El avance de la inflación volvió prácticamente inútiles a algunas de las denominaciones más bajas de billetes y monedas de pesos argentinos. El caso más reciente fue el del billete de $5, que salió de circulación poco antes de la pandemia y cuyo retiro físico se vio interrumpido por las medidas de restricción impuestas en 2020 en un intento por paliar el impacto del Covid-19. Pero el cono monetario argentino, concentrado más que nada en billetes de $100, todavía trae problemas a los comercios a la hora de dar vuelto de pagos en efectivo, en particular por la falta cambio.
La vieja costumbre de comerciantes de todos los rubros de salvar el problema de la falta de cambio para dar vueltos en efectivo, ofrecer caramelos en lugar de dinero, le dio una idea a una empresa de Rafaela, Santa Fe. Al tanto del uso de sus caramelos como forma de devolución de vueltos chicos, decidió directamente crear un caramelo destinado precisamente a cumplir ese rol.
La empresa se llama Marengo S.A. y entre su catálogo de productos ofrece 27 tipos distintos de caramelos, 7 variantes de chupetines, chicles, confitados y hasta barras de cereal. Y aunque en su catálogo online no figura, cuenta además con una línea que viene a ubicarse a mitad de camino entre las golosinas y las necesidades de dinero circulante.
Los Caramelos Duros Ácidos Surtidos “Billetes” Marengo tienen un empaque rectangular que, de un lado, muestra la imagen del retirado billete de $5 con la efigie de José de San Martín y, del otro, la frase “Gracias por su compra” en medio de los colores de la bandera argentina.
Marengo S.A se encuentra en Rafaela, una ciudad de la provincia de Santa Fe. Aunque en su catálogo no aparecen los caramelos de billetes de cinco pesos, los mismos se ofrecen en distintas distribuidoras.
El precio cambia según el sitio que se visite pero oscila entre los $330 y los $550. Se venden en paquetes de $100.
No es la primera vez que la industria de las golosinas se hace cargo de su rol como reemplazo del cambio chico. Arcor, por ejemplo, cuenta desde 2020 con una línea de caramelos que se promociona en el paquete como “Ideal para el vuelto” en una clara búsqueda de captar clientes entre los comercios que recurren a la costumbre de devolver golosinas en lugar de dinero.
Se trata de los caramelos duros “Arcor Mini”, que en el sitio de e-commerce de la firma se ofrecen en las versiones “cherry” y “strong”.
El fin del billete de $5
El 28 de febrero de este año se terminó el plazo dispuesto por el Banco Central para que los bancos reciban los viejos billetes de $5 y cambien por emisiones en circulación o depositen el valor entregado. Hasta el 30 de este mes, mientras tanto, los bancos tienen tiempo para depositar esos papeles en el Banco Central en condición de deteriorados. A partir del primero de julio de 2022, esos billetes serán considerados “desmonetizados”: ya no se podrán canjear.
La vida del billete de 5 pesos llega así a su fin, que resultó algo accidentado por la pandemia.
Desde el 29 de febrero de 2020, los billetes verdes con la imagen de San Martín dejaron de ser considerados de curso legal: fueron reemplazados por una moneda plateada, con la imagen de un árbol, el arrayán. Pero todo el proceso de retiro de los viejos papeles de $5, previsto para mediados de ese año, se extendió dos años debido a la pandemia.
Hoy, el billete de $5 -que comenzó a circular en 1992 con un valor equivalente a USD 5- equivale a apenas dos centavos de dólar, consecuencia del proceso inflacionario que sufre el país desde hace décadas.
Cuando salió por primera vez a la calle, el billete que lleva el rostro del General José de San Martín servía para comprar 5,2 kilos de pan o 9 kilos de azúcar. Hoy sirve apenas para unos gramos.
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