La “fauna” del cripto crash: 3 pilares teóricos y 12 personajes destacados de un universo en crisis

Demiurgo, nerds, lobos financieros, vendedores, un cirujano plástico, un político audaz, son parte de un mundo de ethos anarco-capitalista basado en desarrollos surgidos en los setenta

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Algunos figuras del universo cripto.
Algunos figuras del universo cripto. Arriba, de izquierda a derecha, Vitalik Buterin (Ethereum), Changpeng Zhao (Binance) y Nayib Bukele, presidente de El Salvador. Abajo: Giancarlo Devasini (Tether), Sam Bankman Fried (FTX), Cathie Wood (Ark Invest) y Arthur Hayes (BitMEX)

En agosto de 1977 el filósofo y divulgador científico Martin Gardner publicó en la revista Scientific American una breve nota titulada: “Un nuevo tipo de criptografía que llevaría millones de años descifrar”.

Gardner, autor de obras de amplia difusión, como “Carnaval matemático” y “Derecha e izquierda en el Cosmos” (referido no a ideas políticas, sino a cuestiones como simetría y posición de las cosas en el espacio), explicó los fundamentos del sistema de cifrado de clave pública, previamente desarrollado por Whitfield Diffie y Monte Hellman, escribió el mensaje y brindó la “clave pública”:

N=114.381.625.757.888.867.669.235.779.976.146.612.010.218.296.721.242.362 562.561.842.935.706.935.245.733.897.830.597.123.563.958.705.058.989.075.147 599.290.026.879.543.541

Luego desafió a los lectores a descifrarla a partir de factorizar N en 2 componentes primos, p y q, y encontrar una solución congruente. Gardner prometió un premio de 100 dólares (unos 500 dólares de hoy) a quien resolviera el acertijo. Cualquier duda debían dirigirla a Ron Rivest, Adi Shamir y Len Adelman, del Laboratorio de Informática del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), creadores del algoritmo de encriptación, desde entonces conocido como RSA, por los apellidos de sus autores.

La respuesta correcta llegó 17 años después, en 1994, gracias a la colaboración de 600 profesionales de matemática, programación y disciplinas afines. Era una frase en inglés, traducible como “las palabras mágicas son un quebradero de cabeza”.

Las palabras mágicas son un quebradero de cabeza

Entonces no había a mano tantas computadoras capaces de hacer, en línea o solas, operaciones tan enormes y numerosas y resolver en tiempo razonable mensajes a partir del algoritmo RSA y con “clave pública” (la otra es privada, de cada emisor, por eso el sistema también se conoce como “de clave asimétrica”), solución a un problema que desde el inicio de la disciplina desvelaba a los critptógrafos: cómo evitar la intercepción de claves por parte de “espías”.

Cómo transar sin conocerse

Otro criptógrafo, David Chaum, había disertado, en 1982, sobre “Computer Systems Established, Manteined and Trusted by Mutually Suspicious Groups” (algo así como “Sistemas de computación establecidos, mantenidos y confiados por grupos mutuamente suspicaces”), antecedente de la “cadena de bloques” (blockchain), y en 1991 Stuart Haben y W. Scott Stornetta describieron trabajos sobre cadenas criptográficas seguras que pudieran compartir y mantener documentación.

Es probable que ni Gardner, ni Diffie y Hellman, ni Rivest, Shamir y Adelman, ni Chaum, ni Haben y Stornetta sospecharan el mundo que surgiría de esos 3 pilares: criptografía de clave pública o asimétrica, algoritmo RSA y blockchain. Quien lo puso en práctica fue un personaje (o grupo) autodenominado Satoshi Nakamoto.

La capitalización global de las criptomonedas, que a fines de 2021 había superado los USD 3 billones, hoy oscila entre 1,2 y 1,3 billones de dólares

Nakamoto es la primera persona o grupo de la galería que desde entonces impulsó el sistema de “criptomonedas”: hay más de 11.000, pero las 5 principales explican más de tres cuartos de la capitalización. Ese mundo aglutinó una variada fauna humana: prodigios de la matemática y la programación, lobos de las finanzas (aunque Jordan Belfort, el original “Lobo de Wall Street” que inspiró la película protagonizada por Leonardo di Caprio, ya había dicho en 2017 que bitcoin es “una burbuja” y “una gran estafa del más alto nivel”), vendedores natos, un cirujano plástico cansado de moldear senos, un político ambicioso y una variada gama de gurúes o pseudo-gurúes de ethos anarco-capitalista, hoy pasmados por lo ocurrido en los últimos meses: la capitalización global de las criptomonedas, que a fines de 2021 había superado los 3 billones (millones de millones) de dólares, hoy oscila entre USD 1,2 y 1,3 billones, tras haber perdido en pocos meses un valor más de tres veces superior al PBI anual de la Argentina.

El shock más reciente fue la caída de la Stablecoin Terra, que de una capitalización de USD 40.000 millones pasó casi a cero y provocó una cascada inmediata de pérdidas de casi USD 300.000 millones.

Nakamoto es la primera persona
Nakamoto es la primera persona o grupo de la galería que desde entonces impulsó el sistema de “criptomonedas”: hay más de 11.000, pero las 5 principales explican más de tres cuartos de la capitalización (El Acento News)

Una vieja catedral de las finanzas como el banco J.P.Morgan dijo recientemente que el precio “justo” del Bitcoin, debería ser hoy de USD 38.000, bien superior a los USD 30.000 en torno a los que oscila hace semanas. La recuperación luce dudosa, aunque Bitcoin es el que tiene más chances, por circulación, peso y resurrecciones en su haber: la evolución de su precio es como el lomo de un camello de varias jorobas.

Contra la historia

El Bitcoin y las cripto se predicaron como una superación de la moneda de los estados-nación, una desarrollo con siglos de historia, pero el boom que precedió a la reciente debacle se nutrió, precisamente, de la brutal inyección de liquidez de los bancos centrales y de los estímulos fiscales de los Tesoros nacionales para impedir una depresión económica global a causa de la pandemia de coronavirus.

