El dólar libre no había sido una buena inversión en el primer semestre de 2022. Frente a una inflación acumulada que supera el 30%, la divisa negociada en el segmento informal se paga hoy a $224, un precio récord pero solo 7,7% por encima del cierre del año pasado: 208 pesos. Sin embargo, en mayo gana un 3,7% y empieza a replicar de cerca el recorrido de la inflación, movimiento que puede interpretarse como una tendencia que va a mantener hasta fin de año.
En ese aspecto, hay que destacar que el reciente ascenso del dólar libre viene a rastras de los máximos históricos anotados por los dólares negociados a través de activos bursátiles, hoy en los $239 para el “contado con liquidación” y a $231 para el dólar MEP. Estas paridades son, para los agentes del mercado, una referencia más precisa del verdadero valor que debería registrar el billete de los EEUU.
Pronosticar el precio del billete verde es siempre complejo e impreciso, porque obedece a múltiples causas, aunque los precios presentes lucen como una oportunidad si se tienen en cuenta los firmes factores alcistas latentes en la economía argentina.
El primero es la inflación. El “blue” viene de perder contra la inflación del año pasado, que alcanzó un 50,9%, a la que respondió con un alza de 25,3% (de $166 a $208). La divisa informal testeó este año un piso próximo a los $200 y, por lo tanto, el upside o potencial de alza es muy amplio habida cuenta la velocidad de los precios de bienes y servicios.
Por eso, el rebote de junio, con alza de 8,2% en lo que va del mes, no debería sorprender si se tiene en cuenta una inflación estacionada por encima del 5% mensual. “La emisión descontrolada se usa para financiar el déficit del gasto público, y eso dispara la inflación. Hay que cortar la emisión excesiva”, sintetizó el analista financiero Luis Palma Cané.
Un segundo factor alcista es la reciente crisis de la deuda en pesos. El colapso de los bonos atados a la inflación sustenta las proyecciones de una mayor emisión monetaria hacia fin de año. Por lo tanto, a más pesos en la calle, más inflación y mayor tensión cambiaria.
“El tipo de cambio por mercado se apunta una nueva rueda con ascensos agresivos, absorbiendo la incertidumbre y el flujo de pesos de la masividad de ventas (de bonos públicos) de la semana anterior”, comentó Fernando Staropoli, ejecutivo de Cuentas de Rava Bursátil.
El economista Gustavo Ber planteó que “crecen las presiones sobre los dólares financieros, con una ‘brecha’ regresando a elevadísimos niveles del 100% en el contado con liquidación, dado que a la expectativa de ‘más pesos, menos dólares’ hacia el segundo semestre se suman los ruidos sobre los títulos CER, que podrían requerir de mayor emisión monetaria en caso de no lograrse rápidamente recuperar la confianza por parte de los inversores, y el clima internacional de risk-off que activa la búsqueda de cobertura y ello acentúa los desafíos”.
“Hace tiempo veníamos alertando que la cantidad de pesos estaba muy adelantada a la evolución del contado con liquidación, lo que en otras palabras implicaba que reinaba un fuerte exceso de pesos para mantener este precio de los dólares libres. Sólo faltaba un disparador”, subrayaron desde Portfolio Personal Inversiones.
“Por lo tanto, creemos que este tipo de cambio libre podría tener largo recorrido. Aún más, si se observa lo acontecido en octubre 2020, cuando el mercado había entrado en pánico por el exceso de pesos existente a la salida de la cuarentena estricta, la convergencia puede pasar a ser overshooting, dejando de lados los fundamentos monetarios. En ese momento el dólar financiero excedió en 26% a la evolución de la cantidad de dinero. Puesto en perspectiva, los $180 del momento que llegó a cotizar el contado con liquidación, equivalen a $390 de hoy”, agregaron desde Portfolio Personal.
Un tercer factor alcista es la falta de reservas líquidas en el Banco Central. La entidad monetaria debió vender USD 60 millones este martes para abastecer a una demanda que es impulsada por millonarias importaciones de energía, del orden de los USD 100 millones diarios.
Joaquín Marque, director de UG Valores, refirió que “ante los problemas para acumular reservas netas del BCRA, el segundo semestre estará condicionado por el aumento de la brecha cambiaria, que solo podrá ser controlada con mayor venta de títulos indexados por dólar oficial y CER, que profundizará compleja caída de vencimientos que enfrentará el próximo Gobierno”. Añadió que “a partir de septiembre empezarán los reacomodamientos en los portafolios teniendo en cuenta que será un año ‘corto’ por el Mundial y anticipa un 2023 cargado de elecciones”.
Los analistas del mercado vaticinan un segundo semestre con dólares escasos, debido a una estacional reducción de las exportaciones del agro
Walter Morales, presidente de Wise Capital, advirtió que “estamos hablando de una economía que no tiene ingreso de dólares porque lo que ingresa por soja se va por importación de energía. Con lo cual, el aumento de las reservas del Banco Central es mínimo, es exiguo. No se tienen vencimientos de deuda en dólares. Y los vencimientos que se tienen son en pesos. Y el Gobierno es el dueño de la ‘maquinita’ para imprimir pesos.
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