Los bonos de Argentina operaron con fuertes bajas este miércoles por tercera sesión consecutiva ante una marcada aversión al riesgo global y dudas económicas locales que opacan un reciente acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) por unos USD 44.000 millones y ponen en dudas el cumplimiento de las metas pactadas por el organismo.
“A los ruidos políticos y la incertidumbre doméstica local, se suma una renovada baja externa, y así es que los activos domésticos no tienen más remedio que acompañar con debilidad”, dijo a Reuters un analista del mercado.
El desplome de la deuda pública argentina obedece a múltiples factores. Sobre los títulos en dólares, la falta de reservas en el BCRA y el renovado “vuelo a la calidad” en los mercados externos castiga a las paridades y revive los temores a futuras reestructuraciones.
Para los títulos en pesos, el temor pasa por las elecciones presidenciales del año próximo. Los agentes bursátiles se anticipan a un eventual reperfilamiento, dada la “bola de nieve” de vencimientos para un Tesoro que no da señales de reducir el déficit y un Gobierno minado por las internas y falto de credibilidad.
Los bonos Globales, en dólares con ley extranjera, cayeron 2% en promedio y volvieron a sondear sus precios más bajos desde la reestructuración soberana. El Global 2035 (GD35) y el Global 2046 (GD46) estuvieron operados en torno a los 27 dólares. Mientras, los títulos más “cortos”, como el Global 2029 (GD29) y el Global 2030 (GD30) fueron negociados debajo de los 29 dólares.
Los bonos Globales se desplomaron 43% desde su salida a cotización el 10 de septiembre de 2020
“Esta volatilidad en la coyuntura internacional no le es ajena a una Argentina volátil en términos políticos, con internas en la coalición gobernante y sin un rumbo económico claro. Así, estancada en un terreno movedizo en lo local, la deuda queda a merced de los vaivenes globales que no dan tregua”, indicaron desde Portfolio Personal Inversiones.
El riesgo país de JP Morgan, que mide el diferencial de tasas de los bonos del Tesoro de EEUU con sus pares emergentes, subía 40 enteros para la Argentina, a 1.970 puntos básicos a las 18:30 horas. Hay que señalar que la tasa de retorno del bono del Tesoro a diez años subió en Nueva York seis puntos, a 3,03% anual.
El riesgo país alcanza máximos en tres meses, cuando el 8 de marzo rozó los 2.000 puntos, pero la gran diferencia es que entonces la tasa del bono del Tesoro de EEUU a diez años (base de comparación para el índice de JP Morgan) alcanzaba el 1,8% anual y ahora supera el 3 por ciento.
Los analistas del Grupo IEB (Invertir en Bolsa) subrayó que “a fines de abril y principios de mayo, los Globales, que venían siendo defensivos, rompieron lo que parecía ser un piso de USD 30, tras un mayor riesgo a una recesión en el mercado estadounidense. De esta manera, retomaron la correlación con la deuda emergente y llegaron a valores de USD 25. Actualmente, las paridades de los bonos hard dólar se encuentran entre 26% y 30%”.
El riesgo país argentino se aproximó a los máximos post-canje de marzo de este año
Desde Grupo IEB afirmaron que “a pesar de que upside (potencial de alza) en el precio de estos bonos es chico, ya que no creemos que el contexto local pueda mejorar, a estas paridades y tasas son un buen play como cobertura al tipo de cambio de cara al segundo semestre”.
La administración de Alberto Fernández se comprometió con el FMI a incrementar las reservas internacionales del Banco Central (BCRA), reducir la inflación y el déficit fiscal, aumentar las tasas de interés y recortar subsidios energéticos.
Esta evolución de reservas es observada por los agentes bursátiles, pues los futuros pagos de deuda pública en moneda extranjera dependerán de la acumulación de dólares en las arcas de la autoridad monetaria.
Colapso de los bonos que ajustan por CER
También fue muy fuerte la baja para los bonos públicos en pesos. Entre los títulos de deuda indexados por CER, el TX26 cayó 11,6% y el TX24, un 7,3 por ciento. El Discount 2033 cayó 7,7% y el Cuasipar 2045, un 11,7 por ciento.
“Los fondos money market tuvieron suscripciones netas positivas, lo que da la pauta que en el último mes hubo un efecto risk off en la deuda en pesos, otorgando mayor riesgo crediticio a los instrumentos con vencimientos en 2023 y 2024. Este movimiento de flujos también se acentuó por las obligaciones impositivas y podría seguir por la necesidad de liquidez para el pago de aguinaldos de junio”, apuntaron desde IEB, y refirieron que “la curva CER sufrió una gran corrección en sus Tasas Internas de Retorno, que se explica por el mayor riesgo crediticio y la clara intención del mercado de acortar duración”.
El desplome de los bonos en pesos se acentuó por las obligaciones impositivas y podría seguir por la necesidad de liquidez para el pago de aguinaldos
Los expertos de Portfolio Personal aportaron que “los riesgos intrínsecos de la sostenibilidad de la deuda en pesos dadas las dudas reflejadas en el roll-over en los últimos dos meses, y el crecimiento requerido de la misma debido al deterioro de las cuentas fiscales. Sin embargo, veíamos un castigo en el tramo corto CER que nos llamaba la atención. De hecho, la inflación breakeven para los próximos meses corrigió al alza en los últimos días acercándose (aunque todavía por debajo) a lo que espera el REM del BCRA y las consultoras privadas. En otras palabras, los ruidos previos no justifican el gran castigo de las Lecer tan cortas”.
Acciones también en baja
La subida de los precios del petróleo de casi 3% avivó la preocupación por una nueva aceleración de la inflación mundial en medio de una política monetaria más restrictiva por parte de varios bancos centrales.
Los índices de Wall Street negociaron con bajas del orden del 1%, mientras que el referencial accionario S&P Merval de la Bolsa de Comercio de Buenos Aires retrocedió un 1,1%, a 89.946 puntos, tras mejorar un 0,7% el martes y perder un 1,6% el lunes.
“Sabemos que la incertidumbre de corto plazo puede llevar a que la exposición a instrumentos dolarizados aumente, más aún si tenemos en cuenta el endurecimiento del cepo en algunos rubros, que eleva la demanda de los dólares financieros”, señaló el agente de liquidación y compensación Cohen. El reporte agregó que “sin embargo, con una inflación que se encuentra lejos de estar controlada, consideramos prudente la exposición a los bonos y letras que nos puedan cubrir de la misma”.
El dólar libre avanzó dos pesos para la venta este miércoles, a $208 en el reducido mercado informal; la divisa “blue” está al mismo valor que en el cierre del año 2021, aún con un proceso inflacionario que ya acumula un 30% en lo que va del año en curso.
En tanto, el dólar mayorista ganó 16 centavos a $121,45, lo que deja a la brecha cambiaria con el informal en el 71,2 por ciento.
En una rueda cambiaria con operaciones por USD 242,1 millones en el segmento de contado (spot), el Banco Central finalizó su habitual intervención diaria con un magro saldo a favor de 2 millones de dólares. En el transcurso de junio, la entidad acumula compras netas por 17 millones de dólares.
Asimismo, en el transcurso del 2022, el Banco Central acumula compras netas por unos USD 914 millones, un monto que representa el 15,4% del saldo neto a favor obtenido en el mismo lapso del año pasado, que acumulaba unos USD 5.952 millones al 8 de junio de 2021.
SEGUIR LEYENDO: