Después del duro castigo que sufrieron los activos locales en 2018 y 2019, los inversores argentinos parecieron decir suficiente con atar la suerte de sus ahorros a la montaña rusa local para empezar a mirar hacia afuera. Y entre los distintos activos que eligieron para reducir riesgo argentino y exponerse al del mercado internacional, los Certificados de Depósito Argentinos (Cedear) se destacaron como el segmento que más volumen atrajo. Pasaron a mover más volumen que las acciones tradicionales.
Tras el coronacrash, la disparada de Wall Street en 2020 y 2021 dio grandes alegrías a los que optaron por esos certificados que permiten invertir en acciones que cotizan en mercados del exterior sin salir del mercado local.
Saltos importantes del S&P 500, el Dow Jones y, sobre todo, de las empresas tecnológicas listadas en el Nasdaq se sumaron a la cobertura cambiaria que ofrecen estos papeles al cotizar en pesos argentinos pero a un tipo de cambio similar al contado con liquidación. Los avances del dólar paralelo de aquellos años, entonces, fueron cualquier cosa menos pérdidas para los tenedores de Cedear.
Saltos importantes del S&P 500, el Dow Jones y, sobre todo, de las empresas tecnológicas listadas en el Nasdaq se sumaron a la cobertura cambiaria que ofrecen estos papeles
Pero los inversores locales no encuentran refugio. Justo cuando salieron al mundo para desarmar posiciones en activos argentinos, el mercado global se les puso también en contra.
Los Cedear, la promesa de aislarse de los vaivenes locales sin tener que sacar el dinero del país, están teniendo un pésimo 2022 de la mano de un muy mal año para Wall Street y los principales índices del mundo. El viernes, con caídas de casi 3% en los principales índices, sólo se sumó a las pérdidas del año.
“Estamos cortos de buenas historias”, admite Pedro Siaba Serrate de PPI. “Después de años de desarmar posiciones en el mercado local, los argentinos no se encontraron con el mejor mercado externo”, dijo.
Al menos entre los más operados, no es fácil encontrar Cedears con buenos resultados en dólares en lo que va del año.
Para el estratega de PPI, el timonazo de la Reserva Federal de los EEUU que este año finalmente se puso como principal objetivo frenar la inflación y dejó atrás la prioridad de ayudar al mercado a salir del golpe de la pandemia fue un golpe muy fuerte para Wall Street. Y a eso se le sumó un cisne negro, la invasión de Rusia a Ucrania, que agregó al problema inflacionario aumentos de combustible, alimentos y todas subas de segundo orden que generaron esos avances.
Así, sólo los papeles atados al sector energético tienen una historia sólida para contar en este contexto. El Cedear del XLE, el fondo estructurado con cotización de mercado (o ETF) que agrupa a las principales acciones de energéticas. Sube casi 60% en dólares en lo que va del año, su propio bull market. Papeles del sector como Chevron también probaron ser buenas apuestas.
Después de años de desarmar posiciones en el mercado local, los argentinos no se encontraron con el mejor mercado externo (Siaba Serrate)
Pero aunque ese Cedear está sólo en las alturas, no está solo en las ganancias. El otro caso es el del ETF de empresas brasileñas, el EWZ, con su nada desdeñable ganancia del 8,8% en lo que va del año. Si parece poco, hay que compararla con el 17,9% de pérdida del S&P 500 o el derrumbe del 27,4% que acumula en el año el Nasdaq.
“Como exportadora de alimentos, energía y minerales, toda la tensión global por la guerra en Ucrania favoreció a los activos brasileños. De hecho, de no ser por las tensiones políticas internas las subas podrían haber sido aún mayores, dijo Siaba Serrate.
En la lógica de los mejores rendimientos, y siempre pensando entre los Cedear más operados, hay también excepciones honrosas. No se trata de acciones con grandes avances, sino que han resistido dignamente la tormenta.
“Por ejemplo, Berkshire Hathaway, el fondo de Inversión de Warren Buffet, se mantiene casi estable en el año. Pierde 3%, que es lo que cayó el viernes con el derrumbe del mercado”, resalta Daiana Olivera, analista de Research de Cohen.
“No es un gran desempeño, pero es una estabilidad notoria. Sobre todo si se tiene en cuenta que desde el punto de vista de los Cedear eso se consigue al mismo tiempo que quien invierte tiene una cobertura cambiaria”, dijo.
En esa línea, destaca Olivera, las acciones “defensivas” de empresas como Coca-Cola o Walmart son quizás las mejor diseñadas para el paladar argentino, que huye de años de volatilidad.
Las acciones ‘defensivas’ de empresas como Coca-Cola o Walmart son quizás las mejor diseñadas para el paladar argentino
“En general, los inversores argentinos con los que hablamos lo que buscan es disminuir la volatilidad. Y en ese sentido estas empresas que van en contra del ciclo y que no pierden ventas aún con inflación no prometen grandes rendimientos, sino una relativa calma a la que se suma la cobertura contra subas del tipo de cambio financiero”, agregó Olivera ante la consulta de este medio.
Mirando hacia adelante, entonces, las expectativas no están dadas para apostar por nuevas grandes historias. Energía y consumo parecen las opciones más seguras.
“El sector de la energía ya hizo la mayor parte de la suba, probablemente sea tarde para subirse aunque pueda dar alguna ganancia más. Y el defensivo está realmente caro porque todo el mercado compró con el fin de protegerse. Pero con todo, sigue siendo una buena opción para buscar poca volatilidad y cobertura cambiaria”, dijo a Infobae Daiana Olivera.
“Y más de riesgo, si uno tiene una visión optimista que la del resto del mercado respecto de la suerte que va a tener la Fed en bajar la inflación, las tecnológicas al ser las más castigadas pueden ser interesantes. Siempre, claro, como una estrategia exclusiva para inversores agresivos”, concluyó Pedro Siaba Serrate.
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