El inversor brasileño Paulo Passoni tiene una larga trayectoria en la detección de negocios prometedores en América Latina. Hasta hace pocos meses se desempeñaba como socio director de Softbank para la región y ahora emprendió su propio proyecto. De paso por Montevideo, lanzó una provocadora definición respecto a por qué Uruguay se está transformando en un cluster tecnológico promisorio: “debería haber estatuas de Cristina Kirchner en cada rincón de Uruguay”.
En conversación con Bloomberg Línea, el empresario hizo foco sobre el desarrollo de Uruguay como un polo de desarrollo para startups tecnológicas que toma lo mejor de tres países, Argentina, Brasil y el propio Uruguay. Y que genera el clima propicio para la creación de los que podrían ser los próximos unicornios latinoamericanos.
“Creo que el primer punto es que cuando pensamos en clústers de desarrollo en cualquier industria, importa mucho la calidad de la gente en esos clústers. Y las empresas más exitosas de América Latina y los fundadores de esas empresas están ahora en Uruguay. MercadoLibre, Globant, dLocal, Kaszek, puedo seguir con la lista. Cuando se piensa en la calidad de un clúster, como predictor de futuras nuevas ideas de alta calidad, me entusiasma bastante Uruguay. No se consigue ese tipo de calidad en ningún otro lugar de América Latina”, celebró Passoni en la entrevista publicada por el portal especializado.
“Y las empresas más exitosas de América Latina y los fundadores de esas empresas están ahora en Uruguay. MercadoLibre, Globant, dLocal, Kaszek, puedo seguir con la lista”
“Los impulsores de por qué se está formando ese clúster en Uruguay... Bueno, debería haber estatuas para Cristina Fernández de Kirchner en Uruguay, en cada rincón de Uruguay”, dijo.
“Y segundo, la gente se muda a Uruguay para ahorrar en impuestos. Eso es una verdad. Es un lugar agradable, lindo, seguro para vivir, y a todo el mundo le gusta. Eso es seguro. Hay un ambiente de paz, que también ayuda cuando uno quiere formar una familia. Pero también te ahorras impuestos. Así que Uruguay encontró esta oportunidad para sí mismo como un país que da la bienvenida a los empresarios de la tecnología, que les ayuda a ahorrar en impuestos. Como resultado, pueden hacer lo que quieran con su dinero, con la esperanza de comprometerse con causas sociales con el ahorro de impuestos que obtienen. Y de repente tienen un clúster formándose. Una reserva de talento de gran calidad en Uruguay, de Argentina y de otros lugares que empiezan a mudarse allí. Tienes un movimiento en marcha. La prevalencia de personas con talento en Argentina y Uruguay es notable, a pesar de que ambos países son pequeños. Producen mucha gente de alta calidad, porque tienen grandes sistemas educativos en comparación con otros países de la región”, agregó el inversor.
Consultado respecto a si la actitud “market friendly” del gobierno de Uruguay está detrás de esa concentración de talento, Passoni sostuvo que es clave.
“Creo que Marcos Galperin y Martín Migoya nunca se mudarían a Uruguay si no fuera así. No creo que quisieran alejarse de Buenos Aires. A todos ellos les encanta Buenos Aires. Es una ciudad increíble. Se mudaron porque se enfrentaban a un entorno político realmente hostil para ellos. Por eso se mudaron. La pérdida de uno es la ganancia de otro, y creo que Uruguay está jugando muy bien esa estrategia. Para atraer a esa gente tienen que ser más pragmáticos con los negocios”, continuó.
En cuanto a la carga impositiva diferencial que impone Uruguay y que lo diferencia de los países vecinos, para Passoni es un punto clave. Pero el país oriental deberá hacer más cosas para impulsar al polo de talento en el que se está convirtiendo, según el inversor.
“De la misma manera que sucede para la gente que se muda a Miami desde Nueva York. No dicen que se mudan sólo por los impuestos. Pero si las tasas impositivas de Nueva York y Miami fueran idénticas la gente no se iría a Miami. Eso es bastante obvio”, dijo a Bloomberg Línea, pero debería haber más.
“De la misma manera que sucede para la gente que se muda a Miami desde Nueva York. No dicen que se mudan sólo por los impuestos. Pero si las tasas impositivas de Nueva York y Miami fueran idénticas la gente no se iría a Miami. Eso es bastante obvio”
“Las visas para trabajadores del sector tecnológico es uno fácil. Así, si querés mudarte a Uruguay, esto lo hace un proceso súper fácil”, recomendó.
“Creo que la comunidad tecnológica se nutre de la diversidad y la inclusión, así que también una agenda social muy orientada a eso. Si miras los mayores centros tecnológicos del mundo, son muy liberales: Silicon Valley o Berlín. Son lugares donde todo el mundo es bienvenido, independientemente de sus creencias. Esto es muy importante”, añadió.
“Creo que Uruguay es barato ahora en términos de costo de vida, pero cambiará rápidamente. Los inmuebles se van a encarecer. Quizás pueda haber una política del gobierno para asegurarse de que los inmuebles para los trabajadores de la tecnología sean asequibles. Es una medida inteligente a largo plazo. Pero creo que la construcción de la comunidad tiene que ser de los propios empresarios. No es algo en lo que tenga que participar necesariamente el gobierno. Esto es algo que comenté con empresarios y fundadores con los que me reuní hace dos semanas: tienen que organizarse más juntos y compartir información. Ya lo están haciendo, pero más de eso es una buena noticia”, concluyó.
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