Tras la caída de las reservas, el Gobierno espera que la semana próxima el FMI habilite un cambio en las metas trimestrales

Los objetivos anuales de acumulación de reservas del BCRA y de déficit fiscal permanecerán sin cambios a la vez que el Poder Ejecutivo busca modificar los compromisos para este trimestre

Guardar
El Poder Ejecutivo busca modificar la “secuencia” hasta llegar a las cifras anuales comprometidas
El Poder Ejecutivo busca modificar la “secuencia” hasta llegar a las cifras anuales comprometidas

El Gobierno espera un doble guiño del directorio del Fondo Monetario Internacional el próximo viernes. Por un lado, que apruebe la primera revisión de metas que finalizó la semana pasada. Pero también una habilitación a recalcular los objetivos “intermedios” fiscales y de acumulación de reservas, más allá de que se mantendrán sin cambios los compromisos en términos anuales.

El equipo negociador de la Casa Rosada acordó con el staff elevar esa petición al directorio, el máximo órgano de decisión del FMI, para terminar -al menos de manera preliminar- un trabajo de recalibración al que Buenos Aires y Washington se vieron forzados apenas entró en vigencia el programa económico, ante el nuevo contexto de precios internacionales que trastocó la hoja de ruta inicial.

Tal como anticipó esta semana Infobae, las metas trimestrales de reservas formaron parte en los últimos días de un diálogo extendido entre el funcionariado nacional -del Ministerio de Economía y del Banco Central- con el equipo técnico del organismo. Dentro de dos semanas, según los planes originales, el BCRA debería haber sumado USD 4.100 millones en forma neta, algo que a todas luces no podrá alcanzar. Ayer, las reservas del BCRA cayeron USD 200 millones y en la semana corta perdieron USD 697 millones.

Dentro de dos semanas, según los planes originales, el BCRA debería haber sumado USD 4.100 millones en forma neta, algo que a todas luces no podrá alcanzar

Y eso además considerando que en este segundo trimestre, por cuestiones estacionales, suele ser el momento del año en que típicamente la autoridad monetaria tiene margen para acopiar divisas y hacer más ancho su colchón de dólares. El shock de precios internacionales que encareció los precios de la importación de energía, entre otros factores, incidieron según el Gobierno en el hecho de poder llegar a cumplir con ese compromiso trimestral.

De acuerdo a fuentes oficiales, esa meta de USD 4.100 millones no podrá ser cumplida por el Banco Central por lo que en estos días buscarán una nueva cifra que dentro de dos semanas pueda estar al alcance de la autoridad monetaria. El nuevo número al que aspira el Gobierno, aseguran, se encuentra bajo embargo ya que todavía es sujeto a negociación.

El directorio del FMI tratará el caso argentino el próximo viernes. REUTERS
El directorio del FMI tratará el caso argentino el próximo viernes. REUTERS

El fondo de la discusión, entonces, es sobre la “secuencia” que deberá tener el camino de acumulación de reservas, porque al fin y al cabo los USD 5.800 millones netos a fin de año permanecen sin cambios.

“El programa económico es un ser vivo, no una piedra”, graficó de manera metafórica una fuente oficial al tanto de la continuidad de las conversaciones con el FMI. La revisión que terminó la semana pasada, aseguró, es una de las dos cuestiones que tomará en consideración el directorio el próximo viernes 24 cuando sesione para tratar el caso argentino.

“La revisión lo que hizo es tomar la temperatura del programa con un espejo retrovisor”, mencionaron respecto a la evaluación de las primeras metas trimestrales -que fueron cumplidas- pero también “mirar con el parabrisas” lo que vendrá en este segundo trimestre que finaliza en dos semanas, explicaron desde un despacho oficial.

El shock de precios internacionales que encareció los precios de la importación de energía, entre otros factores, incidieron según el Gobierno en el hecho de poder llegar a cumplir con ese compromiso trimestral

La lógica original era que en este segundo trimestre se concentren la mayor parte del acopio de divisas por una cuestión estacional clave que es la liquidación del complejo agroexportador. La agroindustria liquidó más de USD 4.231 millones durante mayo, lo que representó una suba del 33% intermensual, según la Cámara de la Industria Aceitera de la República Argentina (CIARA) y el Centro de Exportadores de Cereales (CEC).

Hubo, de todas formas, argumentan desde el Poder Ejecutivo, una serie de razones por las cuales en el tramo abril-junio la curva de acumulación de reservas nunca terminó de acelerar. En algunos despachos oficiales consideran que la lentitud de la autoridad monetaria para acopiar dólares está explicada en un menú de elementos que responden más a factores ajenos que a la propia gestión de gobierno.

El Gobierno no podrá alcanzar la meta de reservas del segundo trimestre y buscará un recálculo acordado con el FMI. REUTERS
El Gobierno no podrá alcanzar la meta de reservas del segundo trimestre y buscará un recálculo acordado con el FMI. REUTERS

Uno de ellos es la escalada de valores internacionales de la energía. La Argentina salió a comprar gas natural licuado para que las fábricas y hogares tengan calefacción en los meses más fríos pero tuvo que pagar precios de hasta 40 dólares por millón de BTU en las primeras licitaciones del año cuando en 2021 pagó en promedio 8 dólares.

Esa cuenta implicó una erosión considerable, explican desde Gobierno, para la perspectiva de acumulación de reservas. Y además todavía no finalizaron las compras internacionales del fluido, por lo que el impacto por este carril continuará. No es la única razón que esgrimen.

Luego citan como explicación una demora de un grupo de organismos internacionales para concretar préstamos al país, que forman parte de la hoja de ruta de financiamiento acordado entre el Gobierno nacional y el Fondo Monetario. Según aseguran en despachos oficiales, hay trabas burocráticas que impidieron que se cristalicen envíos que fortalecerían la posición de reservas, y que típicamente se destraban durante la segunda mitad del año.

“Tenemos un compromiso con las metas anuales, pero la estacionalidad cambió por la guerra, por eso hay que pensar cómo readaptamos”, mencionaron desde el Poder Ejecutivo. El directorio, entonces, dictaminará sobre la primera revisión y podría dar un visto bueno para ese recálculo de objetivos trimestrales, pero solo para el segundo. Si el Gobierno necesitara eventualmente un recálculo también para el tercer trimestre, eso deberá ser analizado por el staff y el directorio cuando tenga lugar la próxima evaluación en agosto o septiembre.

“Nuestra visión del programa económico es que tenemos metas hasta fin de año, esas son las que buscamos. Pero no podemos negar que hubo un shock y que debemos utilizar los grados de libertad que tenemos para modificar, dentro del escenario anual, cómo es el camino”, concluyó un funcionario.

SEGUIR LEYENDO:

Guardar