Renta inesperada: el Gobierno espera recaudar USD 1.000 millones de unas 350 empresas y no “premiará” a las que reinviertan

El Poder Ejecutivo enviará el proyecto al Congreso en las próximas horas y relativiza los reclamos que preparan las compañías por confiscatoriedad. El fisco podría percibir una parte del tributo este año

Martín Guzmán defendió gravar la renta inesperada ante los empresarios en la AEA

El Gobierno espera poder recaudar unos USD 1.000 millones el año que viene por el nuevo impuesto a la renta inesperada que buscará aprobar en el Congreso para un universo de 350 empresas que hayan tenido ganancias superiores a los $1.000 millones.

Según aseguraron fuentes oficiales, el tributo tendrá como objetivo capturar “parte de la renta que no esté relacionada a un aumento en las ventas o la producción sino solo de márgenes”, lo que según los técnicos del equipo económico configura una renta inesperada. No necesariamente puede estar relacionado con la guerra en Ucrania, ya que el Poder Ejecutivo no buscará “explicaciones” ni razones empresa por empresa para dilucidar por qué razón tuvo un aumento de ganancias por fuera de lo esperable.

Por eso, solo con cumplir con el grupo de métricas que estableció el proyecto de ley, las firmas ya estarán en condiciones de que se les exija ese pago. En ese sentido, en el Gobierno afirmaron que no habrá, como en otros países, un direccionamiento para algún sector en particular para cobrar un tributo de esta naturaleza.

Se tratará, como explicó el ministro de Economía Martín Guzmán, de una sobrealícuota de 15% en el impuesto a las Ganancias de Sociedades de Capital, que se pagaría -salvo anticipos o retenciones que pueda establecer la reglamentación posterior- durante 2023. Para ese cálculo, se tomará en cuenta el balance de diciembre de este año y se lo comparará con el balance de un año antes. Si la ganancia supera los $1.000 millones, pasarán el primer filtro. El Gobierno estima que se trataría de unas 600 empresas en esta instancia.

El Gobierno espera recaudar unos USD 1.000 millones el año que viene por el nuevo impuesto a la renta inesperada que buscará aprobar en el Congreso para un universo de 350 empresas que hayan tenido ganancias superiores a los $1.000 millones

Luego habrá una segunda selección en que ingresarían hasta 350 compañías. Ellas serán las que hayan tenido un margen de ganancia en 2022 superior al 10% en términos reales, o bien que el aumento de ese margen en comparación con 2021 sea de un 20% superior. Como ejemplo concreto: si una firma hubiera ganado a lo largo de 2022 -descontada la inflación- unos $1.200 millones, pagaría 35% de Ganancias por los $1.200 millones y la sobrealícuota de 15% por los 200 millones extra por sobre los $1.000 millones.

El Poder Ejecutivo cree que los reclamos por confiscatoriedad “no tendrán asidero”, porque las alícuotas de Ganancias son superiores en otros países y que ese tipo de planteos “no tienen bases firmes”.

Alberto Fernández y Guzmán presentaron el proyecto para gravar parte de la renta inesperada de las empresas. REUTERS/Agustin Marcarian

Un cambio que hizo el Gobierno respecto a la primera presentación del proyecto para gravar la renta inesperada, a mediados de abril, es que dejó de lado la posibilidad de “premiar” con un pago impositivo menor para las empresas que reinviertan alguna parte de la renta no esperada. “Nos pareció que es un tema muy difícil de determinar desde el punto de vista conceptual y operativo”, mencionó una fuente oficial.

“Una economía que no ataca a la desigualdad no tiene pujanza en la demanda. Por eso diseñamos un mecanismo para administrar esta renta inesperada”, mencionó Guzmán durante su presentación en el Museo del Bicentenario, junto a Alberto Fernández el lunes por la tarde. “Abarca solo a empresas muy grandes de la Argentina”, dijo el funcionario sin mayores detalles.

Si una firma hubiera ganado a lo largo de 2022 -descontada la inflación- unos $1.200 millones, pagaría 35% de Ganancias por los $1.200 millones y la sobrealícuota de 15% por los 200 millones extra por sobre los $1.000 millones

“Hay sectores que se han beneficiado porque hay precios de commodities que experimentaron aumentos muy grandes. Los precios subieron muy rápido en todo el mundo de alimentos y la energía. Fue un shock a la distribución de la riqueza. Si no se hace nada hay más desigualdad y sociedades que funcionan peor. El Estado debe cumplir ese rol. Queremos que las empresas ganen, pero que el crecimiento sea compartido”, continuó el jefe del Palacio de Hacienda.

Guzmán volvió a defender el impuesto este martes ante la platea de la Asociación Empresaria Argentina (AEA). “Ha habido un shock que ha generado para ciertos sectores una renta que no tiene nada que ver con una mayor inversión sino que es producto del shock internacional, que al mismo tiempo le genera problemas a millones de personas”, mencionó.

“El Gobierno Nacional ha trabajado para articular un proyecto de Ley que nos permita administrar esa renta inesperada de la guerra. Consideramos que es muy importante para una Argentina que vaya en la senda de un crecimiento compartido, un crecimiento con equidad, que no desaliente la inversión sino que busque administrar la renta inesperada de la guerra”, concluyó.

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