En medio de la incertidumbre del avión Boeing modelo 747-300M con matricula YV3531 de la venezolana Emtrasur -filial de la empresa Consorcio Venezolano de Industrias Aeronáuticas y Servicios Aéreos (Conviasa)-, que continúa retenido en el Aeropuerto de Ezeiza, al igual que sus 19 tripulantes iraníes y venezolanos que se encuentran en un hotel de Canning, un segundo avión apareció en la escena y generó todavía más preguntas.
Se trata de un vuelo de Conviasa que partió ayer desde Caracas hacia el Aeropuerto Viru Viru, en Santa Cruz de la Sierra, Bolivia, con pasajeros que pretendían hacer una escala y continuar hasta Buenos Aires en un vuelo operado por Boliviana de Aviación (BOA). Incluso se especuló con que los tripulantes de vuelo de la polémica podrían volver a Venezuela en el. Nada pasó: no hubo vuelo.
Una vez que los pasajeros arribaron a Bolivia, se enteraron que el avión hacia Buenos Aires había sido cancelado y quedarían varados en Santa Cruz de la Sierra.
El avión de Conviasa -un Airbus A340-642- que arribó a la ciudad boliviana, también había sido adquirido por la empresa a Mahan Air, la aerolínea iraní, del mismo modo que el Boeing que sigue retenido en Ezeiza.
Lo llamativo es que Conviasa vendió los pasajes de la operación Caracas-Santa Cruz de la Sierra-Buenos Aires, sin que se tratase de una operación regular, ya que según fuentes del sector y de la propia Administración Nacional de Aviación Civil (ANAC), la operación entre la ciudad boliviana y la capital porteña no pertenecía a los vuelos regulares, sino que se trataba de una operación chárter, sujeta a la aprobación de ANAC.
En Santa Cruz de la Sierra hay pasajeros venezolanos que pretendían viajar a Buenos Aires y que tuvieron que ser alojados en hoteles, mientras que otros decidieron volver a Caracas; y viceversa: hay cerca de 300 pasajeros venezolanos en Ezeiza que se quedaron varados sin poder viajar hacia su país.
Las diferentes versiones de los responsables
BOA asegura que la ANAC negó el pedido de un vuelo especial para transportar el miércoles en la tarde desde Santa Cruz de la Sierra hasta Buenos Aires a un grupo de 168 pasajeros trasladados en un principio por la aerolínea venezolana Conviasa, que hicieron escala en el aeropuerto internacional Viru Viru.
Ronald Casso, gerente de la aerolínea de bandera boliviana, detalló en exclusiva a Infobae que en Buenos Aires les exigieron 48 horas para evaluar información sobre el vuelo chárter, de acuerdo a la normativa argentina. Ante esa exigencia, BOA decidió retirar la solicitud y cancelar esta operación pedida por Conviasa.
Ante las consultas de Infobae, la ANAC dijo que no fueron ellos quienes denegaron el vuelo, sino que fue la misma BOA la que desestimó el pedido original sin dar explicaciones. Según pudo saber este medio, el mail de la aerolínea boliviana fue categórico: “Favor dejar sin efecto esta solicitud. Muchas gracias”.
“Recibimos el miércoles la solicitud de operar de Santa Cruz a Buenos Aires, en una ruta que nosotros operamos regularmente. No teníamos vuelo programado, presentamos un pedido de permiso a la autoridad argentina y quedamos esperando la autorización. Es evidente que no se nos autorizó y se nos dijo que se necesitan 48 horas de anticipación, de acuerdo a la normativa de un vuelo para ese tipo. Por tanto, suspendimos la solicitud y no se hizo la operación”, dijo Casso desde la vereda de enfrente.
Consultado sobre si fue BOA la que pidió y desistió unilateralmente del vuelo, y no la autoridad argentina la que decidió frenar el vuelo, respondió: “Nos pidieron que cambiemos algunas partes de la solicitud, detallando el número de pasajeros, el retorno, y luego nos comunicaron que la solicitud se procesa en 48 horas, y fue negada. Por eso decidimos suspender el pedido y cancelar la operación”.
En cuanto a la relación de BOA con Conviasa, Casso explicó que esta era la primera vez que la aerolínea venezolana le hace un pedido de vuelo chárter a la aérea boliviana. “No tenemos un acuerdo interlineal con Conviasa, no podemos vender tickets asociados, como lo hacemos con una decena de líneas aéreas internacionales. Conviasa es una compañía que tiene autorización para transportar a Bolivia pasajeros de ida y vuelta a Venezuela. Nosotros somos una empresa regular que vuela a Argentina desde hace diez años y vamos a aumentar nuestra frecuencia de 7 a 11 veces por semana”, apuntó.
Por su parte, Conviasa emitió un comunicado en el que lamenta los inconvenientes causados a sus pasajeros. Al igual que BOA remarcó que es la ANAC quien debe aprobar los permisos para que los viajeros puedan continuar con el vuelo. “Una vez aprobados los permisos por la Administración Nacional de Aviación Civil de Argentina, le estaremos confirmando la reprogramación de su vuelo”, detalla el documento.
Quien también se expresó sobre la problemática fue la Dirección General de Aeronáutica Civil de Bolivia. En un comunicado de hoy explicaron que el vuelo de Conviasa desde Caracas había sido debidamente autorizado, tanto para su ingreso como para su partida. Nada dijeron respecto a la Argentina, o sobre el segundo vuelo que sería operado por BOA.
Las versiones contradictorias sobre el vuelo fantasma sólo agregan más incertidumbre a una trama original ya confusa y polémica.
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