Como dice un dicho, cuando la marea baja, se ve quienes nadan desnudos. El inicio del proceso inverso, de contracción, golpeó a todas las clases de inversión financiera; bonos soberanos, acciones, papeles privados. Pocos piensan, sin embargo, que los principales Tesoros dejen de pagar sus bonos o que las acciones de empresas que hacen bienes u ofrecen servicios valiosos se desplome a cero. Las cripto (y las empresas “tecnológicas”) cayeron proporcionalmente mucho más y una, sedicente stablecoin, es decir de valor estable pero con satélite volador, se extinguió, borrando USD 40.000 millones de valor de sus infortunados tenedores en menos de 48 horas.

Cuando la marea baja, se ve quienes nadan desnudos

Los daños han sido enormes. Tras constatar la crisis de las stablecoins, por las que pasa el grueso de las operaciones entre distintas criptomonedas, y la pérdida de la mitad del valor de la principal bolsa cripto, Coinbase, que cayó 26% en un solo día, The Economist no dudó en afirmar que “la infraestructura cripto está quebrada”.

Londres instaló líneas de ayuda, para prevenir suicidios, en especial entre los 2,3 millones de jóvenes ingleses que apostaron todo a cripto para hacerse ricos, dejando a menudo sus trabajos y endeudándose más allá de sus posibilidades.

En EEUU, la Reserva Federal (Fed), ya se había percatado de ese potencial: el lunes 23 de mayo publicó su décimo informe-encuesta sobre las finanzas de las familias y auscultó por primera vez el tema cripto: 12,5% de los norteamericanos adultos las tenían. Pero mientras 10% son Cripto-investors, 46% de los cuales tienen ingresos anuales de más de USD 100.000, el 2,5% son Cripto-transactors: las usan para envíos familiares y más de 60% gana menos de USD 50.000 anuales, a duras penas cubre los gastos mensuales y en todas las categorías financieras (cuenta bancaria, tarjeta, plan de ahorro) está a años luz de los primeros. Son los más pobres, los que más perdieron y los que mucho más difícilmente se recuperen.

En países pobres e inestables los datos son esquivos, pero de seguro los daños son grandes; en sus casos a las tasas de adopción las empuja además el deseo de huir de monedas que se devalúan. Un informe de fines de 2021 de Chainalysis, suerte de curador del sistema cripto, confirma que el mayor uso per cápita ocurre en mercados emergentes. En el “Ranking de Adopción Global”, Argentina figura décima, detrás de Vietnam, India, Pakistán, Ucrania, Kenya, Nigeria, Venezuela, EEUU y Togo.

Daron Acemoglu, uno de los economistas más prestigiosos de las últimas décadas, ya había identificado al menos 5 razones espurias del éxito de bitcoin: promesa de ganancia rápida; ingenuidad tecnológica; rédito de “minar” unidades, demanda del mundo criminal y falso relato de que bitcoin y las cripto liberarían a la humanidad de la “estafa” de los bancos centrales y la “opresión” del Estado.

1- Satoshi Nakamoto, el demiurgo

Según Shiller, Nobel de Economía
Según Shiller, Nobel de Economía 2013, la invisibilidad, de "Nakamoto", creador del bitcoin, le da un aura romántica clave al relato cripto. "Como historia, bitcoin es una joya" (Getty Images)

En noviembre de 2008 Satoshi Nakamoto envió un mensaje a la lista de criptografía de un portal especializado con el título “Bitcoin P2P E-Cash Paper”. Explicaba un nuevo sistema, descentralizado, de dinero electrónico, libre de intermediarios y de regulación y fiscalización por parte de gobiernos o bancos centrales. Poco después, el 3 de enero de 2009 emitió los primeros 50 Bitcoins, sumando rangos de dificultad para sucesivas emisiones de la primera “criptomoneda”. Hoy hay cerca de 19 millones en “circulación” (códigos en una suerte de “libro contable” compartido). El último bitcoin, calculó, se emitiría en 2140, completando un total de 21 millones de unidades.

Robert Shiller, premio Nobel de Economía 2013, reconoce que “teoría” y “tecnología” fueron claves en el desarrollo de Bitcoin, pero tienen poco que ver con su éxito, pues constató que hasta participantes sofisticados no las entienden.

Como historia, Bitcoin es una joya (Shiller)

“La narrativa de Bitcoin es motivadora para la clase cosmopolita mundial, pero también para quienes aspiran a unírsele o aquellos interesados en la tecnología más avanzada. Y tiene un héroe famoso, Satoshi Nakamoto creador de la moneda, cuya identidad real se desconoce”, cuenta Shiller. Esa invisibilidad, sigue, la da un aura romántica al relato. Nadie lo ha visto, nadie sabe quién es el demiurgo de la cripto original, cuya viralidad “sería menor sin esta peculiaridad”.

Bitcoin se alimentó de un ethos anarquista y un deseo de empoderamiento de quienes buscan alguna revancha. De hecho, la primera “fiebre”, coincidió con las protestas del movimiento Occupy Wall Street en 2011: era una moneda libre del control y gestión de “las elites”. Entrar al mundo cripto, y Bitcoin era la puerta, era entrar al “futuro”, estar del lado de los nuevos ganadores, ser a la vez “popular”, aprender a hacer y controlar dinero. Motivaciones reforzadas por dos ideas: 1) las computadoras están destinadas a sustituir gran parte de los actuales puestos de trabajo y conviene ponerse ya de su lado; y, 2), otra vez, Nakamoto: creó un mundo y lo puso al alcance de todos.

En su libro “Narrativas económicas”, Shiller concluye: “Como historia, Bitcoin es una joya”.

2- Vitalik Buterin, el duende de Ethereum

Ruso de nacimiento, de 27 años, criado en Canadá y de nacionalidad canadiense, es el geniecillo de Ethereum, la segunda cripto de mayor capitalización mundial, que desarrolló secundado por Joseph Lubin, Charles Hoskinson (ex CEO) y Gavin Wood (ex “tecnólogo jefe”): una plataforma abierta que sea a blockchain lo que Google a internet: un ordenador del caótico mundo digital. Un poderoso intermediario.

