Un nuevo conflicto pesquero se desató esta semana y tiene a camiones con productos altamente perecederos varados en la ruta 3, a riesgo de que se pudra la mercadería, mayormente langostino, la principal especie de exportación pesquera de la Argentina.
Los cortes son realizados por el Sindicato de Trabajadores de la Industria de la Alimentación (STIA) de Chubut, un gremio “de tierra”, con impulso y respaldo del gobernador provincial, Mariano Arcioni, que se opone a que lo pescado frente a las costas de Chubut se procese en otras provincias, mayormente Buenos Aires, más específicamente en Mar del Plata. Arcioni dijo que convocará a las cámaras pesqueras, acusó a Mar del Plata de trabajar “en negro” y cuestionó la reciente medida del Consejo Federal de Pesca que permite procesar en plantas bonaerenses lo obtenido en aguas nacionales.
Disparidad de costos y trabajo en negro
“Vamos a hacer todo lo posible” para que se siga procesando en Chubut, señaló. La “disparidad de costos” con Mar del Plata, acusó, es porque “acá nos caracterizamos por tener todos los trabajadores en blanco”. “Pueden pescar en aguas nacionales, pero siempre el desembarco y procesamiento se hizo en la Provincia y vamos a hacer todo para que eso continúe”, dijo Arcioni, y agregó que en Mar del Plata el trabajo lo hacen “cooperativas que trabajan totalmente en negro y los de aquí que tiene todo en blanco y por eso se está yendo a querer procesar en Mar del Plata, pero no lo vamos a permitir”.
Mientras, camiones con productos de la pesca son retenidos sobre la ruta nacional 3, al norte de Puerto Madryn, esperando instrucciones y la evolución del conflicto. Todo se desencadenó a raíz de la decisión del Consejo Federal Pesquero (CFP) sobre campañas de prospección, tamaños de las especies de langostino que está permitido capturar por zona, medidas sobre almacenamiento en buques “fresqueros” (aquellos cuya captura, a diferencia de la de los “congeladores”, se termina de procesar en plantas terrestres) y las sanciones a buques que incumplan las normas de pesca.
El subsecretario de Pesca, el santacruceño Carlos Liberman, ligado a Máximo Kirchner, dijo que se trató de decisiones muy positivas, acordadas “con la provincia de Buenos Aires y la mayoría de los consejeros relacionados a la actividad pesquera”. “Estandarizamos las campañas de investigación científica que se realizan todos los años -un total de 3- para monitorear un recurso tan importante como el langostino” dijo Liberman, quien también se refirió a la fijación del “nivel de langostino de mayores tallas comerciales que deben encontrarse en cada zona para proceder a la apertura y cierre de cada área” y las dimensiones mínimas de los cajones en los fresqueros para estibar el recurso.
Medidas pesqueras
Además, el CFP graduó las sanciones a quienes incumplan las normas de pesca. En el régimen previo, explicó Liberman, daba lo mismo si un buque se excedía 10, 20 o 50% las horas de navegación; en todos los casos eran 30 días de suspensión. Ahora la sanción será “acorde a la gravedad del caso”, con un máximo de 40 días de suspensión. Las medidas fueron celebradas por el ministro de Desarrollo Agrario de Buenos Aires, Javier Rodríguez, quien participó de las reuniones del CFP.
Pero Arcioni y el sindicato chubutense no están de acuerdo y frenaron la salida de camiones con pesca de aguas nacionales frente a las costas de Chubut, pese a que el propio sindicato reconoce que no hay ninguna norma que impida que los propietarios de los barcos de Mar del Plata que descargan en puertos patagónicos puedan llevarse su materia prima y procesarla en la ciudad bonaerense.
Las cámaras de Mar del Plata repudiaron las palabras de Arcioni y el bloqueo a su mercadería. “Manifestamos nuestro profundo rechazo a las manifestaciones públicas del Gobernador, agraviando, infundada e innecesariamente, a toda la industria pesquera de la ciudad de Mar del Plata”, dijeron en un comunicado a Asociación de Embarcaciones de pesca Costera (AEPC) , la Cámara Argentina de Armadores de Buques Pesqueros de Altura (Caapba), la Cámara de la Industria Pesquera Argentina (Caipa), la Cámara de Frigoríficos Exportadores de la Pesca (Cafrexport) y la Unión de Intereses Pesqueros Argentinos (Udipa).
Las cámaras marplatenses acusaron a Arcioni y la STIA chubutense de “alterar la paz social, afectando la normal convivencia en el desarrollo de la zafra de langostino en aguas nacionales”. En Mar del Plata, aclararon, “recibimos a todas la flotas pesqueras del país, todos pueden efectuar sus descargas y transportar sus mercaderías desde y hacia nuestro puerto, usar sus diques, efectuar reparaciones, construir buques, etc, sin distinción de que provincia provienen. Todos son Argentinos, y como tal son tratados”. En cambio en Chubut, dijeron, “hoy existen bloqueos de camiones en ruta con merluza y langostino, sin poder transitar desde Santa Cruz y sin poder salir desde Chubut hacia otras provincias”. Medidas que, enfatizaron, van contra el derecho constitucional de libre circulación.
Situaciones extorsivas e impuesto al tránsito
En igual sentido se manifestaron los miembros de la cámara de Armadores Langostineros Federales Argentinos (ALFA): anunciaron que no ingresarán más a puertos chubutenses y pidieron la intervención de Liberman, el subsecretario de Pesca, “para que Chubut garantice el libre tránsito”. ALFA apuntó directamente a Arcioni y denunció “situaciones extorsivas con camiones impedidos de salir de la provincia de Chubut con mercadería perecedera a bordo y amenazas de no poder trabajar y transitar en el territorio nacional”. Además, pidió al gobierno nacional que interceda para que Chubut elimine el “Fondo Ambiental Pesquero” impuesto por la gestión Arcioni, al que definieron como “una especie de impuesto que impide el libre tránsito de mercaderías por el territorio argentino”. Varios camiones seguían varados en Ruta 3, “en un ambiente cada vez más violento”, por lo cual ALFA no descartó “denunciar ante la Justicia a las autoridades provinciales de Chubut”.
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