Las medidas adoptadas por el Banco Central a principios de año para frenar la salida de dólares por importaciones surtió efecto y el ritmo de algunas compras se atenuaron, pero muchos rubros quedaron afuera de esa cuestionada norma -7466- y el goteo de divisas permanece sostenido, en un contexto macroeconómico endeble, con desequilibrios fiscales, tasas de interés reales negativas, inflación alta, un tipo de cambio atrasado y una brecha cambiaria que se mantiene elevada. Todos incentivos a demorar exportaciones y a anticipar importaciones. La encrucijada para el Gobierno es cada vez peor y ya no le quedan demasiadas alternativas que comenzar a adoptar medidas que desalienten esas operaciones.
La medida del BCRA buscó frenar las “importaciones especulativas” -según lo plantearon oportunamente- de todos los productos que cuenta con licencia automática (LA), es decir, que deben ser aprobados inmediatamente por el Ministerio de Desarrollo Productivo. Como todas las posiciones que tienen LA crecían a un ritmo que, dijeron, no se correspondía con el crecimiento de la economía, el organismo fijó un cupo para acceder a los dólares oficiales y, sobre ese tope, las empresas deben conseguirse el financiamiento por 180 días. Esa medida generó una gran cantidad de problemas en muchos sectores porque muchos productos subieron fuerte de precio y el cupo ya se les agotó, o sucederá en breve. Pero según fuentes del Banco Central, la medida contribuyó a que se normalizaran estas importaciones.
De acuerdo con datos del organismo, de USD 4.000 millones que alcanzaban las importaciones de los productos bajo Licencia Automática en enero y febrero, treparon a U$S 5.000 en marzo y abril y en mayo fue de U$S 6.000 millones, pero este número incluye la energía, cuyas importaciones están creciendo fuertemente por la estacionalidad y la suba de los precios. De no ser por este rubro, los otros productos “viajan estables”, dijo la fuente consultada.
Sin embargo, desde el BCRA aseguran que lo que se disparó en los últimos meses fueron los productos que tienen Licencia no Automática (LNA), es decir, los que requieren de la revisión y autorización de la cartera productiva, ya que se trata de bienes de consumo y de sectores sensibles, como el textil, juguetes, marroquinería, entre otros. “De USD 1.400 millones en enero y febrero, desde marzo trepó a USD 2.000 millones”, sostuvo la fuente.
No puede obviarse el impacto que tiene en esta escalada el fuerte incremento en los precios de muchos productos generado a partir de la guerra entre Rusia y Ucrania. En el BCRA no lo desconocen, pero remarcan que “no se ve ese efecto en todos los rubros que subieron, como por ejemplo electrónica; algodonera textil; cuero, marroquinería y calzado; siderurgia; minería no metalífera; caucho y bienes de capital”. De todos modos, si se analizan los datos de la última balanza comercial -la de abril- del Indec, se puede observar que si bien las cantidades subieron más que los precios, combustibles y lubricantes es lo que más creció (72,6%), mientras que bienes de consumo (que tienen LNA) apenas treparon 21,8%.
En este contexto, la disputa entre el BCRA y Desarrollo Productivo por la salida de los dólares continúa. En el Ministerio que desde ayer lidera Daniel Scioli apuntaban, semanas atrás, que las LNA estaban creciendo muy por debajo del promedio y que hay rubros que “lógicamente crecen, como por ejemplo las piezas para hacer los televisores, ya que viene el Mundial y tienen que fabricarlos ahora. Después afloja”. Además, juega la base de comparación del año pasado, ya que en el primer trimestre del 2021 las importaciones todavía estaban muy bajas debido a que se estaban recomponiendo stocks. De todos modos, el recién llegado ministro pondrá la lupa allí para determinar, en la medida de lo posible, si efectivamente hay compras especulativas.
La corrección de la macro
Tras la mini corrida al dólar que ocurrió en los últimos días, tras la fuerte venta de títulos en pesos, el Gobierno volvió a la carga esta semana con el análisis de medidas que intenten encarrilar las expectativas. “Es clave el ordenamiento de las variables macroeconómicas”, dicen en los pasillos oficiales. En este sentido, y más allá de la revisión de las importaciones, el BCRA anunciará este jueves una suba en la tasa de interés que oscilaría entre 3 y 4 puntos, según anticiparon las fuentes consultadas.
“Tanto para que el exporta como para que el importa, hay un elemento inicial a considerar: si las tasas activas corren o no detrás del crawling peg (devaluación controlada del tipo de cambio oficial) y el dólar futuro. ¿Quién va a vender granos para comprar una máquina si ve que el dólar se va moviendo y le prestan al 22% para comprarla?”, dijo la fuente del BCRA. Y lo mismo sucede para el importador. Menos perspectivas de devaluación, tasas de interés más altas para reducir la brecha y análisis de importaciones por parte de la cartera de Producción. ¿Continuarán en este contexto los créditos a tasa subsidiada? Esa es justamente la sintonía fina que algunos dentro del Gobierno creen que debería comenzar a aplicarse. Más aún en el próximo semestre, momento de vacas flacas en materia de liquidación de divisas.
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