Para las acciones y los bonos, la rueda posterior al “bear market” que hundió el lunes a todas las cotizaciones volvió ser negativa.
Wall Street cerró en su mayoría a la baja por la preocupación de que la alta inflación empuje a los bancos centrales a frenar demasiado la economía. El S&P 500 bajó un 0,4% tras otra jornada de negociación inestable. Los inversores se preparan para ver la magnitud de la suba de las tasas de interés que realizará la Reserva Federal el miércoles.
Las ganancias de varias grandes empresas tecnológicas, como Oracle, ayudaron a que el índice compuesto del Nasdaq subiera un leve 0,2%, aunque aún cae casi 31% en el semestre. El índice industrial Dow Jones cayó un 0,5%. Los rendimientos del Tesoro volvieron a subir, para alcanzar sus niveles más altos desde abril de 2011.
Las acciones y los bonos de Argentina no escaparon a la tendencia, pues terminaron operados con selectividad y dispares rendimientos, en una plaza con escaso interés inversor y mayores presiones cambiarias por coberturas.
El referencial accionario S&P Merval de la Bolsa de Buenos Aires perdió un 0,6% a 87.400 unidades, tras perder el 1,4% el lunes y caer casi el 3% la semana pasada por ventas sobre papeles de servicios, energéticos y financieros. El Merval en dólares “contado con liqui” perdió todo lo ganado desde enero de 2020.
Los bonos Globales del canje, en dólares con ley extranjera, volvieron a terminar negativos por octava rueda consecutiva, para profundizar sus precios mínimos desde que salieron al mercado hace 17 meses. La baja promedio alcanzó el 0,5%, tras el desplome de un 4% el lunes. Los precios de estos títulos recientemente reestructurados descienden un 50% desde el debut del 10 de septiembre de 2020.
En tanto, el riesgo país de la Argentina se estabilizaba en los 2.125 puntos a las 17:45 horas, aún en máximos desde el canje de la deuda con acreedores privados.
El panel Merval anota una caída en dólares 10% en 2020 y vuelve a alinearse con el derrotero bajista de los indicadores de Wall Street
Las acciones y los bonos de la Argentina arrancaron la semana con importantes pérdidas, “en un contexto de mayor aversión al riesgo global ante la probabilidad de una recesión norteamericana y frente a una suba en la tasa de retorno de los Treasuries a 10 años a niveles máximos de once años, en el 3,483% anual.
“A nivel local persisten las dudas sobre el futuro de la economía doméstica, ante la elevada inflación minorista y frente a un mayor déficit fiscal producto de un mayor gasto público. Además, los inversores sostienen los temores sobre el financiamiento en pesos que el Gobierno necesita para cubrir el déficit financiero”, puntualizaron los analistas de Research for Traders.
Fernando Staropoli, ejecutivo de Cuentas de Rava Bursátil, explicó que el mercado local “no puede aislarse del clima de incertidumbre que se ha generalizado en los mercados globales. A esto se le suma el efecto arrastre que siguen profundizando los bonos argentinos con fuertes caídas iniciadas la semana pasada. Además, el índice riesgo país se colocó por sobre la barrera de los 2.100 puntos, posicionándolo en el valor más alto del año”.
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