Lubin (creador de ConSenSys, suerte de satélite técnico de Ethereum y nexo con el “viejo mundo” de las finanzas) pinta a Buterin como desprovisto de interés material, alguien que solo quiere “hacer el bien”. Igual, su creación interesó a quienes quieren hacer dinero. El banco Santander probó Ethereum para sus sistemas de pago, la angloaustraliana BHP Billiton, una de las más grandes mineras del mundo, lo aplicó al seguimiento de las cadenas de suministro de minerales; John Hancock, un fondo de inversión de EEUU, para crear un registro de vacunas y J.P. Morgan intentó construir su propio sistema de blockchain, pero al final optó por Ethereum para su proyecto Onyx, con el que trabaja en la creación de la moneda digital de Singapur.

A fin de 2021, cuando visitó la Argentina, la riqueza de Buterin rozaba los USD 1.500 millones (las criptofortunas son muy estimativas, por su oscilación y porque, a diferencia de una acción que cotiza en bolsa, no son datos públicos). Pero nada en él era ostentoso. Reconocido como genio por los desarrolladores locales de Ethereum, concitó gran interés y fue invitado a reunirse con Mauricio Macri, Horacio Rodríguez Larreta, Martín Guzmán y Juan Grabois, con quien recorrió la Villa Padre Mugica.

A fin de 2021, cuando
A fin de 2021, cuando visitó Buenos Aires, Buterin recibió y aceptó varias invitaciones de políticos y famosos y llenó la "Usina del Arte"

“Me pareció un tipo más interesado en el conocimiento en todas sus dimensiones que en la acumulación de capital, claramente no le interesa la plata; tiene claridad sobre la caducidad de las actuales relaciones de eso que llaman ‘propiedad’. También lo vi firme en la convicción de que los incentivos morales son superiores a los materiales para las grandes creaciones y acciones humanas colectivas”, dijo Grabois.

Vitalik dio una charla a sala llena en la Usina del Arte, hizo su “tour de inflación” y hurgó en desarrolos locales: busca reemplazar la “Prueba de Trabajo” en que se basan Bitcoin y la mayoría de las cripto por una de “Involucramiento”, que sea más veloz, use menos energía y reduzca los costos, Hacia la Navidad 2021 dejó la Argentina. Dos semanas después empezó el tobogán cripto, que hizo que hace poco Buterin confesara por Twitter a sus 3,9 millones de seguidores: “no soy más billonario”. Lo dijo en inglés, idioma en que billionaire refiere una fortuna de al menos USD 1.000 millones (en español, en cambio, “billón” es un millón de millones). Business Insider estimó que Buterin tiene unas 333.000 unidades de Ether, lo que implica en dólares unos 640 millones. No es precisamente pobre, pero ya no billionaire.

3- Do Kwon, el fanfa de Terra/Luna

Surcoreano, 30 años, graduado de Stanford (EEUU), ingeniero de software en Microsoft y Apple, en 2018 Kwon fundó Terraform Labs, con la que recaudó más de USD 200 millones de fondos de inversión para financiar proyectos cripto basado en una stablecoin algorítima, Terra, de valor fijo con el dólar, pero con un satélite osado, Luna, que subía con brío. “Es mi más grande invento”, fanfarroneó, admirado por “lunáticos” de todo el mundo. En poco tiempo, el valor de Luna superó los USD 40.000 millones. A quienes cuestionaban las bases del fenómeno, Kwon respondía: “no debato con pobres”.

Hasta que a mediados de mayo Luna y TerraUSD colapsaron. De USD 40.000 millones a cuasi cero. No todos perdieron. Pantera Capital, un fondo que invirtió en los proyectos de Kwon, multiplicó unas 100 veces lo que puso (USD 1,7 a 170 millones) tras vender, antes del colapso, cerca del 80% de sus tenencias de Luna, comentó Paul Veradittakit, un inversionista en la firma.

"No discuto con pobres", decía
"No discuto con pobres", decía Do Kwon, el creador de la stablecoin algorítimica Terra y su satélite Luna

Kathleen Breitman, fundadora de Tezos, otra criptomoneda, atribuyó el derrumbe de Terra/Luna a las instituciones detrás de Kwon: “querían comerciar con sus reputaciones para ganar dinero rápido”. Pero marcar culpables no consuela a cientos de miles que lo perdieron todo. Lo supieran o no, arriesgaban mucho: a diferencia de Tether, la más grande stablecoin, Terra/Luna no tenía respaldo en dinero, títulos u otros activos: su supuesta estabilidad venía de algoritmos que la vinculaban con Luna.

Kwon, a su vez, usaba las dos monedas como base para créditos más elaborados en el imprevisible mundo de las finanzas descentralizadas (en inglés abreviado, DeFi). Al analizar a Terra/Luna, Cyrus Younessi, analista de la firma de criptoinversiones Scalar Capital, advirtió que el proyecto podía entrar en una “espiral de la muerte”: un colapso en el precio de Luna hundiría también a la moneda “estable”.

El colapso de Luna finalmente ocurrió, pero antes llovieron inversiones de riesgo para financiar proyectos basados en su tecnología

4- Michael Novogratz: “Te llevo bajo mi piel”

El colapso de Luna finalmente ocurrió, pero antes llovieron inversiones de riesgo para financiar proyectos basados en su tecnología: servicios para intercambios cripto o tomar crédito en TerraUSD. En abril, Luna llegó a cotizar a USD 116, contra menos de un dólar en que había arrancado 2021. Llovían millones y nacían criptomillonarios.

El entusiasmo arrastró a Mike Novogratz, reconocido lobo de las finanzas, director de Galaxy Digital: invirtió en Terraforma Labs y hasta sobreactuó su apoyo se tatuó el brazo con un lobo aullando a la Luna, tal era su confianza.

El "acto de fe" de
El "acto de fe" de Novogratz en Terra/Luna. Su tatuaje, dice ahora, le recordará que la inversión de riesgo "requiere humildad"

Miles de inversores habían sido atraídos por el 20% de rendimiento anual que ofrecía Anchor (en inglés, Ancla, la plataforma del ecosistema de Terra), para lo cual era necesario contar con UST (Terra), que se obtenían mediante la compra de Luna. Así, en poco tiempo miles de millones de dólares impulsaron su precio, a partir de la demanda de UST para obtener el rendimiento de Anchor.

