Problemas sin fin para el empleo privado: sólo 1 de cada 20 empresas prevé aumentar contrataciones en el trimestre

En contraste con un escenario de cierto optimismo que intentó transmitir el ministro Martín Guzmán en su presentación ante los líderes empresarios que formaron hace dos décadas AEA, y con el mensaje que dejaron los técnicos del FMI al cerrar la auditoría correspondiente al primer trimestre del Acuerdo de Facilidades Extendida por 30 meses aprobado el 25 de marzo último, el mercado de trabajo asalariado privado mantiene una singular cautela que implica serios problemas para quienes buscan ocuparse en relación de dependencia fuera de la administración pública, pese a que persiste una alta proporción de puestos vacantes, en particular entre los operarios, técnicos y profesionales.

La información procesada por el Ministerio de Trabajo, a partir de la estadística del Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA), dio cuenta de que en marzo continuó la expansión del empleo asalariado registrado del sector privado, sumó 21.000 trabajadores en el mes, en la serie ajustada por estacionalidad. “La manifestación de este proceso, que acumula 15 meses de crecimiento mensual ininterrumpido, revela la capacidad de la economía nacional para crear puestos de trabajo formales. Como resultado de esta tendencia expansiva, se empieza a revertir el fenómeno de desvinculación de las trabajadoras y los trabajadores con el empleo registrado, verificado en la pandemia y durante 2018 y 2019″, sostiene el informe de la cartera laboral a cargo de Claudio Moroni.

Y agrega, “para abril de 2022 la variación mensual del empleo relevada por la Encuesta de Indicadores Laborales sigue siendo positiva, aunque se advierte una desaceleración en la tasa de crecimiento”, en línea con el subibaja que volvieron a mostrar los indicadores del Indec sobre el desempeño de la actividad de la Construcción y de la Industria Manufacturera.

Según la Encuesta de Indicadores Laborales (EIL), “el nivel de empleo privado registrado en empresas de más de 10 personas ocupadas -del total de los aglomerados relevados- creció un 0,1% con respecto al mes anterior, mostrando una desaceleración del crecimiento comparado con los meses anteriores, pero sosteniendo los valores positivos que se observan desde julio del año pasado”.

“Las expectativas empresarias en cuanto a la contratación de personal para los próximos tres meses continúan siendo positivas, un fenómeno que se registra desde hace 15 meses, observándose valores altos en términos históricos (3,7%). Este indicador surge de la diferencia entre la proporción de empresas que esperan aumentar sus dotaciones (4,3% del total) y aquellas que proyectan disminuirla (0,6%), en los próximos 3 meses”.

De ahí surge que apenas 1 de cada 20 compañías planifica hacer algún cambio neto en la nómina de personal, el nivel más bajo desde julio 2021, y casi la mitad del promedio de la serie de casi 7 años de la estadística oficial.

Tanto las incorporaciones como las desvinculaciones de personal en las empresas se retrajeron en abril comparación con marzo. Las tasas de entrada y la de salida disminuyeron 0,6 y 0,4 puntos porcentuales, respectivamente, ubicándose la primera en 2,4% y la segunda en 2,3% de la nómina total del mes previo. En consecuencia, la variación neta resultó positiva, aunque de menor magnitud que durante los primeros meses del corriente año.

Subibaja de la nómina asalariada formalizada

La rama de la construcción se mantiene como la más receptiva: subió la nómina asalariada registrada en las empresas con más de 10 puestos en esa condición 0,9% en abril respecto de marzo y 5,5% en los últimos 12 meses, fenómeno que se explica tanto por mantenerse aún por debajo de los máximos históricos, como por la condición de reserva de valor y destino de ahorros inmovilizados por parte de quienes ven aun una oportunidad para comprar o ampliar la vivienda, según se desprende del mayor optimismo que prevalece entre los desarrolladores abocados a la actividad privada por sobre los que se concentran en la obra pública: 42,2% del total en el primer caso y 28,9% en el segundo -como saldo de respuesta de aumento y disminución para el trimestre mayo a julio, en el sondeo habitual del Indec-.

El resto de los sectores, por contrario acusaron una recuperación menos acentuada en el cotejo interanual, en un rango de 1,3% a 1,9%, pero en comparación con el mes previo, por el contrario, el relevamiento de la cartera laboral detectó un virtual estancamiento en el Comercio, restaurantes y hoteles; y en el Transporte, almacenaje y comunicaciones; subió 0,3% en la franja de los Servicios comunales, sociales y personales; bajó 0,1% en la actividad manufacturera y cayó 0,2% en el segmento de los Servicios financieros y a las empresas.

Por tamaño de empresa, la EIL estimó que las que registran entre 50 y 199 empleados en relación de dependencia con descuento jubilatorio se estancó en abril respecto de marzo, pero fue la más dinámica en el cotejo interanual: 2,6%; mientras que las más pequeñas (por cantidad de trabajadores) y las más grandes, acusaron variaciones más atenuadas, pero similares entre sí: 0,1% en el mes y 1,3% / 1,4%, respectivamente, frente al nivel de un año antes.

En tanto, por área geográfica, el relevamiento oficial, sobre un universo de 67.420 empresas y 3,4 millones de trabajadores registrados, detectó un cuadro heterogéneo, más expansivo de las incorporaciones netas en el interior del país: 2,8%, que en el Gran Buenos Aires: 1,3 por ciento.

Sobresalió la recuperación de la ocupación en Mar del Plata, luego de una excepcional temporada turística, con aumento de 6,7%; seguida con menos impulso en Gran Tucumán 3,6%; Gran Resistencia 3,4%; Gran Córdoba 3,3%; y Gran Mendoza 3%; mientras se estancó en Gran Santa Fe y Gran Paraná; y declinó 1% en Gran Jujuy, principalmente.

La resistencia del Gobierno a presentar un plan económico sustentable -la presentación de un nuevo Presupuesto 2022 ya acumula dos meses de atraso, según lo comprometido con el FMI- y la vocación para pensar en crear más impuestos, en lugar de comenzar a eliminar los tributos distorsivos de los planes de negocios de las empresas, explican el comentado deterioro de las expectativas laborales para el corto plazo.

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