Todo lo que hay que saber sobre el inusual avión venezolano: proviene de una aerolínea iraní y muy pocas compañías utilizan ese modelo

El Boeing 747-300 fue adquirido por la empresa venezolana Emtrasur a la compañía aérea Mahan Air, que declaró no tener vinculo alguno con la aeronave

El avión Boeing 747-300 retenido en Ezeiza por las autoridades. (Sebastian Borsero)

El viernes pasado, el Gobierno inmovilizó en Ezeiza un avión de carga con bandera venezolana que pertenecía a una empresa aérea iraní. La aeronave en cuestión se trata de un Boeing modelo 747-300M con matrícula YV3531, perteneciente a la empresa Transportes Cargo del Sur (Emtrasur), una filial de la compañía Consorcio Venezolano de Industrias Aeronáuticas y Servicios Aéreos (Conviasa). Llegó al país procedente de México el 6 de junio pasado, en una primera instancia intentó aterrizar en Ezeiza, pero debido a la niebla que hubo aquellos días, tuvo que ir al Aeropuerto de Córdoba y por la tarde sí se dirigió a la terminal internacional.

Según se conoció, el avión traía autopartes para la fabricación de asientos y panel de instrumentos para el modelo Taos, que la empresa automotriz Volkswagen produce en la Argentina, en su planta de General Pacheco, y que adquiere a través de la autopartista SAS.

El avión había sido comprado por Emtrasur a Mahan Airlines, una compañía aérea iraní. “La propiedad del Boeing 747 retenido en Argentina no tiene nada que ver con Mahan Airlines”, dijo Amir Hossein Zolanvari, un portavoz de esa aerolínea, en declaraciones a la agencia iraní IRNA. Además, agregó que no hubo un alquiler temporario: la propiedad total de la aeronave fue transferida a la empresa venezolana.

Mahan Air, la empresa iraní que le vendió el avión a la venezolana Conviasa. (REUTERS/Carlos Garcia Rawlins)

Los aviones Boeing 747-300M se fabricaron entre 1983 y 1990 y de este modelo se produjeron solamente 81 unidades. En la actualidad hay pocas empresas que los utilizan. La ya mencionada Mahan Air, que emplea su versión de transporte de pasajeros, la bielorrusa TransAVIAexport en su versión carguera, y la compañía de la polémica, Emtrasur.

Cuando el avión se comenzó a comercializar, tenía un costo unitario de 83 millones de dólares. La primera empresa que lo adquirió fue Swissair, y luego se sumaron otras compañías como Cathay Pacific, Qantas, PIA, JAL, Singapore Airlines, Iberia, Air France y KLM, entre otras.

El sucesor del Boeing 747-100 y 747-200 ofrecía una capacidad máxima de 660 pasajeros -únicamente en clase económica-, y contaba con una cubierta superior de poco más de 7 metros más larga que los modelos anteriores del Jumbo Jet. El avión contó con un relativo éxito hasta que en 1989, el fabricante aeronáutico estadounidense lanzó el modelo 747-400.

El nuevo Jumbo Jet contaba con winglets -dispositivos aerodinámicos utilizados en los extremos de las alas de los nuevos diseños de aviones comerciales-, una mayor eficacia en el consumo de combustible y más actualizaciones tecnológicas. Por lo tanto, varias empresas aéreas que contaban con aviones 747-300 en su flota comenzaron a venderlos y a retirarlos para reemplazarlos por el nuevo modelo.

SEGUIR LEYENDO