En medio de la corrida contra la deuda en pesos que tuvo su apogeo el miércoles de la semana pasada, un movimiento millonario de una empresa energética estatal agregó ruido a un mercado que ya transitaba un momento de alta tensión. En dos días, Energía Argentina rescató $9.000 millones de un fondo común de inversión del Banco Nación para hacer frente a un pago de importaciones de combustible. En un día de rescates masivos a fondos comunes, que son los instrumentos que más invierten en deuda en pesos del Tesoro, el movimiento agregó incertidumbre.
Se trata de la compañía que depende de la secretaría de Energía, dentro de ministerio de Economía que conduce Martín Guzmán,. Es la misma que tiene a cargo la construcción del gasoducto Néstor Kirchner y que quedó, con comunicados y acusaciones cruzadas, en el centro de la polémica salida de Matías Kulfas. El ex ministro de Desarrollo productivo habló de “internismo exasperante” en el área energética y apuntó a Enarsa, dirigida por el camporista Agustín Gerez.
La semana pasada, tras la corrida que llevó a los títulos ajustados por el índice CER, que siguen a la inflación, a perder hasta 10% en un sólo día, los operadores buscaban explicaciones respecto a cuáles fueron los disparadores. En particular, se miraba un rescate fuerte que sufrió un fondo de Pellegrini, la administradora de fondos comunes de inversión del Banco Nación.
Fue el fondo que más salidas sufrió en un día de salidas masivas, aunque estuvieron concentradas en un “T+1″, un tipo de fondo que no se especializa en deuda CER (pero sí invierte parte de su cartera en letras cortas ajustadas por ese índice).
Pellegrini suele tener clientes en el sector público, así que los operadores buscaban quién había retirado su dinero del Fondo. Lo cierto, sin embargo, es que Anses – apuntado habitual en estos casos– tiene en su cartera cuotapartes de otros fondos de Pellegrini, que invierten en pymes y en infraestructura, pero no tiene presencia de relevancia en el fondo que sufrió los rescates.
En medio de rumores y dudas sobre los reales motivos de los movimientos, y de una fuerte interna entre sectores del la alianza gobernante, desde Enarsa confirmaron a Infobae que la empresa fue la autora del rescate. La firma, explicaron, invierte tenencias en pesos que utilizará más adelante en fondos comunes Pellegrini y plazos fijos del Banco Nación. No opera bonos en forma directa, sino que suscribe cuotaparte de fondos que operan los títulos por ella.
El dinero, que se retiró en dos días –$2.000 millones el miércoles y $7.000 millones el jueves– fue a pagar por barcos de gas natural licuado (GNL) que habitualmente la empresa contrata para complementar la oferta de gas en el país.
“Es una operativa convencional. Enarsa no opera bonos directamente, sí fondos de inversión y plazos fijos. No operamos bonos CER, mal podría vender bonos que no tenemos” (Enarsa)
Lo normal es que esos pagos salgan de otro tipo de fondos, money market de cortísimo plazo, pero la empresa ya no contaba con dinero en ese tipo de vehículos y tuvo que recurrir a lo que guardaba en este otro fondo, que una mínima porción de deuda CER, pero que está dedicado más que nada a papeles del Tesoro a descuento (tasa fija).
En el mercado definieron la medida como “brusca”. “Es raro que se queden sin fondos y tengan que liquidar así, de golpe, tanto”, explicaron.
“Es una operativa convencional. Enarsa no opera bonos directamente, sí fondos de inversión y plazos fijos. No operamos bonos CER, mal podría vender bonos ajustados por CER que no tenemos. Esto no generó ningún problema ni movimiento en el mercado y menos en CER, donde no teníamos nada. Son rescates de montos normales”, destacaron desde la empresa. La salida masiva, sin embargo, captó la atención del mercado porque coincidió con el peor día para los títulos de deuda del Tesoro en lo que va del gobierno de Alberto Fernández.
En llamados telefónicos a colegas y a través de la información que proveyeron al mercado, los administradores del fondo mostraron que para cubrir las salidas de sus clientes vendieron Letras a Descuento y no letras atadas a CER, con lo cual el movimiento no impulsó la caída de la deuda atada a la inflación.
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