“Mi tatuaje será un recordatorio constante de que la inversión de riesgo requiere humildad”, recapituló Novogratz en una carta abierta a sus seguidores, en la que reconoció que su caída afectó la confianza en el mercado cripto y en las finanzas descentralizadas (DeFi). El lobo dijo mantener expectativas a largo plazo, pero alertó: “No significa que el mercado de las criptomonedas tocará fondo y volverá a subir. Se necesitará una reestructuración, un ciclo de redención, consolidación y una confianza renovada”, explicó quien aspiraba a ser “el Goldman Sachs de las criptomonedas” y deberá, cuanto menos, posponer su meta.

5- Changpeng Zhao: “Soy pobre otra vez”

Otra “víctima” de Terra/Luna, pero con mucha espalda, es Chanpeng Zhao, un ciudadano chino-canadiense de 44 años, más conocido como CZ y creador y mandamás de Binance, la más grande bolsa (“Exchange”) mundial de criptomonedas. “Estoy desconsolado por el dolor que mi invento les ha producido a todos”, tuiteó Kwon, desconsolado, tras haber arrastrado también a Changpeng Zhao, director de la criptobolsa Binance, que invirtió en Terraform Labs USD 3 millones, vio crecer su reserva a USD 1.600 millones, pero no vendió y lo vio disiparse a menos de 3.000 dólares.

El padre de Chanpeng huyó de la “revolución cultural” que propiciaban Mao Tse Tung y su banda y se dedicó en Canadá a enseñar geofísica. Algo quedó en los genes del hijo, que de niño rankeó en el Top 10 de la competencia nacional de matemáticas de Canadá y a partir de sus conocimientos de Nerd, al estilo Buterin, quedó al frente de Binance.

Aún después del fiasco de
Aún después del fiasco de Terra, que dañó a muchos, el patrimonio de Changpeng serían USD 14.800 millones, por el 70% de Binance. Pero dijo "otra vez soy pobre" (Reuters)

Tras la extinción de Terra/Luna, CZ dijo con cierta ironía unos días después que era “pobre de nuevo”. Binance tenía 15 millones de tokens de Luna a cambio de los USD 3 millones que había invertido en 2008 en el proyecto. Business Insider dijo que esas acciones valían USD 1.600 millones a inicios de abril, pero su valor se redujo a USD 2.200 dólares en 48 horas. Exresar el valor del token sin anteponer ceros implica hablar de diezmilésimas, centavos de centavos de dólar.

Zhao pidió a Terra reembolsar primero a sus inversores minoristas “para predicar con el ejemplo sobre la protección de los usuarios” y que al final esperaría Binance. Tendrá una larga espera. Pero decirse “pobre” fue exagerado, que, ya se dijo, es la más grande bolsa cripto mundial, unas 6 veces más grande que la segunda, Coinbase, la única que cotiza en la Bolsa de Nueva York, sujeta a las regulaciones de la Comisión de Valores (SEC) de EEUU. Aún después del fiasco de Terra, Bloomberg calculó el patrimonio de Changpeng en USD 14.800 millones, por su su tajada del 70% en Binance.

Aún después del fiasco de Terra, Bloomberg calculó el patrimonio de Changpeng en USD 14.800 millones, por su tajada del 70% en Binance

Hay allí una paradoja. Desde que Nakamoto creó el bitcoin y prodigios de la matemática y la programación como Buterin, Do Kwon y otros sumaron creaciones, la prédica cripto era sacar del medio al Estado (en la forma de bancos centrales) y a la banca tradicional y sus viejos edificios de mármoles y columnas mintiendo solidez y confiabilidad, pero he aquí que los personajes más ricos y poderosos del mundo cripto son, más allá de sus talentos, básicamente intermediarios.

6- Brian Armstrong: el bolsero regulado por la SEC

Brian Armstrong, 38 años, es el CEO de Coinbase, el fondo cripto más grande en EEUU, que salió a bolsa en abril 2021, en lo que fue hasta ahora la oferta pública inicial más grande de la historia: USD 86.000 millones.

Los genes de precisión y complejidad de Brian parecen provenir de su madre, Ph.D en bioInformática de la Universidad de California. Y su apuesta parece ser a largo plazo: es el único Exchange sujeto a las regulaciones de la SEC. Lo fundó con Fred Ehrsam, que integra el directorio y a su vez se concentró en la criptografía Paradigm.

Coinbase anunció pérdidas de USD 430 millones el último trimestre y una caída del 19% en el número de usuarios. Además, hizo de tripas corazón, actualizó sus condiciones de uso y admitió que en caso de caer en bancarrota, sus millones de usuarios podrían perder todas las criptomonedas almacenadas en sus cuentas.

“Debido a que los criptoactivos en custodia pueden considerarse propiedad de un caudal de quiebra, los criptoactivos que mantenemos en custodia podrían estar sujetos a procedimientos de quiebra y dichos clientes podrían ser tratados como nuestros acreedores generales no garantizados”, dijo la presentación. ¿Alcance potencial? Coinbase posee USD 256.000 millones en monedas fiduciarias y criptomonedas en nombre de sus clientes, que en caso de quiebra no tendrían derecho a reclamar propiedad específica alguna de la firma en los procedimientos, explicó la revista Fortune.

Brian Armstrong, CEO y cofundador
Brian Armstrong, CEO y cofundador de Coinbase, la única bolsa cripto regulada por la Comisión de Valores de EEUU (Reuters)

¿La propiedad de una criptomoneda no es absoluta? La duda va al hueso del ethos cripto. Si un usuario abre una cuenta en Coinbase y la pone allí, implica que cede al menos parte del control de sus propios fondos. Para achicar el pánico, Armstrong dijo por Twitter que su bolsa “no tenía riesgo de quiebra” y que la comunicación fue para cumplir reglas de la SEC para firmas públicas con criptoactivos a nombre de otros.

