La “pax cambiaria” en la Argentina se extendió una semana más. El dólar libre cerró el viernes a $205 para la venta, con un descenso de 1,50 peso respecto del viernes anterior. La baja ratifica a esta paridad como la cotización más baja entre todos los segmentos de un atomizado mercado de cambios, debido a la vigencia de un estricto control de capitales.
En 2022, el “blue” anota una pérdida de tres pesos o 1,4% desde que empezó el año.
Mientras, el dólar formal ganó 1,13 peso semanal (+0,9%) en el mercado mayorista, a $120,68 para la venta. En el transcurso de 2022, el tipo de cambio oficial aumenta un 17,5%, frente a una inflación que se aproxima al 30% en el período.
De este modo, la brecha cambiaria entre el dólar oficial y el paralelo quebró el piso del 70% por primera vez en casi un año. Hoy alcanza el 69,9%, la más corta desde el 15 de junio del año pasado (67,9%).
La contracara de la tregua de precios en el mercado es la dificultad del Banco Central para sumar reservas en el momento “pico” de liquidación de exportaciones. A lo largo de la semana, la autoridad monetaria terminó sus intervenciones con un saldo neto negativo de unos USD 148 millones, básicamente por las fuertes ventas de USD 190 millones efectuadas el martes, último día hábil de mayo, por la demanda de importadores energía y cobertura de posiciones de fin de mes. Se trató de la venta oficial más abultada desde el 12 de noviembre de 2021 (-USD 299 millones).
Desde que empezó 2022, el BCRA anota un saldo neto a favor por unos USD 893 millones, una cosecha que representa el 15,4% de lo obtenido en el mismo lapso del año pasado, cuando sumaba compras por USD 5.771 millones al 2 de junio.
Gustavo Quintana, agente de PR Corredores de Cambio, reconoció “una demanda muy activa”, que “absorbió casi toda la oferta disponible en el mercado, quitando chances para un saldo significativo de compras oficiales”.
Con la mirada puesta en las bolsas norteamericanas, que descendieron parcialmente a lo largo de la semana, con la atención puesta en los movimientos de la Reserva Federal de los EEUU (Fed) para evaluar con qué velocidad subirá las tasas para controlar la inflación, el mercado local de acciones se mostró cierta toma de ganancias tras un mes de mayo favorable.
El panorama externo impidió que la última semana sea de provecho para los activos argentinos. El índice S&P Merval de la Bolsa de Comercio de Buenos Aires concluyó en 91.775 puntos, con una caída de 2% semanal en pesos, y de 1,5% en dólares, según la paridad del “contado con liquidación” implícito en los ADR de compañías argentinas que son negociados en dólares en Wall Street.
En lo que va de 2022, el panel líder de la Bolsa porteña mantiene una ganancia de 9,9% en pesos, y de 6,5% en dólares, en contraste con las pérdidas en los mercados de Nueva York, con un Nasdaq que resigna 23% y un Dow Jones un 9% debajo de los valores de cierre de 2021.
En Wall Street, el panel tecnológico Nasdaq finalizó con una perdida semanal de 1%, tras haber subido la semana anterior, cuando cortó una racha de siete semanas bajistas. Y el Dow Jones de Industriales recortó un 0,9% desde el viernes 27 de mayo.
Los bonos Globales, en dólares con ley extranjera, obtuvieron una magra ganancia semanal de 0,4%, que al complementarse con una caída de 14 puntos en la tasa de los bonos del Tesoro de los EEUU (en 2,957%) llevó al riesgo país Argentino por debajo de los 1.900 puntos después de tres semanas.
Los soberanos en dólares continuaron con una ligera recuperación tras las bajas del mes pasado, que entonces habilitaron nuevos valores mínimos desde su salida a los mercados.
“Los bonos venían siendo castigados por un contexto externo complicado para los mercados de renta fija emergentes ante temores a una recesión en medio de una política monetaria de la Fed más dura para controlar la inflación”, indicaron los expertos de Research for Traders. ”Pero también los inversores se mantienen atentos a la evolución de la economía doméstica, ante la elevada inflación, un mayor gasto público y a las tensiones políticas en la coalición de Gobierno que continúan generando incertidumbre”, añadieron.
Por su parte, los títulos públicos en pesos (en especial los ajustables por CER), cerraron en baja. “Si bien los títulos atados a la inflación mantienen una elevada demanda en un contexto de alza de precios minoristas, los inversores temen a un nuevo reperfilamiento de la deuda en pesos después de las elecciones del año que viene. Por eso, los títulos más castigados fueron los más largos”, precisaron desde Research for Traders.
“Más allá del respiro de mayo, haciendo un análisis de retorno total en dólares, los activos CER han sido el asset class ganador en lo que va del 2022. Con retornos acumulados en dólares del 18/20% superaron ampliamente el resto de las curvas en pesos, y ni hablar si los comparables son los bonos Globales y Bonares en dólares USD (-14%/-17% en promedio) o el Merval en contado con liquidación (+8%). Esto en un marco donde los activos a nivel mundial, tanto de renta fija como variable, primer mundo o emergente, presentan importantes castigos”, comentó Lucas Yatche, Head of Strategy and Investments de Liebre Capital.
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