Antes de contar con el nuevo desembolso, el Gobierno le pagará al FMI USD 2.700 millones

Este lunes giró USD 900 millones y el resto lo hará el martes, lo que impactará en las reservas. El viernes debería ingresar un segundo envío desde el organismo por USD 4.000 millones pero el Ejecutivo cancelará esa obligación con DEGs que recibió en marzo

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El Gobierno le pagará USD 2.700 millones al FMI
El Gobierno le pagará USD 2.700 millones al FMI

El Gobierno no esperará al segundo desembolso del Fondo Monetario Internacional (FMI) y utilizará parte de los dólares que no usó del primer giro desde Washington para hacer entre este lunes y el martes los pagos de vencimientos de deuda a ese organismo por unos USD 2.700 millones, según confirmaron a Infobae fuentes oficiales.

El cronograma de obligaciones de pago al FMI vigente incluye dos instancias de pago, para hoy y para mañana, por unos USD 915 millones y otro USD 1.760 millones, respectivamente. Forman parte del calendario de devolución del préstamo Stand By firmado en 2018, que el Gobierno refinanció con un nuevo programa.

Será así el cuarto pago del año, que se suman a los USD 1.031 millones entre finales de enero y principios de febrero, los casi USD 2.700 millones en ocasión de la aprobación del Extended Fund Facility (EFF), una tercera instancia entre fines de abril y principios de mayo por casi USD 1.000 millones y el giro de divisas de esta semana.

Con el pago que completará en las próximas horas, el Gobierno habrá redondeado USD 7.400 millones de giros a Washington y le quedará para lo que resta de 2022 unos USD 10.480 millones en pagos de vencimientos al FMI. En simultáneo, el Poder Ejecutivo esperará los tres próximos desembolsos desde el Fondo Monetario, uno de ellos esta semana y con los otros dos previstos para septiembre y diciembre.

El cronograma de obligaciones de pago al FMI vigente incluye dos instancias de pago, para hoy y para mañana, por unos USD 915 millones y otro USD 1.760 millones, respectivamente

El pago que se avecina al FMI hará caer las escasas reservas del Banco Central. El último dato, del jueves pasado, marca un nivel de reservas de USD 40.900 millones, por lo que pasaría a unos USD 38.200 millones. La dificultad del BCRA para acumular divisas y el alto nivel de importaciones fue uno de los temas de discusión pública saliente de los últimos días, en el que este lunes se metió la propia vicepresidenta Cristina Kirchner, que pidió un control más severo sobre las compras al exterior.

Era, en rigor, un diagnóstico que sobrevolaba desde hace algunos días el gabinete económico: que en los últimos meses el último endurecimiento del cepo no redujo el ritmo mensual de compras al exterior y que, en ese universo, se filtran importaciones “especulativas”. Una estimación que circula en el mercado y el Gobierno fue realizada por la consultora PxQ del ex viceministro de Economía Emmanuel Álvarez Agis y habla de unos USD 10.000 millones en importaciones de este tipo, lo que representaría un 15% de las USD 70.000 milllones del último año.

Según dejaron entrever fuentes oficiales, las medidas no apuntarían a un endurecimiento de las trabas para la compra de dólares para el ahorrista ni para el consumo de dólar tarjeta o turista, que en este último caso ya implicaba una salida pronunciada de divisas para el BCRA. En ese sentido, descartaron un “súper cepo” y aseguraron que buscarán controlar mejor el flujo importaciones.

Foto de archivo: el logo del Fondo Monetario Internacioanl (IMF por su sigla en inglés) es visto fuera de su sede central en Washington, Estados Unidos. 4 sept,  2018. REUTERS/Yuri Gripas/
Foto de archivo: el logo del Fondo Monetario Internacioanl (IMF por su sigla en inglés) es visto fuera de su sede central en Washington, Estados Unidos. 4 sept, 2018. REUTERS/Yuri Gripas/

Este martes, una serie de reuniones del nuevo ministro de Desarrollo Productivo Daniel Scioli con empresarios pymes e industriales dará marco al comienzo de su gestión al frente de la cartera en medio de la tensión con el sector privado y dentro de la coalición de Gobierno sobre la escasez de dólares y la posibilidad de reajustar controles a las importaciones para moderar la salida de divisas del Banco Central.

La discusión con el FMI no terminó con el comunicado de finalización de la primera evaluación de metas trimestrales, sino que continuó hasta hace pocos días sobre la posibilidad de recalibrar metas intermedias sin modificar los objetivos anuales.

El Gobierno espera que el directorio del organismo el viernes de esta semana apruebe la primera revisión de metas que finalizó la semana pasada que habilite así el segundo desembolso de dólares para afrontar los vencimientos con el propio Fondo Monetario, y también una habilitación a recalcular los objetivos “intermedios” fiscales y de acumulación de reservas, más allá de que se mantendrán sin cambios los compromisos en términos anuales.

Con el pago de las próximas horas, el Gobierno habrá redondeado USD 7.400 millones de giros a Washington y le quedará para lo que resta de 2022 unos USD 10.480 millones en pagos de vencimientos al FMI

El equipo negociador de la Casa Rosada acordó con el staff elevar esa petición al directorio, el máximo órgano de decisión del FMI, para terminar -al menos de manera preliminar- un trabajo de recalibración al que Buenos Aires y Washington se vieron forzados apenas entró en vigencia el programa económico, ante el nuevo contexto de precios internacionales que trastocó la hoja de ruta inicial.

Tal como anticipó esta semana Infobae, las metas trimestrales de reservas formaron parte en los últimos días de un diálogo extendido entre el funcionariado nacional -del Ministerio de Economía y del Banco Central- con el equipo técnico del organismo. Dentro de dos semanas, según los planes originales, el BCRA debería haber sumado USD 4.100 millones en forma neta, algo que a todas luces no podrá alcanzar. El fondo de la discusión, entonces, es sobre la “secuencia” que deberá tener el camino de acumulación de reservas, porque al fin y al cabo los USD 5.800 millones netos a fin de año permanecen sin cambios.

“Tenemos un compromiso con las metas anuales, pero la estacionalidad cambió por la guerra, por eso hay que pensar cómo readaptamos”, mencionaron desde el Poder Ejecutivo. El directorio, entonces, dictaminará sobre la primera revisión y podría dar un visto bueno para ese recálculo de objetivos trimestrales, pero solo para el segundo. Si el Gobierno necesitara eventualmente un recálculo también para el tercer trimestre, eso deberá ser analizado por el staff y el directorio cuando tenga lugar la próxima evaluación en agosto o septiembre.

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