El volumen de operaciones de Coinbase cayó de USD 547.00 millones a USD 309.000 millones

En noviembre último, Armstrong tenía una fortuna personal de USD 13.700 millones, que se redujo a unos USD 2.300 millones, según el ranking de multimillonarios de Bloomberg. “Deberíamos haber actualizado antes nuestros términos para clientes minoristas”, reconoció Armstrong, y pidió disculpas. Las cuentas bancarias en los EE.UU. están protegidas por un seguro oficial de depósitos de hasta USD 250.000, para evitar que los depositantes quiebren junto con el banco. Los activos cripto no tienen la misma protección, razón por la cual algunos aconsejan a los inversores guardar sus activos cripto en una billetera personal, no en un Exchange. De hecho, el volumen de operaciones en Coinbase cayó de USD 547.000 millones a USD 309.000 millones en el primer trimestre y la empresa advirtió que es probable que el volumen de operaciones caiga aún más.

7- Giancarlo Devasini: italiano, cirujano plástico y aventurero

La más activa en las transacciones al interior del mundo cripto es Tether, una Stablecoin, vinculada al dólar (tether, en inglés, es el infinitivo de “atar”) pero con activos de respaldo. Es la tercera cripto por capitalización, detrás de Bitcoin y Ethereum, y está asociada a BitFinex. En 2021 cientos de millones que pasaron por Bitfinex se “perdieron” en un centro de procesamiento cripto en Panamá.

Tether y Bitfinex fueron investigadas por la fiscal neoyorquina Letitia James, quien citó estudios que vinculaban las compras de Tether con fuertes oscilaciones del bitcoin y halló que dos tercios de las operaciones auditadas en un día se habían hecho con Tether, lo que le confería una enorme capacidad de manipulación. James impuso a Tether y Bitfinex una multa conjunta de USD 60 millones, sin reconocimiento de delito.

El Chief Financial Officer de ambas es Devasini, 57, italiano que dejó la cirugía plástica cuando no pudo convencer a una clienta de que sus senos estaban perfectamente bien y no necesitaba retocarlos, dijo una investigación reproducida por el portal Il Fatto Quotidiano.

Devasini frente al espejo
Devasini frente al espejo

Formó entonces una empresa y se dedicó a vender productos electrónicos, hasta facturar 100 millones de euros. La vendió en 2008, justo antes de la crisis financiera, pero documentos italianos revelaron que los ingresos eran de solo 12 millones. Poco después, su exprotoimperio se hizo humo tras un incendio en oficinas y depósitos. La firma-madre, Solo, se liquidó. Sus subsidiarias, Acme, Compass y Freshbit, tenían un valor de un euro cada una en las cuentas de Solo.

Devasini se hacía llamar “Merlín”, por el mítico mago del siglo V, aquel del Rey Arturo y los Caballeros de la Mesa Redonda, y por Skype se presentaba como “merlinmagoo”, lo que no lo eximió de tener que pagar a mediados de los 90s una compensación de 100 millones de liras por una demanda de falsificación que le hizo Microsoft. En 2007 ya había sido demandado por la japonesa Toshiba por no respetar sus patentes, debido a las especificaciones de formato de los DVDs que vendía.

Devasini se hacía llamar “Merlín”, por el mítico mago del siglo V, aquel del Rey Arturo y los Caballeros de la Mesa Redonda

En 2012, cuando participó por primera vez en un foro de Bitcoin, Giancarlo llamó la atención al preguntar a los demás foristas si querían comprar DVDs o CDs, a 1 centavo de Bitcoin por unidad o en grandes volúmenes. En 2014 se lanzó Tether, del que el excirujano y vendedor de electrónicos usados italiano es el cerebro, aunque aún en 2016 debió afrontar cuentas viejas: Alcosto, otra iniciativa suya, fue acusada por la Comisión Tributaria de Gran Bretaña de fraude fiscal por generar una cadena de transacciones ficticias solo para cobrar reembolsos del Impuesto al Valor Agregado.

Todos los cargos fueron impávidamente respondidos por Tether y Bitfinex. Devasini, cuya cuenta en Skype, “merlinmagoo”, lo sitúa en la isla africana de Santo Tomé y Príncipe y sus registros fiscales en Suiza, Italia y la Costa Azul, no habla con la prensa. La fiscal James describió a él y sus colegas como “individuos sin licencia ni regulación, que hacen negocios en los rincones más oscuros del sistema financiero” y Eric Rosengreen, titular de la Reserva Federal de Boston, calificó a Tether como “un muy riesgoso fondo primario (los que invierten en bonos corporativos y permiten a los inversores retirar sus fondos cuando quieren, suerte de ruleta rusa financiera).

El derrumbe de Terra, la stablecoin “logarítmica”, hizo trastabillar por unos días a Tether, la stablecoin “con respaldo”, pero logró recuperarse y se mantiene como una suerte de unidad de cuenta del sistema.

8- Sam Bankman Fried: Prima kimchi, famosos y masividad

Quien salió en defensa de Devasini fue Sam Bankman Fried, administrador de FTX, una plataforma de criptomonedas. “Giancarlo está muy orgulloso de lo que construyó con Bitfinex y Tether, agradecido con las personas que lo ayudaron y seguramente fastidiado con las personas que echan un montón de mierda sobre sus negocios, sin una verdadera razón”, señaló quien fundó su bolsa con aportes de inversores como BlackRock, el fondo de inversiones más grande del mundo (el más duro negociador de la restructuración de la deuda argentina con acreedores privados), y Sequoia.

Bankman-Fried es hijo de un profesor de Derecho de la Universidad de Stanford y el talento que lo catapultó fue su fuerte formación en matemática. A fines de 2021 Forbes calculaba la fortuna personal de SBF en unos USD 26.500 millones, al tope del ranking de criptomillonarios. Duerme 4 horas por día y cuando está despierto hace varias tareas a la vez, habilidad que desarrolló desde chico, cuando hacía simultáneas de ajedrez y otros juegos de mesa, con temporizador, para no aburrirse.

Fundó Alameda en 2017, con apenas 25 años, tras pasar por Janet Street, un trader de Wall Street, su primer trabajo luego de graduarse en el MIT, adonde lo había llevado su reputación de genio de las matemáticas y en el que se integró a la fraternidad Epsilon-Theta, cuyos miembros jugaban a descifrar acertijos. En un campamento de matemáticas conoció a Sam Trabucco, co-CEO de Alameda. Poco después, SBF asistió a una conferencia en Asia, intrigado por el precio del Bitcoin en las bolsas asiáticas de criptomonedas, cuya diferencia con los precios en EEUU se conoce como “prima kimchi”, por una popular salsa coreana.

