados con alta capacidad contributiva. Obviamente que falta, pero logramos legitimar esas acciones incluso entre el universo de los grandes que están siendo fiscalizados por metros cuadrados construidos y no declarados: el 53%, voluntariamente, rectificó su declaración jurada y ya están pagando. Creo que antes de pensar cómo refundar el sistema impositivo, que hay que hacerlo, es simplificarlo, balancearlo mejor para que haya menos tributos indirectos y distorsivos y más impuestos directos, para que el cobro de impuestos patrimoniales refleje verdaderamente la capacidad económica de los que tienen que pagar, y eso tenga un correlato en el financiamiento de políticas públicas que redistribuyan el ingreso.
“En estos años hubo baja de la evasión y mejora del cumplimiento, con el apoyo del gobernador y de todo el equipo ministerial”
Y antes de eso, hay que hacer un trabajo previo de administración tributaria, para legitimar el pago de impuestos, y mostrando que hay un Estado inteligente. Hoy el 90% de los trámites en ARBA se digitalizó, no se requiere de la presencia física del contribuyente, prácticamente se duplicó desde que llegamos al organismo. Y además, lo que no se ve, que es un proceso muy largo, es la tecnologización, porque estaba muy atrasada, de la década del 60 y 70, con un lenguaje informático que ya no se usa, y que traba cualquier proyecto de modernización de sistemas.
— ¿Lo están haciendo con recursos propios, o también con crédito internacional?
— Lo estamos haciendo con un crédito del Programa de Naciones Unidas (PNUD), en un plan de largo plazo, más allá del signo político, porque es un proceso de servicios complejos a licitar y contratar, y que la implementación lleva tiempo, pensando en que la Agencia lo necesita más allá de 2023. Se inscribe en el plan de gestión de 6 años que lanzamos este año, porque en línea con lo que planteó el gobernador Kicillof a 6 años de crisis -los 4 de la gestión de Macri y Vidal y los 2 de la pandemia y la guerra- le tienen que seguir 6 años de recuperación, para lo que necesitamos de políticas de largo alcance. Espero que lo veamos nosotros, pero seguro lo va a ver ARBA en 2025, aproximadamente.
— A partir de las acciones que ha tomado y de la recuperación de la actividad económica general, tras la depresión de 2020, ¿Cómo está evolucionando la recaudación, en particular en el primer semestre y qué espera para el resto del año?
— Junio cerró con una proyección de crecimiento del total por sobre la inflación de aproximadamente 1,5%, es decir de aumento en términos reales, y en el caso particular de Ingresos Brutos, que es el impuesto impactado por las ventas, estimamos que se incrementó 6% real respecto del año previo, e incluso por arriba de la reactivación de la economía. Por tanto, estamos viendo que repuntó la recaudación con baja de la presión fiscal sobre la mayoría de los contribuyentes, es decir creció el cumplimiento.
— ¿Cómo se explica la brecha entre el aumento de la recaudación total 1,5% real y del 6% en el caso de Ingresos Brutos?
— Esa brecha se explica porque cuando se votó el Presupuesto y las leyes impositivas se hizo con otra nominalidad, en octubre de 2020, en línea con las pautas del presupuesto nacional, que contenía un supuesto de inflación del 40%, la cual se tomó de base para los ajustes de los impuestos patrimoniales, para no aumentar la presión tributaria. Pero la expectativa de inflación ya subió a 62% en el Presupuesto Nacional, por los efectos de la guerra y de la inflación importada que estamos viendo, más las tensiones cambiarias, y por eso esa franja que representa el 17% de los ingresos de ARBA cayó en términos reales. Por suerte, el impacto no es tan fuerte, porque mejoró la cobrabilidad con una ley más progresiva, donde a los tramos de valuación alta, tanto en Automotores como en Inmobiliario, le fuimos liberando los topes que traían del revalúo que hizo la gestión de Vidal en 2018, y incluidas las leyes impositivas de la gestión anterior, y aun así creció el cumplimiento.
— ¿Para el 2022 prevé corregir el atraso que registra el ajuste de los impuestos patrimoniales?
— Venimos haciendo una política de segmentar los aumentos por valuación fiscal, menores para las franjas más bajas, llevándolos al promedio para las franjas intermedias, y altos para las superiores, en el entendimiento de que venían rezagadas por los topes que regían de leyes anteriores. De modo que el objetivo no es castigar a esos sectores, sino simplemente quitarle los beneficios que tenían de arrastre. Y una vez que logremos sincerar la verdadera estructura impositiva, que cada uno pague según su capacidad económica, el objetivo será no gravar más, sino mejorar la recaudación a partir de mejora de los índices de cumplimiento. Para eso, sobre aquellos que tienen alta capacidad económica y deciden no pagar, bien para especular con una licuación brusca, o bien que pase el tiempo y la deuda prescriba, seremos muy duros, ser fuertes. Por el contrario, para la gente que enfrente problemas reales para pagar los impuestos, diseñamos una política abarcativa de planes de pagos: moratorias, facilidades, e incluso, recientemente agregamos el pago en cuotas de los vencimientos corrientes de hasta 24 meses, y para los anteriores de 60 meses.
