Los bonos públicos de Argentina se hundieron este miércoles, con algunas paridades en mínimos históricos, frente a un masivo desarme de carteras dadas las dudas acerca de la capacidad de pago del Gobierno, la creciente inflación y la aversión al riesgo por síntomas de una cercana recesión global.
Los operadores destacaron la sorpresa por un canje de deuda doméstica lanzado a última hora por el Ministerio de Economía, con un rol protagónico del Banco Central, que en junio rescató títulos descartados por fondo privados por unos 300.000 millones de pesos.
La autoridad monetaria no puede participar de las licitaciones de Letras mensuales del Tesoro, pero sí tiene la posibilidad de influenciar sobre los bonos adquiridos en el mercado secundario. De esa manera, puede aliviar las urgencias de financiación del Gobierno.
De todos modos, en la plaza bursátil continuó el castigo sobre los papeles de deuda soberana. Los bonos indexados por CER negociaron otra vez en baja. El TX26 restó 1,8%; el TX24 perdió 4%, y el TX28, un 2,3 por ciento. El TX23, que vence en el actual mandato presidencial, cayó un marginal 0,04 por ciento.
Los bonos Globales mantuvieron la debilidad, con una pérdida promedio de 1,8% y un riesgo país que marcaba un alza de 45 enteros para la Argentina, a 2.245 puntos básicos a las 17:10 horas, un máximo desde agosto de 2020. Las emisiones del canje renovaron su piso de precios desde que salieron a cotización en septiembre de 2020.
Agentes del mercado consultados por Reuters coincidieron en que la idea del canje buscó alivianar la carga ante un vencimiento por unos $600.000 millones que recae el próximo 28 de junio, con el grueso de la tenencia en manos del ente previsional ANSeS y del propio BCRA.
“Los activos locales vienen actuando como ‘rehenes’ también del clima externo (...), aunque esto se ve acentuado porque el clima doméstico se encuentra lejos de poder transmitir calma, en medio de crecientes tensiones dentro de la coalición oficialista (gobernante) que no hacen más que dificultar la administración de los desafíos económicos”, afirmó el economista Gustavo Ber.
Los bonos en dólares perdieron la mitad de su valor desde que salieron al mercado, mientras que el riesgo país argentino se duplicó
En el Mercado Abierto Electrónico (MAE) los bonos públicos arrojaron una pérdida promedio del 1,3% en pesos, después de un derrumbe del 1,4% del martes, con niveles de cotizaciones no alcanzados desde la previa a la gigante reestructuración de deuda en 2020. Los nominados en pesos fueron nuevamente los más vapuleados a la hora de las ventas.
Mientras que los principales indicadores de Wall Street finalizaron con leves bajas del orden del 0,2%, los activos y monedas más importantes del mundo se movían a la baja por los reiterados miedos a la alta inflación y la inevitable alza en las tasas de interés, con la Reserva Federal estadounidense (Fed) como insignia general y el BCRA como referente local.
El índice S&P Merval de la Bolsa de Buenos Aires perdió un 1%, a 85.662 puntos, luego de ceder un 0,6% el martes tras la inactividad de dos feriados consecutivos.
“Es evidente que la decepción en el equipo económico del Gobierno es muy grande porque no alcanzan las decisiones tomadas hasta ahora para evitarse la nueva baja de los bonos en pesos. Hay entidades oficiales que participan a diario en el mercado como sostén de la contrapartida privada”, sostuvo un agente de la banca extranjera.
Récord para el dólar libre
En las últimas semanas los dólares por fuera del “cepo” retomaron la iniciativa y comienzan a pelearle -y ganarle- a la inflación, ante expectativas del mercado que se centran en una mayor inyección de pesos en la economía.
Así, el dólar libre empieza a calibrar su precio con las cotizaciones bursátiles, en zona de récord en los últimos días. El “blue” ascendió cuatro pesos este miércoles, a $224 para la venta, en un nuevo máximo nominal, por encima de los $222,50 del del 27 de enero pasado. El dólar mayorista cerró negociado a $123,85, con una brecha cambiaria de 80,8% respecto del paralelo.
En cuanto a las cotizaciones bursátiles, éstas finalizaron con importante baja, a $235,33 para el “contado con liquidación” a través del bono Global 30 (GD30C), y a $228,64 para el dólar MEP con el Bonar 2030 (AL30D).
En una rueda de menor volumen de operaciones (USD 205,4 millones), la autoridad monetaria cerró su participación con un saldo comprador de apenas 1 millón de dólares, con equilibrio entre oferta y demanda. Fuentes del mercado aseguran que se mantiene firme la demanda para el pago de importación de energía, calculada para este mes en unos 2.000 millones de dólares.
“Junio continúa siendo malo para el BCRA en términos de acumulación de reservas y esto explica en parte la aceleración en el tipo de cambio oficial. Lo anterior es positivo para los ‘dollar-linked’”, reportó el agente de liquidación y compensación Neix.
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