Sam Bankman-Fried, prodigio matemático y
Sam Bankman-Fried, prodigio matemático y multi-tasker: creador de FTX, apuesta a la masividad (Heraldo Binario)

Al regreso, se instaló en una oficina de WeWork y llamó a su equipo a trabajar en un nuevo proyecto. “Estamos perdiendo USD 50.000 diarios por no trabajar en Hong Kong en lugar de Berkeley”, les dijo. En 2019, fundó FTX, la bolsa cripto más usada por los norteamericanos. La estableció primero en Hong Kong y en octubre 2021 la mudó a las Bahamas, aprovechando la Digital Assets and Registered Exchanges Act, muy favorable para operar en criptomonedas.

Bankman Fried detesta el desperdicio. Se maneja con pocos desarrolladores, que obliga a desafíos extremos. Su dilema es entre soportar “ineficiencias” o someter su gente al desgaste

La movida a Bahamas borró 12 husos horarios de diferencia que tenía al operar desde Hong Kong con clientes de EEUU y le permitió a FTX sentar sede a una hora de vuelo de Miami, donde puso su nombre al estadio de los Miami Heats, de la NBA, la liga de básquet más famosa del mundo, pues apuesta a la masividad. En publicidad sumó también a Stephen Curry, megaestrella de los Golden State Warriors, actuales finalistas de la NBA, y Tom Brady, el quarterback más ganador de la NFL, la liga de fútbol americano, hoy en Tampa Bay Buccaneers, de Florida. FTX fue gran anunciante de la última Super Bowl y patrocina al equipo de Fórmula-1 de Mercedes Benz.

Bankman Fried detesta el desperdicio. Se maneja con pocos desarrolladores, que obliga a desafíos extremos. Su dilema es entre soportar “ineficiencias” o someter su gente al desgaste. El número de desarrolladores de FTX sorprende a ejecutivos de otras bolsas cripto, como Jerald David, que trabajó en bolsas de Nueva York, Dubai y Chicago y consideró “impresionante” que FTX se hiciera con dos desarrolladores en sus primeros seis meses, cuando para operar un exchange de su volumen hacen falta treinta.

Stephen Curry, de la NBA,
Stephen Curry, de la NBA, y Tom Brady, de la NFL, dos de las estrellas deportivas a los que Bankman Fried recurrió para "popularizar" FTX, su bolsa cripto

Tener un equipo pequeño le permite decidir rápido si ve oportunidades, antes que la mayoría de los traders, lo que le ganó el apodo “Moby Dick de las Criptoballenas”, por el temible escualo de la clásiva novela de Herman Melville. Eso no le molesta, pero sí que lo hayan llamado “Zuckerberg de las criptomonedas”. A diferencia de Mark, Sam se lleva bien con los políticos y las causas cívicas: aportó a la campaña del actual presidente de EEUU, Joseph Biden, y a principios de mayo juntó en Bahamas, en un megaevento cripto, a los ya canosos Bill Clinton y Tony Blair, exlíderes de la “Tercera Vía”, que alistó con la supermodelo Gisele Bundchen (mujer de Brady, el quarterback de Tampa Bay), el actor Orlando Bloom, la cantante Katy Perry y Liam Payne, ex voz y guitarrista de One Direction. Todo por sea por la masividad.

El mismo día, en Nebraska, se celebraba el “Woodstock para Capitalistas” del legendario y nonagenario inversor Warren Buffett, el “sabio de Omaha”, que decía: “No pagaría ni 25 dólares por todos los bitcoins del mundo”.

Buffett es un inversor “cable a tierra”, lo contrario de los vaporosos “conceptos económicos” de Bankman Fried que, llamado a explicar un fenómeno criptográfico llamado yield farming (“granja de rendimientos”), que combina criptomonedas y DeFi (finanzas descentralizadas), respondió: “es una caja valiosa como muestra todo el dinero que la gente decidió que debe estar alllí”. A medida que los inversores son más optimistas sobre la evolución del valor de la caja, siguió, “van y vierten otros $300 millones y se va al infinito, y todos ganan dinero; ¿y quiénes somos nosotros para decir que están equivocados?”, remató. Como notaron Matt Levine y Jemima Kelly, columnistas de Bloomberg y Financial Times, Bankman describía un “esquema-Ponzi”, clásico modelo piramidal en el que los que van entrando enjugan las ganancias de los que entraron antes (y se retiran a tiempo).

Rostro aniñado, pelo enrulado, Bankman suele presentarse en bermudas, pero con su matemática, su prepotencia de trabajo, su lobby y su apuesta a la masividad, es un verdadero tiburón cripto, aunque Buffett disienta con él.

9- Arthur Hayes: condenado leve

El afroamericano Arthur Hayes es cofundador y exCEO de otra bolsa cripto, BitMEX, señalada como una plataforma de “alto riesgo” por Chainalysis.

A diferencia de Bankman-Fried, Changpeng, Armstrong y otros “bolseros”, Hayes no parecía predestinado por genética o ámbito familiar a destacarse en el arcano cripto. Sus padres trabajaban en plantas de General Motors en Buffalo, la capital de Nueva York, y Detroit, la oxidada meca de la industria automovilística de EEUU.

Arthur tuvo otras inquietudes: ganó una beca para una prestigiosa escuela privada, estudió química y economía, antecedentes de la alquimia digital y de inversiones que cimentó su carrera: BitMEX fue pionera en la promoción y venta de los productos más innovadores y riesgosos del mundo cripto.

Sede de BitMEX en Hong
Sede de BitMEX en Hong Kong (Getty Images)

Finalmente, hace dos semanas, Hayes fue condenado a dos años de libertad condicional, con arresto domiciliario durante seis meses y monitoreo de ubicación, por un tribunal federal de Nueva York. En febrero se había declarado culpable por haberse negado a implementar un programa contra el lavado de dinero. Hayes está ahora en el período de 30 días en que debe decidir en qué lugar de EEUU pasará su prisión domiciliaria. Recientemente compró una casa en Miami, pero su abogado dijo que no tiene allegados en Florida y no es seguro que pase allí su detención. Ante el Tribunal y con amigos y familiares en la Sala, Hayes lamentó “profundamente haber sido parte en esta actividad criminal; mis mejores años están por venir. Estoy listo para dar vuelta la página y empezar de nuevo. Le pido que me permita regresar a casa profundamente arrepentido para comenzar el próximo capítulo de mi vida”, informó el sitio especializado Coin Desk.

El juez rechazó pedidos más duros del Departamento de Libertad Condicional porque era la primera infracción de Hayes, que tenía un largo historial de trabajo caricativo

La condena fue leve en relación a los cargos, que podían conllevar hasta 10 años de prisión. El juez neoyorquino John Koeltl acordó incluso que Hayes podría viajar por el mundo tras completar su período de detención, manteniendo la comunicación con su oficial de libertad condicional, y rechazó pedidos más duros del Departamento de Libertad Condicional porque era la primera infracción de Hayes, que tenía un largo historial de trabajo caricativo y podrá incluso comunicarse con Samuel Reed y Dan Belo, otros dos cofundadores de BitMEX, que también se declararon culpables.

La denuncia penal se había presentado en octubre de 2020, pero Hayes se entregó a las autoridades de EEUU, en Hawaii, recién en abril pasado, tras un acuerdo entre su abogado y los fiscales y fue liberado, hasta la reciente condena, con una fianza de USD 10 millones firmada por su madre. A principios de 2021 BitMEX había soportado también una demanda de Frank Amato y Elfio Capone, otros dos exsocios y cofundadores, que se saldó con un pago de USD 40 millones.

10- Cameron y Tyler Winklevoss: Los gemelos sean unidos

A Cameron y Tyler Winklevoss, dueños de Gemini, bolsa competidora de Coinbase, se les llegó a calcular una fortuna de USD 4.300 millones cada uno. Perdedores de una batalla legal con Mark Zuckerberg en Facebook, los Winklevoss fundaron Gemini (“Gemelos”) y en 2018 lanzaron un token de cambio fijo con el dólar (el Gemini dólar, o GUSD), sobre el blockchain de Ethereum, para competir con la stablecoin más exitosa, Tether.

Los gemelos Winklevoss, fundadores de
Los gemelos Winklevoss, fundadores de Gemini y del token GUSD

“Hasta la fecha, no ha habido una representación digital confiable y regulada del dólar de EEUU que se mueva de forma abierta y descentralizada, como las criptomonedas”, dijeron los gemelos. El GUSD, destacaron, “combina la solvencia y la estabilidad del precio del dólar con la tecnología blockchain y la supervisión de los reguladores de EEUU”.

A los gemelos también les llegó el “cripto-invierno”, como lo describieron en una nota a los empleados de Gemini, en la que notificaron, el jueves pasado, el despido del 10% del personal

El GUSD es un token ERC-20: para adquirirlo, los usuarios deben depositar dólares en sus cuentas de Gemini y convertirlos en tokens que luego tienen en sus billeteras de Ethereum. Y si quieren, pueden hacer el cambio inverso. Los Winklevoss lograron mantener el GUSD en valores de entre 99,7 centavos y un dólar, pero con una capitalización exigua: menos de USD 300 millones, contra los más de USD 72.000 millones de Tether y el hábil Giancarlo Devasini.

Igualmente, a los Winklevoss también les llegó el “cripto-invierno”, como ellos mismo lo describieron en una nota a los empleados de Gemini en la que notificaron, el jueves pasado, el despido del 10% del personal. De regalo, la Comisión del Mercado de Futuros de EEUU (CFTC, por su sigla en inglés) presentó una demanda contra la empresa por omitir “hechos materiales” en torno de la valuación de ciertos “futuros” basados en Bitcoin.

11- El arca de Cathie Wood

De ascendencia irlandesa, viuda con tres hijos y devota cristiana, Cathie Wood estudió economía en Los Ángeles, donde tuvo de profesor a Arthur Laffer, el de la famosa “curva de Laffer”, trabajó en varios fondos de inversión y en 2014 creó “Ark Invest”, al que llevó a manejar USD 60.000 millones, aunque actualmente el valor de los fondos que administra se calcula en USD 16.000 millones.

Cathie Wood, Founder, CEO and
Cathie Wood, Founder, CEO and CIO of ARK Invest (Reuters)

Criptoentusiasta, Wood llegó a afirmar, cuando el Bitcoin rozó los USD 70.000 en noviembre 2021, que aún estaba “subvaluado” y arrojó una cifra estratosférica de hasta dónde podía llegar: USD 500.000.

Cathie no es de achicarse y tiene también una fe inconmovible en Tesla, la firma de Elon Musk, de la que predijo que cotizará a más de USD 3 billones. Otro de sus preferidos, con quien solía reunirse y compartir hábitos cristianos, es Bill Hwang, de Archegos Capital, uno de los grandes fiascos de los últimos años, aunque no estrictamente cripto. De hecho, fue uno de los principales aportantes a la constitución de los osados fondos “Ark” de Wood.

Hwang, surcoreano emigrado a EEUU en 1982, creó Archegos en 2013 con USD 200 millones y se convirtió pronto en “una ballena” financiera: gran presencia, sin salir a flote. Acertó con apuestas a Expedia Group, el motor de reservas de viajes; LinkedIn (luego comprada por Microsoft) y Netflix, y atrajo medios como ViacomCBS y Discovery, empresas chinas como GSX Techedu, Baidu, Iqiyi y Vipshop, y varios megabancos.

Archegos tenía swaps que lo exponían a ganancias o pérdidas de activos que no poseía y nadó sin develar su apalancamiento: cuando colapsó, tenía USD 5 de deuda por cada USD 1 de capital. Al 21 de marzo de 2021, la fortuna neta de Hwang era de unos USD 20.000 millones, todo en bolsa. El día después, ViacomCBS anunció una venta de acciones y deuda convertible por USD 3.000 millones para invertir en streaming. Pero la acción se desplomó y el sistema de Hwang se desorbitó. Quienes habían invertido en Archegos no sabían qué hacer. Morgan Stanley y Goldman Sachs salieron a tiempo. pero Credit Suisse y las japonesas Nomura y Mitsubishi debieron asumir grandes pérdidas.

