El ex viceministro de Economía Emmanuel Álvarez Agis afirmó que mientras se mantenga la pelea dentro del Gobierno no será posible arreglar la situación económica y consideró difícil prever la inflación de este año, dado que en un escenario positivo el piso será del 70 por ciento.
En un reportaje con el programa de Jorge Lanata en Radio Mitre, Álvarez Agis explicó por qué el Banco Central no logra acumular reservas, pese a la abundante liquidación de divisas por parte del agro.
“Si hay una jauría de perros hambrientos, en la otra esquina está lleno de alimentos para perros y en el medio estamos vos y yo: eso es lo que ocurre, porque con una brecha del 80%: todo el mundo está tratando de conseguir dólares oficiales para poder venderlos al paralelo”.
“El incentivo para sacarle las reservas al Banco Central es muy alto porque si lográs comprar a $ 120 y lo conseguís bajo la forma de mercadería que tenés en un depósito, o subfacturando exportaciones o sobrefacturando importaciones para acceder al paralelo, es el mejor negocio del mundo”.
“Con una brecha del 80% es absolutamente normal que el Banco Central no compre dólares, pasa acá cuando Polonia e Islandia tuvieron un cepo. Y acá en la Argentina en el pasado”.
Con una brecha del 80% es absolutamente normal que el Banco Central no compre dólares
El segundo problema, indicó es que “el programa económico que el Gobierno lo ha supeditado al acuerdo con el FMI no ataca el problema de la brecha cambiaria”.
“Así que en la medida que esto se mantiene en el tiempo, este tipo de problemas se agudizan”.
Sobre la necesidad de renegociar con el Fondo, dijo que “los acuerdos con el FMI todos los países los renegocian; la clave es que el acuerdo es una solución a la deuda que tenemos con el FMI; no es un programa económico”.
“Le ponemos mucho énfasis a si cumplimos o no, pero la pregunta relevante es qué tiene adentro el acuerdo que permita reducir la inflación, que es el principal problema de la Argentina, y la respuesta es absolutamente nada”, sentenció.
“El programa con el FMI no fue creado para eso, no trabaja en ese sentido y no le importa eso, aunque diga algo diferente para disimular”, expresó.
Así que “obviamente luego del inicio de la guerra de Rusia y Ucrania hay cosas que modificar, poner una inflación del 48% para este año ahora luce inadecuado, pero aún si lo renegociamos y lo cumplimos vamos a seguir teniendo un problema de inflación y de enorme brecha cambiaria y eso acogota el crecimiento económico”.
La deuda en pesos
Acerca de las dificultades que enfrenta Economía para renovar los vencimientos de la deuda en pesos, sostuvo que “tener estabilizada la coalición de gobierno desestabiliza la economía y tener estabilizada la economía, desestabiliza la coalición de Gobierno; esta es la dicotomía con la que hemos transitado durante dos años y medio”.
“Y, en este punto, las cosas se empiezan a deteriorar al punto tal que tenés una salida de capitales de la deuda en pesos de poca plata, 9000 millones de pesos, y la respuesta del Gobierno, a destiempo y sin coordinación, magnifica esa dinámica”, aseguró.
“Más allá de ver lo que pasó cada día desde que comenzó la corrida la semana pasada, el tema de fondo es que hoy en buena hora recién hay una segmentación de tarifas, en mala hora no tenemos un gasoducto. Y pasaron dos años para terminar un acuerdo con el FMI”, se lamentó.
“Esas internas terminan deteriorando muchísimo la economía y el Gobierno llegó a un punto límite en el que la economía, si no se la aborda de frente, si no se hacen algunas correcciones, se puede llegar a romper”, precisó.
Esas internas terminan deteriorando muchísimo la economía y el Gobierno llegó a un punto límite en el que la economía, si no se la aborda de frente, si no se hacen algunas correcciones, se puede llegar a romper
El problema de fondo
“Claramente la sorpresa es que uno esperaba estos líos en el inicio del año electoral, pero el mercado siempre se adelanta. De todos modos, cuando uno ve la magnitud de la deuda en pesos, la tasa de interés, su dinámica, cualquier analista local o internacional te diría: ahí no hay un problema”, aclaró.
“Se generan los problemas porque el gobierno agrega incertidumbre en vez de reducirla, que es la tarea de cualquier equipo económico”.
