“Dejen el arco quieto por un rato. Si no saben qué hacer, no hagan nada”. La frase de Martín Migoya, CEO y fundador de Globant, ayer en la cumbre de celebración de los 20 años de la Asociación Empresaria Argentina (AEA), generó masivos movimientos afirmativos de cabeza y sonrisa de aprobación entre el público, buena parte de los hombres de negocios más ricos y poderosos del país.
Los poderosos hablaron y dijeron cosas fuertes en el escenario, pero abajo se excusaron. “Dejá, mejor no. Acá hablás y es para lío. Evitemos el off”, dijo un importante empresario de AEA, uno de los que no fue panelista, entre risas.
El que sí habló fue Paolo Rocca. En medio de las acusaciones que generaron la salida del ex ministro Matías Kulfas del Gobierno –con importantes derivaciones judiciales y citaciones a declarar sobre la obra del gasoducto Néstor Kirchner–, el CEO y alma mater de Techint aseguró que “no hubo corrupción ni direccionamiento” y que el pliego “para la compra de tubos es técnicamente indiscutible”, no sin antes aclarar que no simpatiza con la ideología de los funcionarios técnicos que lo contrataron. Había expectativa en el pasillo y Rocca, que habla poco pero cuando lo hace es contundente, no defraudó a sus pares.
Otros que hablaron fueron Héctor Magnetto (Clarín), Luis Pagani (Arcor) y Alberto Hojman (BGH). Magnetto disparó de entrada contra otro de los temas del día: la renta inesperada, un tema que defendió en el cierre el ministro Martín Guzmán con uñas y dientes. Igual, no logró convencer a ninguno de los presentes. “Este impuesto genera más incertidumbre. Es un impuesto confiscatorio”, dijo el uno de Clarín. Pagani, que se explayó sobre agro, alimentos y comercio, se ofuscó cuando le preguntaron por los intentos de cambios en la Corte Suprema. “No queremos que vengan a hacer catarsis de mala onda que hay en el país”, les dijo a sus colegas invitados por AEA. No lo logró.
También se subieron al escenario Carlos Miguens y Federico Braun, quien quedó en el ojo de la atención mediática cuando le preguntaron qué hacía su cadena de supermercados con la inflación. “Remarca los precios”, dijo entre risas y fue viral de inmediato. Tanto que lo criticaron en redes Cristina Kirchner y Alberto Fernández. En rigor, Braun no se rió sólo: buena parte de la audiencia lo acompañó de manera estruendosa.
Otros popes de los negocios que dijeron presente en el Sheraton de Retiro fueron Eduardo Elsztain (IRSA), Carlos H. Blaquier (Ledesma), Luis Pérez Companc (Molino), Aldo Roggio (Roggio), Guillermo Morita (Southern Cross Group), Enrique Cristofani (Santander), Miguel Acevedo (AGD), Santiago Soldati y Cristiano Rattazzi, entre otros.
¿Fin de ciclo?
Como explicó Infobae la semana pasada luego del lanzamiento del Coloquio de IDEA 2022, en medio de la crisis, la inflación, el FMI y las dudas generalizadas, buena parte de los empresarios muestran optimismo por el largo plazo y las oportunidades de Argentina, sobre todo en energía, agro y economía del conocimiento. Hubo cierta similitud en AEA, aunque durante la mañana de ayer sobrevoló más la idea de “fin de ciclo” y cierta ansiedad por saber qué viene en términos políticos.
“Todavía quedan 19 meses por delante…”, resopló Cristiano Rattazzi. “Todos estamos pensando en lo que viene, pero no hay consensos. Es muy complejo y en cuanto a inversiones, vienen pocas”, dijo.
Juan Nápoli, de Banco de Valores, acababa de llegar de Europa y no dudó en decir que esa misma idea es la que surgió de charlas con inversores. “Piensan en el próximo Gobierno, sea quien sea. Saben que hoy nadie supera el 25% de intención de voto, pero que cualquiera que sean las alternativas serán mejor que lo de ahora”, aseveró. A pocos metros del banquero, otro colega, Gabriel Martino, ex presidente de HSBC, coincidió con que hay expectativas de nuevos aires: “El mundo empresarial está esperando la elección que viene y este año y medio, lamentablemente, es un tiempo perdido”.