Archegos perdió propiedades valoradas en más de USD 120.000 millones y cesó de exitir. Hwang vive en Nueva Jersey, maneja una fundación benéfica y otro fondo de inversión, Grace & Mercy Foundation, que funciona en una oficina barata en Nueva York. Y sigue compartiendo la devoción religiosa con Wood.

Elon Musk, Bill Hwang, Cathie
Elon Musk, Bill Hwang, Cathie Wood y Marion Laboure

Con tono más académico y cuidado, quien también acompañó el crecimiento cripto fue la economista Marion Laboure, de Deutsche Bank, que en sucesivos informes destacó el potencial de las criptomonedas y en particular del bitcoin, al que llamó “el oro del siglo XXI”. Profesora asociada en Harvard, Laboure trabajó en la Comisión Europea y en el banco central de Luxemburgo y ahora se enfocó en un talón de Aquiles del mundo cripto: su altísimo consumo de energía. Hacia diciembre 2021, precisó en una nota en el portal Project Syndicate, Bitcoin consumía 200 TWh y Ethererum 95 TWh. Juntas, igual al del 15to país del mundo, México, y sus 130 millones de habitantes. Una transacción de Bitcoin, resumió, consume tanta energía como un hogar en 60 días y su “huella de carbono” equivale a tirar un I-Phone en cada transacción. El nudo del problema es la “prueba de trabajo” requerida en la “minería” cripto, la cuestión que desvela a Buterin, el duende de Ethereum. Una posible solución, apuntó, es que toda cripto se base en fuentes renovables. Y dio como ejemplo la energía geotérmica (volcanes submarinos) para El Salvador. Allá vamos.

12 - Nayib Bukele: el gobernante que dio curso forzoso al bitcoin

“Bitcoin tiene una capitalización de USD 680.000 millones; si 1% de eso se invierte en El Salvador, aumentaría 25% nuestro PBI”, observó Nayib Bukele, presidente de El Salvador, el primer gobernante que, desde septiembre de 2021, dio curso forzoso a una cripto, el bitcoin, en su propio país.

Según Gillian Tett, directora de Financial Times, la afirmación muestra que Bukele no entiende la relación entre Bitcoins y PBI. En todo caso, produjo lo contrario: compró USD 100 millones en Bitcoin, pidió a la población descargar billeteras digitales (unos 6,5 millones de salvadoreños descargó su Chivo Wallet, aunque el uso transaccional es muy bajo) y desde entonces Bitcoin cedió un tercio de su valor, una pérdida enorme para El Salvador, un país básicamente pobre.

Una gigantesca holografía de Nayib
Una gigantesca holografía de Nayib Bukele, presidente de El Salvador, en la "Semana Bitcoin" en que anunció la construcción de la primera "Ciudad Bitcoin" del mundo, en Teotepeque (Reuters)

Aún así, Suecy Callejas, ministra de Cultura y titular del Congreso salvadoreño, le dijo a Tett que no renunciarán al Bitcoin, por ser una posibilidad de “inclusión financiera” que facilita y abarata las remesas externas, casi un cuarto del PBI de El Salvador, de las que vive buena parte de la población y que sin la cripto conllevan cargos de hasta 20% por envío. Además, dice Callejas, así como cayó, el Bitcoin puede recuperarse. Peor es depender del dólar de EEUU, en especial después de ver cómo se usó para sancionar a un país como Rusia. ¿Qué podría esperar El Salvador?

Reverberaciones locales

En la Argentina, el invierno cripto hizo que el Exchange Buenbit, que en 2021 había recibido aportes por USD 11 millones de inversores locales y externos, anuncie una reducción de personal y, luego, que está en tratativas con inversores y podría negociar una fusión con Ripio, otra Exchange de origen local con presencia en Brasil. En tanto, Bitso, de origen mexicano y también presente aquí, anunció el despido de 80 de los 600 empleados que tiene en 35 países.

Además, a principios de abril la Subsecretaría de Acciones para la Defensa de las y los Consumidores, a través de la Dirección de Protección al Consumidor, inició una investigación sobre Vayo Business, un presunto “esquema Ponzi” que prometía ganancias con su propio activo digital, Vayo Coin, publicitado por famosos que anunciaban sorteos de autos cero kilómetro y eran supuestos inversores en Vayo. Deben responder si en sus spots contaban experiencias personales o solo repetían un guión. La lista incluye a Laurita Fernández, Zaira y Wanda Nara, José María Listorti, Pampita Ardohaín, L-Gante, Horacio Cabak, Darío Lopilato, Jimena Barón y Florencia Peña, entre otros famosos.

La Comisión Nacional de Valores lista las recomendaciones de expertos y celebridades como uno de los modos más habituales para ganar “inversores”. Los responsables de Vayo enfrentan denuncias en la Justicia penal por estafa y asociación ilícita, adeudan casi $120 millones en cheques sin fondo según datos del BCRA y las oficinas que ocupaban en Puerto Madero fueron vaciadas hace más de un mes.

Algunos de los rostros famosos
Algunos de los rostros famosos que participaron en la promoción de Vayo Business y Vayo Coin

En EEUU, en tanto, Bruce Schneier, profesor de Harvard, Miguel de Icaza, exingeniero de Microsoft y Kelsey Hightower, ingeniero principal de Google Cloud, encabezaron un grupo de 26 científicos de computación y académicos que enviaron una carta al Congreso en la que critican la inversión cripto y la tecnología blockchain, piden regularlas y no dejarse influir por su capacidad de lobby . “No son seguras, no son descentralizadas; cualquier sistema donde uno olvida el password y pierde sus ahorros no es un sistema seguro”, dijo Schneier.

Por de pronto, el republicano Pat Toomey, titular del Comité de Banca y Asuntos Urbanos del Senado, presentó su proyecto Transparency of Reserves and Uniform Safe Transactions (TRUST, que en inglés quiere decir “Confianza”), requiriendo la revisión trimestral del respaldo de los pasivos de las llamadas Stablecoins, los grandes conectores del sistema cripto, aunque sin llegar al concepto de “auditoría”.

Pasada la edad de la inocencia, el universo cripto parece sometido a una etapa de revisión de sus dogmas.

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