Consultado sobre la continuidad o no del ministro Guzmán, indicó: “Si dependiera de mí, trataría de unificar al Gobierno; poner las tintas sobre Guzmán, sobre el presidente del Banco Central o el ex ministro de Producción, no sirve”.
Si dependiera de mí, trataría de unificar al Gobierno; poner las tintas sobre Guzmán, sobre el presidente del Banco Central o el ex ministro de Producción, no sirve
“¿Quién es el responsable en la Argentina de juntar dólares?: no está claro si es Economía, el Banco Central o Producción. La siguiente pregunta es: ¿de quién depende políticamente ese responsable de juntar los dólares, de Massa, de Cristina, de Alberto?”, se preguntó.
“Entonces, hoy es Guzmán, ayer fue Kulfas, mañana es Pesce, pasado es Scioli. Y el problema de esto es que en cualquier esquema de decisión, cuando vos subís una dicotomía, lo que baja es una decisión. Acá cuando ocurre al revés, entonces es muy complicado gestionar la economía argentina de esta manera”, afirmó el titular de PxQ.
“Si esto no se arregla vamos a tener un año y medio de volatilidad financiera, incertidumbre y crisis al que creo que la economía argentina no está preparada para resistir, porque las últimas dos elecciones presidenciales le costaron al Banco Central una salida de dólares, de USD 10.000 millones en 2015 y de 20.000 millones en 2019. Hoy hay 3000 millones de dólares en el Banco Central, estamos chapoteando y todavía no arrancamos el año electoral”, advirtió.
“Cuando uno trabaja con la Argentina se vuelve conformista: por lo menos, juntemos 10.000 millones de dólares para perderlos en el año electoral, pero si ni siquiera se llega a eso, la verdad es que en nuestros escenarios estamos pensando cómo alcanzar diciembre de este año”, indicó.
Y de vuelta, “pensar que podes convivir con una brecha del 80% o una inflación superior al 70% es no darte cuenta de que, aún con la soja a USD 650, estamos contando las monedas en el Banco Central. Eso te da una idea de lo anómalo del funcionamiento de la economía argentina”, aclaró.
Protocolos contra incendios
“En la Argentina entre 2010 y 2018, antes de la crisis de la deuda, decíamos: si va bien, habrá 20-25% de inflación, si va más o menos, 30 o 35 por ciento; si va muy mal, 40 por ciento. Bueno, si va bien este año, es 70% de inflación y si va mal, no me animo a decir el número, porque solo decirlo puede tener consecuencias de todo tipo y color”, admitió.
“Yo puedo simular un escenario en el que el dólar se va al demonio cuando me lo piden, pero es un poco como los protocolos anti incendio: vos tenés un bombero responsable del piso, un protocolo, una salida de emergencia y una forma de bajar por la escalera. Pero si hay fuego de verdad, la gente se toma el ascensor, se pisan las cabezas los unos a los otros”, explicó.
“Ponerme a simular la economía si esto tiene una crisis aguda es un ejercicio razonable desde el punto de vista teórico, pero después un tipo en el medio del fuego se te tira por la ventana y se arma el despelote”, expresó.
“De modo que no hay que tentarse con que un poquito más aguanta, vamos tirando mes a mes, porque un año y medio es mucho tiempo para estar así, pero también es mucho tiempo para poder estabilizar la economía. Pero lo que no veo es esa reacción”, dijo.
“A los inversores les digo que la Argentina está en una situación inversa a la crisis que le preocupaba a Keynes en la crisis del 30, cuando había muchos economistas que decían que esto en el largo plazo se va a acomodar, el desempleo va a ir cayendo, la economía se va a recuperar. Y Keynes tiene una famosa frase que dijo: en el largo plazo estamos todos muertos”.
“Acá es al revés: en el largo plazo estamos todos vivos, el problema es llegar al mes que viene, porque el país tiene soja, litio, trigo, petróleo y gas: todo lo que la economía mundial piensa que va a necesitar en los próximos 30 años”.
“Me animo a decir que pocas veces la Argentina tuvo una configuración mundial tan favorable y prometedora, pero te das cuenta que no podemos hacer un gasoducto. Así que reconfigurar la economía es un cachito más difícil que poner un caño al lado del otro hasta llegar a la otra punta”.
Por esta razón, concluyó,“si vos invertís a 10 o 20 años, pensás que este lío de hoy o mañana se acomoda, pero el día que empezas a invertir en la Argentina, te empieza a doler el estómago”.
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