La dinámica evolución del mundo fintech obliga a no quedarse quieto y el enorme avance de los medios digitales de pago no impidió que se aceleren algunas decisiones empresarias. En el mercado financiero cada vez más gente se pregunta si no hay demasiadas billeteras virtuales y si hay negocio para todas, aún partiendo de la base de que se trata de una actividad en la que en general se apuesta a largo plazo hasta poder generar ganancias. En las últimas semanas, varias apps tomaron decisiones. Algunas para reconvertir su negocio y otras, tal vez, para dejar de funcionar.
Pocos días atrás el mercado se sorprendió con el anuncio de Itaú Unibanco de interrumpir su inversión en Ank, la billetera que había lanzado en octubre de 2020 con un target bien claro: el público bancarizado que opera con más de una entidad. Con 100.000 usuarios activos, 220 empleados y el gigante financiero brasileño como único dueño, Ank quedó al borde del cierre. Entró en un compás de espera de 60 días tras el cual tomará uno de 3 caminos: su venta, su reconversión en un hub tecnológico para Itaú o su cierre definitivo. La llegada de un inversor (se habla de negociaciones) sería un camino inusual, dado que ya se anunció un deadline a tan solo dos meses.
“Considerando el escenario mundial de suba de tasas de interés e impacto en las valoraciones en las fintechs, Itaú Unibanco ha decidido desinvertir en su operación de Ank, y re-evaluar los caminos estratégicos posibles”, señaló Itaú en un comunicado. La decisión se originó en Brasil, no en la Argentina, y mira específicamente las alertas que brindan algunos expertos: ya no hay tantos capitales para apostar y hay que generar rentabilidad. No obstante, no se conocen otras desinversiones de Itaú, ni en la Argentina ni en la región.
El modelo de negocios no es fácil. Las billeteras salen a sumar usuarios, pero no ganan plata y es muy difícil hacerlo solamente con el negocio de los pagos (Chaves del Valle)
El banco brasileño, como casi todos sus competidores, ofrece a sus clientes su propia aplicación para operar celulares y al mismo tiempo es uno de las 35 entidades que integran Modo, la app común a todo el sistema financiero. Si bien puede suponerse que para un banco como Itaú Unibanco la inversión en sostener el proyecto Ank no parece cuantiosa, ¿puede sostenerse sin el punto de equilibrio a la vista?
“El modelo de negocios no es fácil. Las billeteras salen a sumar usuarios, pero no ganan plata y es muy difícil hacerlo solamente con el negocio de los pagos, es necesario sumar otros verticales. Los costos de la tecnología que hay que afrontar en dólares son muy elevados para compensar con ingresos en pesos. Por eso hay muchas fintech que buscan extenderse por la región”, explicó Francisco Chaves del Valle, codirector de la Certificación en Fintech del ITBA y Head of Strategy de Miiii.
Ank anunció en abril que iba a meterse en el mercado cripto, un paso arriesgado para una empresa dueña de un banco. Ese “vertical” tampoco pudo avanzar ya que la prohibición del BCRA lo desalentó.
El convulsionado mundo cripto se llevó otra app. La billetera BKR quedó inactiva, sus redes sociales dejaron de publicar y en los últimos meses comenzó a devolver el dinero de sus cuentas a sus clientes. Un año atrás, BKR había armado una alianza con Buenbit para ofrecer criptomonedas y una tarjeta Mastercard en común para sumarle un atractivo al producto. La alianza derivó en absorción y Buenbit se quedó con la empresa con el plan de aprovechar su habilitación del BCRA como Prestador de Servicios de Pagos (PSP).
En julio de 2021, Buenbit había conseguido USD 11 millones en una ronda de inversión. Pero el desplome de los precios de las criptomonedas golpeó su negocio. En mayo pasado tuvo que achicarse y despidió a gran parte de su personal, en paralelo con la caída de UST/Terra. Hoy busca inversores para poder seguir adelante.
“Desde hace rato se alerta que en la Argentina hay un sector hipercompetitivo. Que existan más de 30 billeteras no cobra mucho sentido a largo plazo”, dijo el economista Ignacio Carballo, director de Fintech & Digital Banking en la UCA.
Que existan más de 30 billeteras no cobra mucho sentido a largo plazo (Carballo)
Para el experto, el mercado tiene dos caminos para seguir: “De la lógica propia detrás del modelo exponencial de las billeteras es que se espera existan un puñado de compañías que se queden con la mayor parte del mercado haciendo desaparecer a muchos actores. Otro escenario es que se transformen y subsistan los que se dediquen a nichos o comunidades específicas. Hay casos que van desde Personal Pay, centrada en los clientes de esa empresa aunque también la usan los no clientes, o Yacaré, que es fuerte en una región, o CAME Pagos para las pymes, entre otros tantos ejemplos”.
En el mercado mencionan la reconversión de Tap, la billetera fundada por Tomás Mindlin y Kevin Litvin que nació con foco en el pago de las facturas de servicios públicos y así desarrolló una base usuarios habituales. Pero debió ampliar el horizonte y aprovechar su expertise para ofrecer “llave en mano” su tecnología de cobro de servicios a otras compañías.
“Tap siempre está explorando distintas oportunidades que se abren de acuerdo al mercado. Así como fue la primer fintech en permitir que empresas de servicios innoven incluyendo los pagos QR interoperables en sus facturas, además de seguir con todo lo que viene haciendo, va a comenzar a abrir su experiencia para que más compañías puedan ofrecer estos servicios, no sólo en la Argentina sino en todo América Latina”, contaron en la empresa para explicar la movida.
Un jugador relevante de los medios de pago digitales, Prisma, también ofreció novedades. Su billetera virtual Todo Pago dejará de funcionar el 30 de junio y los servicios que prestaba quedarán dentro de Payway, bajo un paraguas de otros servicios más amplios que involucran a los comercios y cuentapropistas y no solamente al usuario de pagos.
El cambio que estamos implementando tiene que ver con unificar marcas y eficientizar la propuesta hacia los comercios (Porciani)
“El cambio que estamos implementando tiene que ver con unificar marcas y eficientizar la propuesta hacia los comercios. Todo Pago pasa a ser parte de Payway, la suite de productos para que los comercios cobren con medios de pago electrónicos y digitales”, explicó Emiliano Porciani, CCO de Prisma Medios de Pago.
Bajo la marca Payway, se incluyen otros servicios (terminales inteligentes, QR dinámico y estático, venta online, link de pagos, Gateway de pagos, débitos automáticos y venta telefónica) para comercios. Prisma tiene también en el mercado otra billetera digital, Bimo. La unificación de marcas y los servicios dejó en el camino a Todo Pago, reconvertida en otro producto.
El mercado promete más transformaciones, con reconversiones, alianzas e innovación. Y también algún cierre, por supuesto. “Es claro que el mercado argentino todavía está en proceso de consolidación y ninguna billetera puede alcanzar su punto de equilibrio y ser rentable por ahora. En el mercado se sabe que algunas no van a llegar o van a tener que reorientarse. Pero a la vez, cambió el contexto externo y hay menos acceso a los inversores del que había hace un tiempo”, explicó Carballo.
El escenario externo parece apuntar a que los inversores ya no lleguen con tanta facilidad o apunten a proyectos mas desarrollados. Aunque la dinámica fintech muestra que hay muchas formas de crecer. Es el caso de las billeteras que ofrecen “cashback”, la devolución de una parte de lo comprado con las tarjetas, un modelo que varias app de criptomonedas adoptaron en la Argentina. “Algunos devuelven un 2% en cada compra, lo que implica poner dinero, no solo resignar la comisión, que siempre es menor que ese porcentaje. Con eso ganan usabilidad y volumen de usuarios. Tal vez sea menos costoso que una campaña publicitaria”, agregó Chaves del Valle, quien dio a entender que la pelea será dura y que muchas billeteras quedarán en el camino. “Cada vez que cambias de celular ¿Cuántas apps volvés a descargar y cuántas dejás de usar?”, se preguntó.
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