— ¿Cuánto representa sobre la recaudación total lo percibido por esos planes de pago, y cuándo prevé que tenderán a perder relevancia?
— Para mí el problema no son los planes de pago, sino las moratorias. A los efectos de la recaudación, los planes de pago son indistintos, siempre y cuando no se caigan, es decir que el cumplimiento sea bueno, y por tanto reafirma que el sistema es bueno, porque tienen un cargo de intereses, y aun así tienen un alto índice de cumplimiento. Lógicamente, están asociados al ciclo económico.
“Estamos viendo que repuntó la recaudación con baja de la presión fiscal sobre la mayoría de los contribuyentes, es decir creció el cumplimiento”
— ¿Hay sectores que se muestran renuentes a cumplir con el pago de los impuestos, y por tanto es necesario mantener e idear planes especiales de fiscalización?
— Creo que hay un trabajo constante y permanente de erosión de la legitimidad del cobro de impuestos, que es un trabajo incansable que hace el espacio político de la oposición, de Juntos por el Cambio, por deslegitimar la intervención del Estado en la economía. Creo que se hace un culto de que incumplir con el pago de impuestos es justo porque entonces no se está contribuyendo a financiar a un Estado que malgasta esos recursos, que es ineficiente, que gasta en cosas innecesarias. Al ponerse en cuestionamiento el rol del Estado se legitima el no pago de los impuestos. Eso se ve agravado porque, además, hay una campaña, que tiene su momento de verdad, como dijimos al principio, respecto de la complejidad del régimen impositivo, es muy alta la presión impositiva en la Argentina, por la cantidad de tributos que existen. La presión impositiva es más baja que el promedio de la OCDE (países desarrollados), que en Uruguay y que en Brasil. No es cierto que la presión impositiva sea alta.
Ya hablamos de los 165 tributos y que es un síntoma y no la causa del problema, pero lo cierto es que eso opera en la conciencia y en la subjetividad de la gente; y hace que se deslegitime el cobro de los impuestos y se legitime la evasión impositiva. Incluso, el ex presidente Macri hizo declaraciones en ese sentido diciendo de que “en este país la única manera de hacer plata es evadiendo impuestos”.
Me parece que un discurso de un ex presidente en esa línea es muy peligroso, porque socaba las bases de legitimidad del Estado. Y obviamente que va a trabajar sobre el incumplimiento impositivo si un referente de un espacio político que fue gobierno dice eso. Si a eso le suma el coro de voces que dice que es insoportable la presión impositiva y que no van a avalar ningún impuesto más y que van a trabajar para eliminar impuestos, el mensaje que están dando es muy claro: “si no querés cumplir con los impuestos no cumplas, porque hay una legitimidad en tu accionar”.
“El mensaje que están dando (la oposición) es muy claro: ‘si no querés cumplir con los impuestos no cumplas, porque hay una legitimidad en tu accionar’”
Y si a esas actitudes, si a esos discursos, le suma que durante la gestión de Mauricio Macri se sancionó el blanqueo más importante de la historia argentina, me animaría a decir también de la región, el mensaje es muy claro: “dadas como están las cosas en términos impositivos no cumplas, evadí, y después nosotros vamos a hacer justicia con eso, permitiéndote blanquear, teniendo la verdadera carga impositiva que deberías tener, que no es esta que es muy alta”. Eso es muy peligroso, sobre todo que atenta contra la capacidad de revertir la crisis que estamos viviendo, donde quedó demostrado que la intervención del Estado no sólo es necesaria en la Argentina, sino en el mundo.
Y donde, creo yo, debemos tener muy presente que el mercado por si sólo no va a resolver esta crisis que es muy grande que se está gestando a nivel global. Es el desarrollo de la crisis de 2008 (N. del Editor: créditos hipotecarios suprime en los EEUU), que no está resuelta financieramente a nivel global, todavía el excedente de liquidez en el mundo fue generando distintos episodios y nos trajo sobre eso una pandemia y una guerra.
Hoy la crisis global está latente y puede explotar en cualquier momento. La intervención del Estado va a ser, sin lugar a duda, necesaria. Y no se puede hacer con estos niveles de endeudamiento global con más deuda. De alguna manera vamos a tener que financiar esa intervención. Por tanto, tener un discurso antiestatal y antiimpuesto va a contramano de lo que exigen hoy los tiempos en el mundo, para enfrentar una crisis que amenaza con ser una de las peores en la historia del capitalismo, ya comparable con la del 1930. Y si no interviene el Estado va a ser difícil que no sea peor.
Fotos: Maximiliano Luna
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