“En mayo la deuda bruta de la Administración Central, incluyendo los adelantos transitorios y extraordinarios de largo plazo que recibió del Banco Central de la República Argentina ascendió a un monto total equivalente a USD 374.536 millones, de los cuales USD 372.042 millones se encuentra en situación de pago normal”, informó la Secretaría de Finanzas de la Nación. Algunos informes privados, estimaron que si se agregan las obligaciones asumidas en cabeza del BCRA, a través de los instrumentos de regulación monetaria, la deuda total superó los USD 419.000 millones.
El parte oficial resalta que “con respecto al mes anterior, la deuda en situación de pago normal se incrementó en el equivalente a USD 260 millones, representando un incremento mensual del 0,07%. La variación se explica por el incremento de la deuda en moneda extranjera en USD 203 millones y el incremento de la deuda en moneda local por un monto equivalente en dólares de USD 57 millones”. Si se agregan los compromisos pendientes de reestructuración, el aumento neto fue de USD 277 millones.
Sin embargo, el informe de Finanzas omitió destacar que ese mínimo incremento de las obligaciones a cargo de la Tesorería estuvo notablemente favorecido por la cancelación de Adelantos que la Tesorería recibió del BCRA por el equivalente a USD 2.029 millones, simplemente como una estrategia transitoria para permitirle al ente rector de la política monetaria y financiera recuperar capacidad de asistencia a la Administración Central, dada la aceleración del déficit fiscal y pese a su efecto sobre el frenético ritmo que adquirió la inflación.
Sin la cancelación de Adelantos recibidos del BCRA la deuda total hubiese ascendido al récord de USD 376.565 millones, casi USD 300 millones más que en marzo
La confirmación de ese “movimiento” contable estratégico, y de muy cortísimo plazo, lo da el Informe Monetario Diario del Banco Central que refleja que el 2 de junio, primero, y el 10 de junio después, le volvió a girar al Tesoro Nacional -en total- el equivalente a USD 1.837 millones, los cuales ya anticipan un aumento de la deuda pública este mes, aunque neta del ente monetario, no tendrá efecto.
En el último mes la Administración Central pagó intereses de la deuda por equivalente a USD 966 millones, de los cuales 57% fueron en moneda nacional.
Algunos economistas prefieren quitar del componente de la deuda pública los USD 18.568 millones que sumaron en mayo los Adelantos Transitorios por USD 10.079 millones -se redujeron en el mes en el equivalente a USD 2.800 millones-, y los Adelantos Extraordinarios (a 10 años de plazo) que ascendieron a USD 8.489 millones -USD 770 más que en abril-, porque tienen como contrapartida el aumento del activo de un organismo descentralizado, y por tanto se neutraliza.
Según ese ejercicio, la deuda del Tesoro Nacional se achica a USD 355.968 millones, pero permite detectar un salto de USD 2.305 millones, que marca una notable aceleración del promedio mensual desde el inicio de la presidencia de Alberto Fernández, que en la presentación oficial se ubica en USD 2.041 millones.
Desde que asumió la presidencia Alberto Fernández la deuda pública del Tesoro neta de la contraída con el BCRA, más el agregado de la que emitió el Central subió a un ritmo de USD 2.688 por mes
Pero, al mismo tiempo, las consultoras privadas consideran parte de la deuda pública la que contrae el Banco Central a través de la emisión de títulos de regulación monetaria, como son las Leliq, Pases, y Notaliq, principalmente, la cual en mayo, al tipo de cambio oficial que utiliza la Secretaría de Finanzas para convertir las obligaciones en pesos a dólar ascendió al equivalente a USD 45.018 millones: subió en el mes en USD 1.749 millones.
En mayo se extendió el diferimiento de los pagos pendientes con el Club de París, mientras continúan las conversaciones con los países acreedores para reestructurar dicha deuda, que asciende a aproximadamente USD 1.900 millones, destaca un informe de la Oficina de Presupuesto del Congreso (OPC).
No obstante, el informe de Finanzas registró que por segundo mes consecutivo aumentó la deuda contraída con el FMI, en este caso en USD 181 millones, a USD 44.839 millones, habida cuenta que los vencimientos repactados se pagan con desembolsos equivalentes, más el agregado de la cuenta de intereses.
Durante los últimos 12 meses, el stock de deuda bruta en situación de pago normal se incrementó por el equivalente a USD 33.559 millones, principalmente debido al incremento de la deuda en moneda extranjera en USD 2.094 millones y al incremento en la deuda en moneda local por un monto equivalente a USD 31.465 millones. En términos netos del BCRA más la del ente monetario, la suba acumulada en un año se elevó en USD 39.033 millones, a un ritmo vertiginoso de USD 3.253 millones promedio por mes, que explica el salto del índice de riesgo país por sobre los 2.100 puntos básicos.
En los últimos 12 meses la deuda pública neta total se elevó a un ritmo de USD 3.253 millones por mes, explica el salto del riesgo país
En junio los vencimientos de la deuda ascienden al equivalente a USD 9.979 millones, los cuales se limitan a USD 5.804 millones, entre los que sobresalen los pagos de amortización con el FMI por USD 2.719 millones. Estos, tras el acuerdo que logró el gobierno nacional con el organismo de crédito internacional a comienzos de mes luego de la primera revisión de las metas, ese monto será cubierto con un desembolso similar por parte del Fondo, de modo que se mantiene la deuda neta; y entonces las reales necesidades de financiamiento con el sector privado serán de unos USD 3.100 millones.
Según una estimación de Quantum Finanzas, la consultora que dirige el ex secretario de Finanzas, Daniel Marx, la prueba más importante es septiembre, cuando vence el equivalente a USD 7.931 millones (poco más de $900.000 millones), de los que 80% está atada a la inflación. El mismo mes vencen USD 2.764 millones con el FMI, a pagar con el desembolso de ese mes, de aprobarse la segunda revisión del acuerdo vigente, meta que el Fondo aceptaría revisar, pero manteniendo la de fin de año.
De ahí que considera que “El desafío es superar la concentración y magnitud de vencimientos de corto plazo y las expectativas de aumento si el Gobierno no controla el déficit fiscal. Bajo condiciones normales de acceso a financiamiento, concluye el análisis de Quantum, la deuda es perfectamente sostenible, a condición de evitar una caída en la demanda de dinero un aumento de la incertidumbre cambiaria por la posición de reservas del Banco Central”.
La consultora Equilibra, a su vez, destaca que entre junio y septiembre los vencimientos ascienden a $ 2,7 billones, de los que más del 70% son con cláusula CER (inflación) y a los que la intervención de la Anses y el Banco Central le puso un piso y una tasa que será la referencia de la licitación de deuda.
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