Los ejecutivos de Wall Street no creen en lágrimas y, tras el dato de inflación de mayo, afirmaron que al Gobierno le quedarán pocas opciones razonables para evitar una aceleración inflacionaria si no cambia su estrategia de endeudamiento o no reduce en forma drástica el déficit fiscal.
En diálogo con Infobae, expertos y ejecutivos de bancos y fondos de inversión consideraron que, con pocas reservas en el Banco Central, el recorrido ascendente del dólar se puede acelerar y complicar la dinámica inflacionaria, que para Eco Go llegará al 86% a fin de este año.
En este sentido, Diego Ferro, fundador de M2M Capital, dijo que en este contexto de alta inflación en Estados Unidos, todo indica que la situación argentina solo puede empeorar, sobre todo si el Gobierno se empeña en imponer más controles.
“Hay dos dinámicas: una a nivel global es la necesidad de subir las tasas, que es lo normal cuando tenés inflación. Y el haber usado un balance del banco central expansivo, si bien ayudó a la economía en el corto plazo, luego la complicó”, expresó Ferro desde Nueva York.
“Ahora tenés el problema de la economía y la inflación que requiere que suban las tasas, lo que generalmente no es bueno para los mercados y revertirá todo el crecimiento económico previo así que posiblemente haya una recesión”, aclaró.
“Si a eso le sumás las patologías domésticas, la única ventaja es que Argentina evidentemente hace rato que no que se puede financiar afuera. El problema es que claramente el mal manejo de toda la política monetaria local hace que cada vez haya menos en el peso. Este es un año en el cual si no hay algún explosión me va a sorprender”, admitió Ferro.
El problema es que claramente el mal manejo de toda la política monetaria local hace que cada vez haya menos en el peso (Diego Ferro)
Esto no significa, aclaró, que “no están tratando de mantenerlo de alguna manera, pero no deja de ser sorprendente el mal manejo de la situación argentina desde 2018. Así que es una combinación bastante nefasta para los activos argentinos”.
En este sentido, Guillermo Mondino, socio y fundador de Mogador Capital, admitió estar “muy preocupado: hay muchas necesidades de financiamiento y no hay mercados donde colocar esa deuda, ni en dólares, ni pesos, ni deuda indexada. La deuda local es, efectivamente, oferta monetaria diferida y eso desestabiliza mucho las expectativas”.
“Ya sabes que cuando las expectativas se desmadran, en Argentina eso implica compra de dólares. Creo que el Gobierno tiene un brutal desafío para volver a anclar expectativas”, afirmó Mondino.
Cuando las expectativas se desmadran, en Argentina eso implica compra de dólares. Creo que el Gobierno tiene un brutal desafío para volver a anclar expectativas (Guillermo Mondino)
Pese a la aceleración del calendario preelectoral por las peleas dentro del oficialismo y de la oposición por el 2023, Mondino consideró que hay tiempo para torcer el rumbo. “Tiempo siempre hay. El tema es tener la visión y voluntad de hacerlo. Me da la sensación que el Gobierno no comparte el diagnóstico y, aunque lo hiciera, no tiene la voluntad de hacer los cambios necesarios”, afirmó.
Al respecto, detalló que “se habían comprometido a un déficit primario de 2,5%, pero en el primer semestre aumentó con respecto al 2021, poniendo en crisis el programa financiero. Para reanclar expectativas, deben hacer un cambio importante en la dirección del programa económico”.
Desde Washington, Benjamin Gedan, director del programa de América Latina del Wilson Center, dijo que “va a ser complicado cumplir con los requisitos para el déficit fiscal y el nivel de reservas en el Banco Central acordados con el FMI. Necesitaría más crecimiento económico y menos desacuerdo dentro del gobierno.
“Con inflación tan alta, el costo político del programa es alto, y el presidente no tiene mucho capital político. No obstante, la alternativa no es muy atractiva. El incumplimiento con un programa poco exigente daría señales preocupantes a los mercados y podría provocar una nueva crisis financiera”, precisó Gedan.
Desde otro banco internacional, un economista afirmó: “El panorama se complicó más la última semana, con toda esa emisión que hicieron para sostener los precios de los bonos”.
“Está claro que hasta ahora el déficit aumentó y no bajó; hay dudas sobre cuánto podrá aportar el mercado doméstico para financiamiento y, por lo tanto, hay potencial emisión”, advirtió.
“Esto se da con atraso cambiario, más brecha y posible pérdida de reservas en 2022. Me parece que pueden volver las dudas sobre la sostenibilidad de la política cambiaria. Dicho eso, si este gobierno devalúa es probablemente un caos. No tiene capacidad de acomodar la devaluación con política fiscal y monetaria contractiva. Es un riesgo muy grande”, expresó.
Sin grandes cambios
Menos pesimista, desde un banco norteamericano, otro experto señaló: “Dudo que vaya a cambiar mucho la situación para Argentina, ni para bien ni para mal, con inflación alta, como se espera, pero estable. Con respecto al peso, no espero una crisis cambiaria o salto significativo que cambie mucho el panorama. El programa del FMI va a funcionar para lograr esos objetivos, porque la recaudación está volando y porque las tarifas van con los salarios”.
“No veo un problema fiscal mayúsculo; si las cosas vuelan será por el dólar, que si sigue subiendo es por las bajas reservas y el desdoblamiento cambiario”, precisó.
“Ahora no es una historia de desmadre fiscal ni de apreciación cambiaria, pero la brecha es el mejor financiero y el peor para el país, sobre todo cuando las reservas son pocas”, remató.
Más tajante, uno de sus colegas dijo que “las opciones son las dudas sobre qué hará Guzmán con la deuda en pesos o una hiperinflación; la clave es saber si el mercado no te renueva los vencimientos porque nadie quiere tocar un bono, por lo que hay un par de opciones: extender plazos, devaluar para licuar o emitir para pagar y ya sabemos cómo terminan las últimas dos opciones”.
En tanto, en contacto cotidiano con inversores internacionales, Javier Casabal de Adcap Grupo Financiero sostuvo que “el dato de inflación no estaba dentro de las preocupaciones del mercado que ahora está mucho más pendiente del nivel de rescates de los fondos comunes de inversión”
“Hoy, con el mercado empezando a recuperarse ayudado por la intervención del Central, la inflación descontada en los precios volvió al 66%, el nivel previo a la corrección. De todas maneras, ya son varios los economistas que apuntan a cifras por encima de 70% y es de esperar que, una vez que las salidas de los fondos se detengan, los precios empiecen a reflejar una inflación más alineada con este consenso”, explicó Casabal.
“A medida que el dólar va subiendo, salir del peso empieza a tener menos sentido”, apuntó el estratega de Fixed Income del Grupo Financiero Adcap.
Los expertos en Washington y Nueva York creen que el actual esquema de política económica no es sostenible hasta las elecciones del 2023 y que, por lo tanto, en forma voluntaria o forzada, el Gobierno deberá tomar medidas adicionales. Resta saber -y no es poco- si opta por atacar las causas o por reincidir en recetas de represión financiera que consolidarían un cuadro de estanflación.
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