Mario Grinman, presidente de la Cámara de Comercio, retomó una de las ideas de los paneles: Argentina, un país que se resetea todo el tiempo. “Ese es el problema que tenemos, nos refundamos todo el tiempo. Y no puede ser. Estamos desaprovechando oportunidades. El empresario quiere invertir, pero queremos reglas de juego normales que se respeten. Las peleas generan expectativas negativas y no hay proyecto viable sin ellas”, expresó.
Sobre el cierre del evento y mientras conversaba con Isela Costantini, Santiago Soldati aseguro que no ve chances de que el estilo de gobierno cambie en los próximos meses. “Veremos qué viene después”, dijo, lacónico.
Renta
Antes del cierre, Guzmán mostró slides similares a los que viene proyectando en encuentros empresariales (Llao Llao, Cicyp y otros) y luego dialogó con Jaime Campos, presidente de AEA. Hubo contrapuntos por la cantidad de impuestos que hay en la Argentina, el origen de la inflación y claro, la renta inesperada.
“La renta inesperada no es un nuevo impuesto; es una sobre-alícuota en un año de guerra que ha generado un gran problema distributivo en todo el mundo. El Estado tiene una responsabilidad en la construcción de reglas de juego para una sociedad que progrese; y no hay progreso si el crecimiento no es compartido”, aseguró el ministro.
“Es un disparate”, resumió Martino. Y agregó: “Solo sirve para irritar más al inversor. Acá hay pérdidas inesperadas, con una tremenda volatilidad y 70% de inflación”.
“Estoy absolutamente en contra de crear cualquier impuesto en un país con récord mundial de carga impositiva. Las empresas ganaron 20%, pero con 50% de inflación anual, es ridículo. Más allá de eso, no hay que castigar más al capital privado. Tienen que ganar de la misma manera que cuando pierden se la tiene que bancar”, dijo ingresando al Sheraton Gustavo Weiss, presidente de Camarco. “Ya tuvimos los cuadernos. Estas sospechas le hacen muy mal al país. El gasoducto se tendría que haber hecho hace 10 años. Ahora seguramente todo se paralizará”, agregó sobre la tensión en el Gobierno por la salida de Kulfas.
“La renta inesperada es un invento que no puede ayudar a nadie. Vamos, dale… tenemos 80% de inflación”, agregó Rattazzi, ex titular de FCA, quien definió a las declaraciones públicas de Kulfas como “honestas”.
José Urtubey, de Celulosa y dirigente de la UIA, aseguró que la renta inesperada debe estudiar bien la base de aplicación. “Todos los balances tiene un proceso y lo que hoy puede parecer alcanzado quizás no lo esté. Puede terminar siendo ineficiente y letra muerta”, destacó el salteño quien destacó la figura de Daniel Scioli como nuevo ministro.
Nápoli opina que la renta nunca es inesperada. “No es un billete de lotería: se imagina, se planifica, se presupuesta. Lo que es inesperado es la carga impositiva, la inflación y la ineficacia del Estado. Eso es inesperado, que suban los precios o que pongan impuestos. Si no están esas cosas, nosotros sabemos ganar plata”, aseguró.
Quien aportó una mirada diferente y con críticas hacia AEA, la máxima representación del establishment empresario local, fue Antonio Aracre, presidente de Syngenta Argentina.
“Me pareció un fin de ciclo en sí mismo toda la escena de hoy. No vi diversidad de ningún tipo, ni de género, ni de nada. No hubo mujeres, ni emprendedores jóvenes. Los más jóvenes de AEA rondan los 50 años y tienen mega empresas. ¿Y las pymes? Es AEA, la Asociación Empresaria Argentina, podría haber empresas más chicas, ¿no?”, se preguntó.
“Me hubiera gustado escuchar también un poco más de optimismo, que alguno de los oradores reconozca que hay impuestos que sí tienen razón de ser. Los números generales, de la economía real, están muy bien, vuelan. Claro, preocupa el tema de reservas y la inflación”, cerró Aracre quien escuchó el evento de punta a punta.
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