Como destacó hoy Infobae, el directorio del Fondo Monetario Internacional (FMI) aprobó en Washington las metas del primer trimestre del año del acuerdo que firmó con la Argentina para el pago del crédito de USD 44.000 millones. La decisión permitirá que la Argentina reciba un desembolso inmediato de USD 4 010 millones (el equivalente a 3.000 millones de Derechos Especiales de Giro, DEG) con los que deberá afrontar vencimientos con el propio organismo.
“Las autoridades cumplieron con todos los criterios de desempeño continuos a fines de marzo de 2022 y siguen comprometidas a lograr sin cambios los objetivos anuales de financiamiento fiscal, monetario y de acumulación de reservas”, destacó el comunicado del FMI. “La implementación decisiva de las políticas del programa será fundamental para apoyar la recuperación de la economía argentina, fortalecer la estabilidad macroeconómica y seguir avanzando en el abordaje de sus desafíos profundamente arraigados para sentar las bases de un crecimiento más sostenible e inclusivo”, agregaron.
Sin embargo, el FMI advirtió sobre la deuda en pesos, que tantas dudas trajo a la economía local en las últimas semanas, y fue categórico a la hora de pedir “moderar la demanda interna” en el marco del cumplimento de la meta de reducción del déficit fiscal. Ese principio no parece ir en línea con la idea de estimular el consumo, tal como suele proponer, por caso, la vicepresidenta Cristina Fernández, quien habitualmente rechaza la idea de ajustar la demanda para contener la inflación. También se hizo foco en que las metas anuales no serán modificadas, algo que repite el ministro de Economía Martín Guzmán, y se insistió con el cumplimiento de la reducción de los subsidios y la acumulación de reservas.
“La alta inflación, de no ser abordada, alimentará aún más el descontento social y debilitará el apoyo político al programa”
“Cumplir con el objetivo de déficit fiscal primario del 2,5 por ciento del PBI en 2022 es fundamental para moderar la demanda interna, limitar la financiación monetaria del déficit y apoyar la acumulación de reservas, y requerirá implementación y seguimiento de los compromisos presupuestarios”, destacaron.
En la parte final del documento, se citan declaraciones textuales de la directora gerente del organismo, Kristalina Georgieva.
“Las autoridades siguen comprometidas con la estrategia multifacética acordada para hacer frente a la persistente alta inflación, incluso continuando con la normalización de las tasas de interés en consonancia con lograr tasas de interés reales positivas. La implementación firme de mejoras en la política monetaria será fundamental para estimular la demanda de activos en pesos, preservar la competitividad y respaldar los objetivos de acumulación de reservas de fin de año sin cambios”, destacó.
“En el contexto de volatilidad reciente del mercado, los esfuerzos para fortalecer y profundizar el mercado de deuda en pesos, que es un pilar esencial del acuerdo de facilidades extendidas (EFF, por sus siglas en inglés) de 30 meses, siguen siendo críticos, junto con la firme implementación de metas fiscales. Además, garantizar la entrega oportuna de los compromisos de los socios internacionales de Argentina es vital para ayudar a aumentar las reservas y apoyar los esfuerzos de reforma”, dijo Georgieva.
“Las autoridades reconocen la importancia de invertir en la estabilidad económica y mantienen los objetivos del programa de fin de año con cierta flexibilidad en las rutas trimestrales para encaminar los shocks. Con este fin, el presupuesto 2022 recientemente modificado vuelve a priorizar el gasto para acomodar mayores subsidios energéticos y una asistencia social apropiada para proteger a los vulnerables de la crisis de los precios de los alimentos”, señaló.
Desde Economía destacaron que “dentro de un contexto de creciente incertidumbre global, el Directorio Ejecutivo consideró que se cumplieron todos los criterios de desempeño continuos y para fines de marzo de 2022. Continuamos implementando políticas macroeconómicas para fortalecer el crecimiento con creación de empleo y la estabilidad”.
Tanto Georgieva como Guzmán publicaron mensajes en sus respectivas cuentas de Twitter en relación con la aprobación de la primera revisión del acuerdo.
Señales de alerta
El Fondo Monetario difundió también el “Staff report”, el informe que sus equipos técnicos elaboraron tras analizar el grado de cumplimiento del acuerdo en marcha por parte de la Argentina. En ese documento, el FMI considera que la guerra en Ucrania tendrá un “impacto limitado” sobre la actividad económica, pero advierte que el aumento de las presiones fiscales pone en riesgo las metas fiscales, la acumulación de reservas y el financiamiento por parte del mercado, al mismo tiempo que “las tensiones sociales y políticas siguen elevadas” y que la inflación, ya elevada, seguirá sufriendo presiones del lado del gasto y las demandas salariales.
También reconoce que las metas de desempeño e indicativas se cumplieron en el trimestre terminado en marzo y que hubo “progresos en la agenda estructural”, con las audiencias públicas sobre tarifas y el aumento inicial de las mismas.
Sin embargo, según el Fondo, “el programa está sujeto a riesgos excepcionales”, entre los cuales menciona la intensificación de la guerra, el resurgimiento de la pandemia, un mercado financiero más apretado y una desaceleración en las economías emergentes. En ese contexto, enfatiza, la implementación de las políticas acordadas en marzo es una necesidad “aguda” en el marco de lo que describe como un “muy complejo entorno económico, político y social”, con presiones fiscales y salariales. Y señala: “La alta inflación, de no ser abordada, alimentará aún más el descontento social y debilitará el apoyo político al programa”.
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